Balanza: Brasil gana terreno pero China está cada vez más cerca
Por la sequía, las exportaciones argentinas a Asia caen y aumentan las importaciones de soja desde el país vecino, pero la tendencia a largo plazo es la inversa. Advierten por la reprimarización
El intercambio comercial con China se contraerá este año por efecto de la sequía, la baja del PBI y la menor disponibilidad de divisas para importar. Por razones similares, las importaciones desde Brasil crecen: la compra de soja permite suplir la menor producción local en la industria aceitera. Pero, a largo plazo, el país asiático se convertirá en el principal socio comercial, sobre todo si Argentina reprimariza sus exportaciones, según expertos.
Según Abeceb, el déficit comercial con Brasil se multiplicó por 2,5 en lo que va de 2023, mayo incluido, por la compra extraordinaria de soja. El rojo en la balanza fue de u$s 763 millones en mayo y acumuló u$s 2500 millones en cinco meses, cifra que ya supera al acumulado durante todo 2022 (u$s 2245 millones).
“El salto de la importación de soja para molienda (+531,2% anual), que alcanzó un récord nominal de nada menos u$s 500 millones en un contexto de esjueves. casez interna de la oleaginosa producto de la sequía, impactó muy negativamente en el déficit comercial de mayo, que resultó 129,1% más alto que el promedio del primer trimestre (u$s 333 millones)”, indicó la consultora en un reporte de este Por eso la necesidad de que el gobierno de Lula financie las importaciones de origen brasileño, en un contexto de escasez de divisas.
Hasta fines de 2022, Brasil era el principal socio comercial del país, pero China ya le pisaba los talones. Ese año, el intercambio comercial (la suma de exportaciones e importaciones) con Brasil totalizó u$s 28.538 millones, mientras que el comercio con China fue de u$s 25.588 millones, según datos que compiló Abeceb. Desde 2001, el intercambio con China creció 995%, a un ritmo promedio del 12,1% anual. La balanza con Brasil aumentó 148,9% en lo que va del siglo, o 4,4% promedio anual. Estados Unidos perdió peso: según la Cámara Argentina de Comercio, el intercambio creció al 2,7% promedio anual este siglo.
Estados Unidos queda cada vez más relegado como tercer socio de Argentina, a casi u$s 9000 millones de China
Otra manera de medir la creciente incidencia de China –a caballo de su ascenso en el tablero geopolítico global- es con la participación en el comercio total. Si en 2001 el intercambio con el país asiático representaba el 4,3% de la balanza argentina, en 2022 significó el 13,4% de la torta. En cambio, el protagonismo de Brasil cayó desde el 21,1% del total de 2001 al todavía importantísimo 15%. Estados Unidos queda cada vez más rezagado en el tercer lugar. En 2022, el intercambio con la potencia americana totalizó algo más de u$s 17.000 millones, casi u$s 9000 millones menos que el comercio con China.
Según Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI; China destronará a Brasil como principal socio comercial del país más temprano que tarde, pero no este año. “Este año, la relación con China se achica porque le vendemos agro y hay sequía y menos oferta, y, con Brasil, se agranda, porque importamos soja para manufacturar. Es un año raro. En 2024, habrá mucho más dinamismo y el intercambio con China va a crecer. En el futuro, como vendemos cada vez más agro y menos industria, China tenderá a ser más relevante”, dijo.
Es que gran parte del intercambio con Brasil se concentra en la industria automotriz y su alto valor agregado. Según Abeceb, los vehículos representan el 30,2% de las exportaciones argentinas al socio del Mercosur y casi el 59% de los rodados que se exportan van a ese mercado. Los automóviles, principalmente livianos, representan el 22% de las importaciones desde Brasil y casi 1 de cada dos autos importados provienen del país vecino.
En cambio, el 36,9% de lo que se exporta a China son cereales y oleaginosas y sus derivados y otro 35,9% son carnes. La tercera exportación del ranking son peces y crustáceos, con el 6,9% de participación en 2022. Del lado de las compras, el 26,3% son equipos eléctricos, incluidos componentes como chips y otros para la fabricación de electrodomésticos, y otro 23,9% es maquinaria.
“El ‘efecto sequía’ es clarísimo e impacta en todo el comercio exterior; son u$s 22.000 millones menos, pero no es el único factor”, dijo Matías Boris Wilson, economista jefe de la CAC. “El año pasado, por el Covid, bajó la demanda agregada desde China. Este año habrá mayor intercambio”, afirmó.