Bajan el costo de pagar el mínimo de la tarjeta de crédito del 88 al 86% anual Lecer: la nueva elegida del mercado para cubrirse de la suba de la inflación
Pese a la suba del costo de fondeo, también reducen 900 puntos la tasa de financiación con el Ahora 12, que pasará del 77 al 68% anual, por lo que deja de ser negocio para los bancos
Cada vez que subía el costo de fondeo, los bancos habían quedado con el Central que se actualizaría en la misma proporción la tasa de financiación del Ahora 12. Por lo tanto, la tasa nominal del 77% debería actualizarse al 83%, por los 600 puntos que subió la tasa de política monetaria.
Pero esta vez fue distinto: con vistas a las próximas elecciones (primero las PASO en agosto y luego las presidenciales en octubre), el Gobierno cambió el libreto y no sólo que no autorizará la actualización de la tasa, sino que obligará a que la bajen 900 puntos, al pasar al 68%.
“Resulta un poco extraño que el BCRA suba más la tasa y le bajen la tasa a los comercios. Habría que evaluar la consistencia macro de las medidas micro. El punto conceptual es si en un contexto de inflación creciente tiene sentido subsidiar el consumo, al ritmo que suben la tasa de interés”, precisa el presidente de una de las entidades financieras más importantes de la Argentina, acostumbrado a negociar con los gobiernos de turno.
Por otra parte, se dispuso reducir en dos puntos la tasa para la financiación de saldos impagos de tarjetas de crédito para personas humanas y desde junio la tasa nominal bajará del 88% a 86%.
En tanto, las tasas de las líneas de financiamiento para la Inversión Productiva de Mipyme
mantienen la condición de líneas subsidiadas. Para proyectos de inversión, la tasa nominal es de 76% y para capital de trabajo de 88%.
SIN CUPO
Esta baja de tasas, si bien suena atractiva a primera vista, no lo es tanto en la práctica. En primer lugar, porque los bancos elevarán entonces el pago mínimo, para que el revolving (como denominan en la jerga a financiar el saldo) sea de menor monto.
El otro problema es que obtener el cupo disponible en su tarjeta de crédito cuando quisiera hacer una compra de $ 200.000 sería una misión posible para pocos: muchos bancos no están subiendo los límites disponibles de acuerdo con la evolución de la inflación, y sólo lo hacen a los segmentos de clientes VIP o Premium.
Los banqueros se quejan que tienen que pagar una tasa del 97% a 30 días por los plazos fijos y prestar al 68% a 24 meses, con lo cual la ecuación no les cierra, a pesar de que tienen un beneficio en los encajes en el Banco Central. De ahí que no aumentarán los cupos disponibles o, si lo hacen, regirá para las operaciones a un pago, pero no en cuotas.
El problema es el cupo de los tarjetahabientes en sus tarjetas, ya que los bancos no están actualizando los límites para pagar en cuotas, mientras la inflación avanza sin parar. Por eso, la clave para poder utilizarlo será pedir ahora, de antemano, al banco que actualice el límite de pago con tarjeta, justificándolo con el aumento salarial del cliente.
Ante el nuevo escalón inflacionario que encontró la economía, los inversores saltaron a buscar cobertura. El desafío es hallar activos con tasas interesantes y escaparle al riesgo crediticio que percibe el mercado, dada la vulnerabilidad macroeconómica actual.
Las Lecer son las protagonistas, mientras analistas advierten por una inflación acelerada también para mayo. Adrián Yarde Buller, economista jefe y estratega de Facimex Valores, explicó que, tras los últimos datos de inflación, la sensación es que la economía entró en un nuevo ritmo inflacionario.
“La inflación núcleo ya acumula tres meses seguidos navegando cómodamente por encima del 7% mensual y los datos de alta frecuencia muestran una nueva aceleración en el arranque de mayo, superior al 8% en el último mes móvil. Las expectativas de inflación en el último REM muestran que las proyecciones de inflación mensual tienen un nuevo piso en la zona de 7%, que es justamente el nivel donde se ubica actualmente la tasa de política monetaria”, detalló.
En medio de un contexto de alta inflación, los inversores se ven cada vez más obligados a tener que invertir y hacer trabajar los pesos, ya que, de otro modo, se terminan licuando.
El desafío de invertir en pesos pasa no sólo por los rendimientos sino también por los riesgos crediticios asociados, sobre todo cuando se trata de inversiones de mediano plazo y posterior a las elecciones.
Por esta razón, los inversores priorizaron inversiones de corto plazo y con ajuste CER. Estas letras han encontrado una elevada demanda en las últimas semanas en medio de la aceleración inflacionaria.
Alejo Rivas, analista de Research de Balanz, señaló
Los inversores están priorizando inversiones de corto plazo y con ajuste CER, ante la expectativa de que la inflación no baje
que la parte corta de la curva de Lecer muestra valores negativos en línea con el nivel de la tasa de depósitos.
Rivas sostiene que la evolución de estas tasas dependerá de los próximos datos de inflación y la respuesta de parte del Banco Central. “La curva en parte refleja que se están incorporando expectativas de una inflación que se mantendría en estos niveles e incluso con riesgo al alza, para los próximos meses, en un contexto en que la inflación también viene mostrando mucha volatilidad”, dijo el especialista de Balanz.
“La inercia inflacionaria parece ponerle un piso cada vez más alto a la inflación futura. En este contexto, el inversor suele volcar su mirada a la curva CER buscando cobertura sobre un dato elevado, algo que se ha visto reflejado en la compresión de la parte corta de la curva”, comentaron desde Mariva Asset Management.
OPORTUNIDADES
Dado el actual escenario, los inversores siguen priorizando posicionarse en deuda ajustable por CER lo más corto posible. “La Lecer de julio (X18L3) se mantiene atractiva para inversores buscando instrumentos de baja duration, mientras que para alternativas más largas priorizamos instrumentos largos como TX26, DICP y PARP; todos con valuaciones muy atractivas”, recalcó Yarde Buller.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, recomienda bonos ajustables por CER de corto plazo. “En términos de estrategia, mantenemos preferencia por opciones CER de baja duration como la Lecer a julio (X18L3) o a septiembre (X18S3) en un contexto en que los datos de alta frecuencia apuntan a una aceleración inflacionaria”, afirmó.