EL ESTADO, YPF Y LA MEMORIA DE KIRCHNER
“La política energética debe ser lo menos intervencionista posible, ya no funciona la planificación estatal”. La definición corresponde al ex secretario de Energía Emilio Apud (que trabajó en marzo de 2001 con el ex ministro de Economía Ricardo López Murphy).
Apud trabaja en los equipos técnicos que acercan ideas al plan económico de Patricia Bullrich y es uno de los más convencidos de que el sistema funcionaba bien durante la época de las privatizaciones, hasta el 2002 cuando estalló la Convertibilidad.
El ex funcionario, junto a otros hombres que pasaron por la función pública en los gobiernos no peronistas desde la recuperación de la democracia, elabora proyectos para “limpiar el marco regulatorio” de intervenciones y “volver a tornar atractivas las inversiones privadas”.
“Por 20 años no hay que tocar los impuestos, los contratos y el acceso al dólar, así vamos a lograr que nos crean”, apunta Apud.
Según sus cálculos, la Argentina debería generar condiciones para que dentro de 10 años al menos dos tercios de la producción de petróleo y gas sea para exportaciones.
Dentro de ese marco, está analizando el rol del Estado en YPF, para ver si es “funcional al objetivo de triplicar la producción de hidrocarburos en Vaca Muerta” y sostener el modelo económico exportador.
A la vez, evalúa si las subsidiarias como YPF Luz, YPF Litio e Y-tec “restan fuerzas”.
No son pocos los economistas y consultores del sector que señalan que la privatización de YPF en los ‘90 estuvo mal hecha y que antes de la venta a Repsol había que dividir sus unidades de negocios para restarle peso en el mercado. ¿Se intentará en los próximos años?
Por su lado, en la visión de Apud, las tarifas, después de quitar casi todos los subsidios excepto al sector más necesitado de la población, van a “tender a bajar”, aunque primero se necesitarán inversiones por más de u$s 100 millones al año en distribución.
Por último, una de las primeras medidas de un gobierno de oposición, sugiere Apud, debería ser eliminar el nombre de Néstor Kirchner del gasoducto próximo a inaugurarse -una medida poco feliz para varios sectores, sobre todo el kirchnerismo-, así como de las represas que financia China en Santa Cruz. “Arruinó el sistema energético”, define el ex secretario.