Mercado global
Otra consecuencia de la pandemia: las tarjetas de crédito y débito podrían escasear por la falta de semiconductores Un organismo especializado alertó sobre el riesgo de que se genere un cuello de botella en la provisión de los chips que poseen los datos d
Una amenaza se cierne en el horizonte del sector bancario mundial, y no proviene específicamente del mundo financiero. Es el cuello de botella que se está generando en la fabricación de los chips que usan las tarjetas de crédito y débito en todo el mundo, lo que podría poner en peligro la provisión de plásticos. El problema no es menor, ya que cada año se fabrican unos tres billones de tarjetas a nivel global.
Quien lanzó la alerta no es ni más ni menos que la Smart Payment Association (SPA), la organización que nuclea a los mayores fabricantes de tarjetas en el mundo.
La entidad internacional ve con preocupación lo que viene sucediendo en el sector tecnológico con respecto a la producción mundial de semiconductores, incapaz de abastecer la creciente demanda desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
La crisis del sector no tiene nada que ver con un riesgo de contagio por Covid-19, sino con sus efectos colaterales. Porque al tener que aislar a millones de personas en los distintos países para reducir la propagación del virus, creció la necesidad de contar con las herramientas informáticas para realizar el teletrabajo desde las casas, lo que disparó la venta de computadoras (300 millones en 2020) y teléfonos inteligentes. Además, la llegada de las redes de telefonía 5G también empeoró las cosas en la materia.
EFECTO CASCADA
Esta mayor demanda de equipos generó un efecto cascada en la producción y provisión de semiconductores, impactando en diversos sectores de actividad, entre ellos el de las tarjetas de los bancos.
“Los cuellos de botella que se vienen registrando en materia de abastecimiento de semiconductores se volvieron tan críticos que los fabricantes de tarjetas de pago enfrentan dificultades crecientes para conseguir los chips necesarios para producir los plásticos”, indicó la SPA en un informe.
Es que la situación que se vive en las fábricas de tarjetas bancarias se replica en sectores tan diversos como el automotor o de celulares. Desde el año pasado que se producen retrasos en las líneas de montaje de las compañías Volkswagen, General Motors y Renault, por citar algunas, pero también en las de iphone 12, los celulares de Huawei o la Playstation 5. Y todo por la escasez de semiconductores. Este problema hizo que las ventas de autos en China cayeran un 12% en junio pasado con respecto a igual período de 2020.
CEREBRO ELECTRÓNICO
Para todos estos equipos, desde celulares, consolas, vehículos o tarjetas bancarias, el semiconductor se convirtió en el “cerebro electrónico” que permite que la información circule y sea almacenada, lo que es un elemento imprescindible para su correcto y normal funcionamiento.
“Si la situación no mejora, van a faltar millones de tarjetas y esto tendrá un impacto directo en los consumidores de todo el mundo, quienes no podrán obtener un plástico bancario o su renovación. Sin una tarjeta, no se puede pagar en un comercio, ni de manera online, ni retirar efectivo”, advirtió Jacques Doucerain, presidente de SPA.
De hecho, las tarjetas bancarias son utilizadas en el 90% de las transacciones sin efectivo y en hasta en el 60% de las compras online, incluidas las de billeteras virtuales.
“SPA estima que el cuello de botella de las tarjetas será mayor en 2022 que en el segundo semestre de 2021”, agregó el ejecutivo, quien rechazó la extensión de la fecha de vencimiento de los plásticos como solución al problema actual.
Para Doucerain, esta alternativa no solo confundiría a los consumidores, sino que haría
Advierten que el cuello de botella de las tarjetas podría ser mayor en 2022 que en el segundo semestre de 2021
las tarjetas más vulnerables a los fraudes.
DESAFÍO GEOPOLÍTICO
En ese sentido, los especialistas anticipan que la actual escasez de chips no va a poder ser superada en el corto plazo, por lo que el tema pasa a convertirse en un desafío geopolítico por ver quién domina este mercado.
Y el problema radica en que las mayores fábricas de semiconductores están en Asia, con Taiwán albergando la más avanzada de todas.
Si en la “Guerra Fría” tecnológica que libran Estados Unidos y China por el dominio de las redes 5G mucho tienen que ver los semiconductores, la reactivación económica post pandemia también va a pasar por alcanzar la mayor provisión posible de estos chips. Porque su escasez prolongada sería ca-paz de desestabilizar a todo el sistema bancario.
La crisis del sector no tiene nada que ver con un riesgo de contagio por Covid-19, sino con sus efectos colaterales
Las plásticos bancarios son usados en el 90% de las transacciones sin efectivo y en hasta en el 60% de compras online
elevada, aunque se mantuvo a considerable distancia del insuperado pico de fallecidos diarios que el país alcanzó el 22 de junio pasado, cuando se contablizaron 792 muertos. Hacía casi un mes que se había reportado el último pico de contagiados en una jornada, cuando el 27 de mayo se informaron 41.080 positivos. Además, son 5092 los internados en terapia intensiva (UTI).
El coronavirus en el mundo ya acumula 188.956.644 con 4.070.209 fallecidos. Los tres países más afectados son Estados Unidos, con 34.808.883 positivos y 623.462 fallecidos; India, con 30.981.339 de contagios y 411.928 muertes y Brasil, con 19.152.065 positivos y 535.924 víctimas fatales.
LOS NÚMEROS EN EL PAÍS
La provincia de Buenos Aires reportó 5419 positivos, mientras que la Ciudad informó 1028. Córdoba, a su vez, informó 2385, mientras que Santa Fe reportó 1907. El porcentaje de ocupación total de camas UTI adulto en Nación fue de 62.2 %, y en AMBA de 60,1 %.
El informe también detalla que en las últimas 24 horas fueron efectuados 109.446 testeos y desde el comienzo de la pandemia ya se hicieron 17.914.318 pruebas diagnósticas para esta enfermedad.
Del total de positivos, 4.326.403 son pacientes recuperados y 276.004 son casos confirmados activos.