Por el burnout, los CEO duran cada vez menos en sus cargos
La realidad del país y los cambios en el mundo del trabajo ‘queman’ a los líderes empresariales. El rol más activo del directorio y las claves para balancear la vida personal y laboral
Agotamiento intenso, desapego por el trabajo y una baja o nula autoeficacia y sensación de ausencia de realización personal. Todos estos son síntomas de burnout, el síndrome que afecta a cada vez más trabajadores y que amenaza especialmente a los CEO.
Si se lleva a la situación de los argentinos, el cuadro es aún más complejo. Sumado a la vida hiperconectada y la altísima demanda laboral, el difícil contexto macro pone contra las cuerdas a más de un ejecutivo. Porque el comandante del barco tiene que velar por la seguridad de todos los tripulantes, pero, ¿quién lo cuida a él?
“El rol del CEO por definición es bastante solitario, pero hoy hay mucha más apertura, más espacios de networking que los pueden ayudar a compartir situaciones y problemáticas”, menciona Fabiana Gadow, CEO de Korn Ferry Argentina. La experta también resalta la importancia de saber pedir ayuda. “Hay un cambio de mindset: los CEOS exitosos son los que tienen la humildad para saber decir cuándo necesitan una mano”.
Si bien la compleja realidad argentina dio un buen entrenamiento a los CEO a lo largo de los años, lo cierto es que las consecuencias del agotamiento se están viendo entre los altos mandos: “Se está viendo en todo el mundo que duran menos tiempo en los cargos: antes, 15 años era lo normal; ahora, estamos en menos de 10. La tecnología también acortó los tiempos y dejó obsoletos a muchos. Hay más riesgo de burnout y ellos tienen que aprender a balancear su vida”, plantea Eduardo Suárez Battán, director ejecutivo de la firma que lleva su apellido.
Por suerte, aclara, hay buenas herramientas para combatir esta situación. El avance de la tecnología y la implementación de beneficios como el trabajo remoto ayudaron a muchos a lograr el equilibro entre la vida personal y laboral. Además, el camino hacia la productividad que empuja la transformación digital hace su aporte.
Sin embargo, otro punto interesante del que, de a poco, se habla más es el de la salud de los CEO, tanto física como mental. “La pandemia generó más conciencia en general y nos mostró la importancia de apalancarse en personas de confianza para hablar de situaciones difíciles”, aporta Gadow.
Mientras, de la mano, aparece con más fuerza la tendencia del wellbeing corporativo. “Noto que los CEO se hacen más tiempo para hacer algún deporte y eso los mantiene físicamente bien. Pero se trata de un puesto que siempre tiene más responsabilidades y menos tiempo para ocuparse”, advierte Suárez Battán.
En estos meses, los expertos destacan que es más común ver cómo los directorios pasan a tomar un papel más protagonista. Su rol, más que nunca, está en acompañar y dar consejo. “Más allá del rol de control, el directorio acompaña en la definición estratégica tanto del corto como del mediano y largo plazo”, menciona Juan Pablo Simón Padros, consultor líder de Spencer Stuart.
Hoy, la realidad muestra que lo más conveniente es tomar decisiones de forma colectiva. “Con tanta cantidad de información y tantas variables a tener en cuenta, el proceso tiene que ser así y, preferentemente, con miradas diversas. Hace 20 años, no se discutía en un board, todos estaban alineados en el pensamiento. Hoy, si escuchás eso, te tenés que preocupar. Necesitas gente que te interpele continuamente”, concluye Luis Guastini, director General de Manpowergroup Argentina.