El proyecto de GNL está listo, pero aparece limitado por la falta de dólares El país retoma la promoción de alimentos en China y Singapur
El Gobierno enviará el proyecto de hidrógeno y el de gas licuado al Congreso, pero existen dudas dentro del sector privado sobre si se podrán cumplir con los beneficios que garantizan esos regímenes
El Ministerio de Economía tiene dos proyectos de ley para abrir el camino a inversiones millonarias en dólares para producir energía durante los próximos años. En los últimos días, los equipos de Sergio Massa y la secretaria de Energía, Flavia Royón, elevaron al presidente Alberto Fernández el proyecto de ley de promoción del hidrógeno para su posterior envío al Congreso, y cuentan que también tienen listo el proyecto para el gas licuado (GNL).
El proyecto de hidrógeno lleva en su letra chica incentivos para los inversores a 30 años, tanto en materia fiscal (beneficios en impuestos) como en lo cambiario (acceso diferencial al dólar para cancelar el capital y los intereses de préstamos comerciales y financieros; y también para girar dividendos a las casas matrices de las empresas en el exterior).
La vara fue puesta en un 50% de libre disponibilidad de divisas sobre los dólares obtenidos por exportaciones, un monto similar al que se aplicaría para los proyectos de gas licuado. Hoy existen avanzados proyectos en etapa de estudio de factibilidad, como el de YPF con Petronas (Malasia) o como el que tiene Pampa Energía vía Transportadora de Gas del Sur (TGS) con Excelerate Energy (Estados Unidos), que comprometerían inversiones por entre u$s 2000 a u$s 10.000 millones en un principio, según cada proyecto.
No obstante, fuentes del sector energético tienen dudas sobre los regímenes de promoción. “¿Cómo vamos a garantizar la entrega de dólares, que hoy no tenemos, a los inversores?”, se preguntan algunos vinculados a los hacedores de políticas públicas. La escasez de divisas, las restricciones a las importaciones y los crecientes vencimientos de deuda financiera del Tesoro nacional, las provincias y las empresas para los próximos años condicionan el nivel de incentivos a prometer, más allá de que el sector petrolero dispuso de beneficios diferenciales al resto en materia cambiaria durante los últimos tiempos.
Aún así, la restricción presupuestaria llevó a que el Estado deba unos $ 40.000 millones a las petroleras que producen para el Plan Gas, a la vez que también tiene pendiente de entregar unos 1300 millones de dólares a las empresas que incrementaron en 2022 su producción de gas y petróleo frente al año anterior. El incentivo fue reglamentado mediante el Deportuarios, creto 277 del año pasado, que establecía libre disponibilidad de divisas por un 30% en el caso de la producción adicional de gas y un 20% en la de petróleo, pero aún no se pudo concretar.
IMPUESTOS
Ya desde el lado fiscal, el Estado se comprometerá a garantizar la amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias, la devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la exención del pago de derechos de importación, las tasas por servicios portuarios, aeroun
de estadística y de comprobación en destino a las importaciones para bienes de capital, repuestos e insumos destinados a la producción de hidrógeno, según se establece en el proyecto de ley.
En cuanto a los derechos de exportación (retenciones), las alícuotas irán del 0% y 1,5% para el hidrógeno verde (energías renovables), rosa (energía nuclear) y azul (obtenido en el proceso del gas natural) en los primeros diez años hasta el 3 a 4,5% progresivamente hasta el final del régimen.
Royón señaló que entre los ejes del proyecto apuntan a la certificación en origen, “con la creación de instituciones que verifiquen el origen de la producción, para desarrollar las cadenas locales de valor; además se va a monitorear los estándares de emisiones de gases de efecto invernadero, con beneficios fiscales y un régimen diferencial que premia al hidrógeno verde por sobre el azul”. Asimismo, la secretaria de Energía aclaró que el proyecto no contempla el hidrógeno gris (sobre combustibles fósiles). conjunto de empresas argentinas participó en China de la mayor feria de alimentos, coordinadas por la Cancillería argentina. La presencia local en SIAL China estuvo marcada por 14 empresas de diversos sectores con el objetivo de “establecer y profundizar las relaciones comerciales con los principales importadores y distribuidores de alimentos y bebidas de China”.
La industria frigorífica exportadora se mostró confiada en una mejora del comercio con China, tras volver a participar en estos días, por primera vez en forma presencial después de la pandemia, de la feria de alimentos.
“China es el país importador de carnes a nivel mundial y esa tendencia va a continuar”, dijo el vicepresidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), Daniel Urcia, desde Shanghai, China, a Télam.
Tras asegurar que la demanda de proteína animal está firme, lamentó que los precios no están acompañando y lo atribuyó a la pospandemia, a que todavía la recuperación económica en el mercado doméstico no ha sido tal y también algún stock de mercadería abundante.
Por otra parte, también la entidad Wines of Argentina (Wofa), responsable de la promoción del Vino Argentino en el mundo, apostará por el mercado asiático, a través de una misión junto a 12 bodegas de nuestro país, en Vinexpo Asia.
La participación esta semana en Singapur será “de carácter exploratoria”, para extender su ámbito de influencia hacia nuevos destinos de Asia y potenciar la estrategia en mercados más allá de China continental. “Argentina tiene que retomar su agenda de promoción”, indicó Magdalena Pesce, CEO de Wofa.
El hidrógeno podría sumar inversiones por u$s 8400 millones; el GNL, más de u$s 10.000 millones
Genera dudas en el sector que otros beneficios diferenciales no se pudieron cumplir a tiempo