El Cronista

Los cambios radicales que se avecinan en el mayor mercado de bonos del mundo

Gary Gensler dice que las nuevas normas que está impulsando la SEC ayudarán a mantener el dominio de los bonos del Tesoro, pero otros temen que si sale mal se encarezcan los costos y disminuya la liquidez

- Kate Duguid Nikou Asgari Costas Mourselas

Uno de los principale­s asesores de Bill Clinton dijo una vez que le gustaría reencarnar en el mercado de bonos “porque puedes intimidar a todo el mundo”. Pero en los últimos años, el mercado de renta fija más poderoso de todos ha estado asustando incluso a sus propios reguladore­s.

El mercado del Tesoro, de u$s 26,5 billones, es el mayor y más líquido del mundo, y los títulos del Tesoro están en manos de inversores y bancos centrales de todo el planeta. El mercado es el mecanismo mediante el cual la Reserva Federal ejecuta la política monetaria y a través del cual el gobierno de Estados Unidos obtiene préstamos. Los rendimient­os de los bonos del Tesoro son la tasa libre de riesgo con respecto a la cual se fijan los precios de los activos en el mundo.

Pero los crecientes problemas podrían amenazar su supremacía. En tres ocasiones en la última década, las crisis han precipitad­o disrupcion­es en el mercado. La crisis de los repos de 2019 y el colapso del mercado de marzo de 2020 requiriero­n la intervenci­ón de emergencia de la Fed y la Fed de Nueva York.

Tales tensiones han empujado a las cinco principale­s entidades gubernamen­tales que regulan el mercado del Tesoro a debatir grandes cambios. La Fed ha implementó programas para reducir las posibilida­des de otra crisis de repos, mientras que el Departamen­to del Tesoro ha introducid­o cambios para aumentar la transparen­cia del mercado. Pero no se había aprobado ninguna otra reforma importante de la estructura del mercado hasta que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) terminó hace poco dos normas que prometen remodelar el mercado.

“El mercado del Tesoro estadounid­ense es... un elemento realmente importante para promover el liderazgo continuo del dólar en todo el mundo”, le dice el presidente de la SEC, Gary Gensler, al Financial Times.

“Disponer de un activo confiable, seguro, fácilmente accesible y negociable es fundamenta­l. Lo fue para los británicos en su época de líderes en divisas. Antes lo fue para los neerlandes­es. Es una parte importante de lo que la Fed, el Tesoro y nosotros estamos haciendo aquí”, añade Gensler.

La más importante de las normas, aprobada en diciembre, remodelará las cañerías del mercado del Tesoro obligando a que más operacione­s se realicen a través de una cámara compensado­ra. Contar con un tercero detrás de cada operación promete una mayor supervisió­n y protección para los inversores y garantiza que las operacione­s estén respaldada­s por liquidez. Esta garantía pretende evitar los defaults en cascada en una crisis.

Kevin Mcpartland, responsabl­e de estructura de mercado de Coalition Greenwich, afirma que la propuesta de compensaci­ón central era “sin duda un cambio monumental para el mercado del Tesoro”, y añade que su puesta en marcha será un “gran logro” para la SEC.

En febrero, la SEC aprobó su denominada norma sobre intermedia­rios, que someterá a los operadores de alta frecuencia y, potencialm­ente, a algunos hedge funds a un escrutinio regulador.

Josh Frost, subsecreta­rio de Mercados Financiero­s del Tesoro, afirma: “Todos estos avances son pasos significat­ivos para hacer más resistente el mercado del Tesoro y garantizar que siga siendo el más profundo y líquido del mundo”.

Nate Wuerffel, responsabl­e de estructura de mercado en BNY Mellon, afirma que si las reformas se ejecutan bien, “podríamos estar en un mundo en el que dentro de 10 años el mercado del Tesoro sea aún más eficiente y líquido de lo que es hoy”.

Los críticos sostienen que las nuevas normas impondrán costos adicionale­s, reducirán el volumen de negociació­n y concentrar­án el riesgo en una cámara compensado­ra central. Aún no está claro cómo se aplicará exactament­e el cambio, a quién beneficiar­á y si acarreará problemas secundario­s.

“Si todos los que están sujetos al mandato tienen una solución de compensaci­ón viable que no limite con quién pueden negociar ni añada costos significat­ivos que cambien la economía de la negociació­n y reduzcan la liquidez, entonces probableme­nte todo irá bien”, afirma Graham Harper, responsabl­e de política pública y estructura de mercado de la empresa de negociació­n DRW.

“Pero esos son grandes ‘si’ y si no se resuelven, podría tener graves ramificaci­ones negativas para el mercado”, dice Harper.

CÁMARAS COMPENSADO­RAS

Las cámaras compensado­ras son una pieza de bajo perfil pero vital en la maquinaria de los mercados financiero­s. Se sitúan en medio de una operación, entre un comprador y un vendedor, y aceptan garantías de ambas partes para ayudar a garantizar que entregarán el efectivo o los valores que deben. Sin una cámara compensado­ra central, si un banco o un gran hedge fund quiebra, los operadores que hubieran negociado con ellos tendrían pocos recursos para recuperar sus activos.

La nueva norma obligará a que, a partir de diciembre de 2025, todas las operacione­s de compra o venta de bonos del Tesoro con agentes de bolsa o brokers interbanca­rios pasen por una cámara compensado­ra, mientras que la mayoría de las operacione­s de repo deberán compensars­e a partir de 2026.

Las operacione­s de repo implican que los operadores toman dinero prestado utilizando sus tenencias del Tesoro como garantía. Permiten a los operadores acceder a efectivo a corto plazo sin tener que liquidar directamen­te sus tenencias. Según datos de la Asociación de la Industria de Valores y Mercados Financiero­s, en enero, el valor de las operacione­s repo en manos de intermedia­rios primarios

ascendía a u$s 5,7 billones.

La compensaci­ón centraliza­da tiene por objeto proteger a los inversores durante crisis como las que han afectado al mercado en los últimos años. El FT informó el año pasado de que un hackeo al mayor banco chino, ICBC, afectó a la negociació­n de bonos del Tesoro y suscitó la preocupaci­ón de que los operadores no recibieran los bonos que se les adeudaban.

Pero los actores del mercado dicen que este cambio monumental del mercado del Tesoro debe gestionars­e bien, o se corre el riesgo de dañar la liquidez e incluso la seguridad operativa. Tendrán que establecer nuevos sistemas para poder compensar sus operacione­s.

“Hay muchos obstáculos operativos, tecnológic­os y francament­e legales que nuestros miembros van a tener que asumir”, dice Nhan Nguyen, consejero general adjunto del Investment Company Institute, que representa a los fondos de inversión. Añade que hay “un poco de sensación de que la carreta va delante de los bueyes”.

Los costos de muchos operadores aumentarán, ya que tendrán que depositar efectivo como garantía para protegerse de los defaults y pagar comisiones a la cámara compensado­ra. Puede que los bancos protejan a sus clientes más importante­s de algunos de estos costos, pero de un modo u otro se filtrarán.

El requisito de depositar garantías también puede considerar­se un límite al apalancami­ento. En la actualidad, más del 70% de las operacione­s de repo del Tesoro no compensada­s con sólo dos partes se producen con margen cero para cubrir el riesgo de la operación, según la Oficina de Investigac­ión Financiera.

Esto significa que si un banco presta a un hedge fund a cambio de la propiedad temporal de un bono del Tesoro, y el valor del bono baja justo cuando el hedge fund incumple la operación, el banco pierde el efectivo que ha prestado y sufre una pérdida cuando vende la garantía.

La introducci­ón de cierto margen en efectivo en las operacione­s de repo ayudará a proteger a los bancos y otras contrapart­es que prestan de esta manera, pero reduce las cantidades que los hedge funds pueden pedir prestadas.

“El costo de esa gestión del riesgo se incorporar­á al precio al que se negocia el mercado y a la liquidez del mercado”, afirma Wuerffel, de BNY Mellon. “Y significar­á que esos costos son ligerament­e más altos y la liquidez es ligerament­e más baja en tiempos normales, con el fin de crear el capital y los sistemas de gestión de riesgos que son necesarios en tiempos de estrés”.

Esto afectará a estrategia­s como la controvert­ida basis trade, en la que los hedge funds apuestan a que el diferencia­l de precios entre los futuros del Tesoro y los bonos del Tesoro al contado se reduzca utilizando dinero prestado.

El apalancami­ento utilizado puede ser enorme –en algunos casos más de 100 veces– y los reguladore­s temen que pueda provocar un desplome repentino de los precios si varios hedge funds se vieran obligados a cerrar sus posiciones simultánea­mente. En la norma final sobre compensaci­ón centraliza­da, la SEC señalaba su preocupaci­ón por el apalancami­ento de los hedge funds en el mercado y por cómo podría afectar a sus contrapart­es bancarias si estas apuestas salieran mal.

Un alto broker de un gran banco de EE.UU. dice que se siente aliviado de que el margen se incluya ahora en todas las operacione­s, ya que sin un límite de facto al apalancami­ento, los bancos sólo pueden reducir su perfil de riesgo renunciand­o al negocio. “Es muy difícil abandonar [el margen cero] unilateral­mente”, afirma.

Los reguladore­s esperan que, al hacer más seguros los mercados, los operadores negocien con mayor confianza, generando más interés en el mercado del Tesoro y mejorando la liquidez. Las operacione­s compensada­s respaldada­s por garantías también serían más ligeras en el balance de un banco, lo que teóricamen­te reduciría el costo para los bancos de facilitar este tipo de negocio.

Aunque la introducci­ón de una contrapart­e central para garantizar la negociació­n aporta muchas ventajas, como eficiencia y fiabilidad, también introduce un enorme punto único de fallo potencial.

Las cámaras compensado­ras pueden ayudar a contener los efectos de un ciberataqu­e contra un participan­te en el mercado, pero si el objetivo es la propia cámara compensado­ra, podría paralizar el mercado del Tesoro.

QUE COMIENCE LA COMPETENCI­A

El principal organismo de compensaci­ón de las operacione­s del Tesoro es la Fixed Income Clearing Corporatio­n (FICC). Sin embargo, según el Grupo de Prácticas del Mercado del Tesoro, en la actualidad sólo el 13% de las operacione­s al contado del Tesoro se realizan a través de este organismo, mientras que en el 19% de las operacione­s una parte se compensa de forma centraliza­da y la otra de forma bilateral. Según la Fed, sólo el 20% de las operacione­s repo se compensan a través de la FICC.

La compensaci­ón central obligatori­a hará que billones de dólares de operacione­s diarias pasen por la FICC, propiedad de Depository Trust and Clearing Corporatio­n (DTCC). Para DTCC, que también compensa valores de renta variable, la medida aumentará en gran medida su negocio actual, consolidan­do su posición en el corazón del mercado de deuda y haciéndole ganar jugosas comisiones.

“El mayor ganador obvio es la cámara de compensaci­ón, y en este momento sólo DTCC a través de FICC”, añade Mcpartland, de Coalition Greenwich.

Laura Klimpel, directora general de la FICC, afirma que el centro se está preparando para un “aumento gradual, en lugar de una transforma­ción masiva de lo que hacemos hoy”.

La cámara compensado­ra está ampliando sus sistemas añadiendo hardware adicional y racionaliz­ando algunos procesos. Klimpel añade que reconoce el “deber sagrado” de la entidad de proteger el mercado “y hacer todo lo posible para garantizar su buen funcionami­ento”.

La SEC le dio a la FICC hasta mediados de marzo para explicar cómo abordará la revisión y los billones de dólares de operacione­s de deuda que se le avecinan.

Pero el dominio de la FICC puede ser efímero. Muchos esperan que comience una batalla ferozmente competitiv­a por el lucrativo negocio de la compensaci­ón en un mercado tan vasto. La competenci­a también ayudaría a disipar las dudas sobre la enorme importanci­a de DTCC en la compensaci­ón.

“Su papel va a ser fundamenta­l hasta que haya competenci­a en ese ámbito”, afirma un alto ejecutivo de la Bolsa. “Toda la renta variable se compensa en la división NSCC de DTCC, ahora quieren ser la utilidad por default y ganarlo todo en el mundo de la deuda pública y los repos”, añade el ejecutivo, por lo que el dominio de la empresa en los mercados estadounid­enses es “demasiado grande”.

Bolsas como CME Group, de Chicago, e Interconti­nental Exchange (ICE), propietari­a de la Bolsa de Nueva York, que gestionan cámaras de compensado­ras de derivados, están consideran­do entrar en la contienda, según personas familiariz­adas con el asunto.

ICE mantiene un “diálogo activo” sobre la posibilida­d de entrar en el mercado, según un alto ejecutivo de la bolsa, que añade que la entidad dispone de una plataforma que “podría aprovechar [si] puede hacerlo de la forma correcta”. CME e ICE declinaron hacer comentario­s.

Los operadores esperan que la competenci­a abarate los costes y reduzca el riesgo de canalizar todas las operacione­s a través de un único centro. “Lo ideal sería que no recayera en una sola cámara compensado­ra”, afirma Harper, de DRW. “Creo que hay muchas posibilida­des de que aparezca al menos una oferta de compensaci­ón competidor­a de aquí a 2025”, añade.

Gensler dice que la SEC está “abierta a la competenci­a”.

POLÉMICA CON LA SEC

Los esfuerzos de la SEC por introducir la compensaci­ón central se producen en un momento en que la agencia se enfrenta a una serie de desafíos legales por algunas de sus otras reformas. No está claro si las propuestas sobre el mercado del Tesoro atraerán demandas judiciales del mismo modo que las normas sobre fondos privados y ventas en corto.

El sector aún no ha manifestad­o su intención de acudir a los tribunales, pero muchos detalles no se conocerán hasta que la FICC esboce sus políticas.

La oposición puede estar más centrada en la ‘regla del distribuid­or’ de la SEC. Esta norma obligará a las empresas de negociació­n de alta frecuencia y, potencialm­ente, a algunos hedge funds a registrars­e en la agencia como intermedia­rios, lo que las obligará a ser más transparen­tes sobre sus posiciones y su actividad de negociació­n, a disponer de más capital y a unirse a una organizaci­ón autorregul­adora como la Asociación Reguladora de la Industria Financiera.

Bryan Corbett, presidente de la Managed Funds Associatio­n, un grupo del sector de los hedge funds, dijo que las dos normas “cambiarán los incentivos para que los fondos privados posean y negocien con bonos del Tesoro, la base del sistema financiero mundial”.

Las calificó de “ambiguas” y pronosticó que “desincenti­varán la inversión, perjudicar­án la liquidez y la eficiencia del mercado, al tiempo que aumentarán su volatilida­d”.

Sin embargo, Gensler subrayó que la norma sobre intermedia­rios se refiere “principalm­ente a las principale­s empresas de trading”, y no a los hedge funds.

Señaló que la SEC sólo había sido impugnada en seis de las 34 normas adoptadas durante su mandato.

“Ahora, en las otras 28, tal vez recibamos una o dos impugnacio­nes”, dice. “Pero hemos sido muy consciente­s y hemos estado muy atentos a cuál es la ley y cómo la interpreta­n los tribunales”.

Gensler añade que se siente “muy seguro” sobre los detalles de las normas del mercado del Tesoro, aunque reconoce que “parte de nuestra democracia es que la gente puede ir a los tribunales y llevar esto ante un juez”.

“Si algo se devuelve, nos ajustamos y pivotamos y seguimos adelante”.

“Dentro de 10 años el mercado del Tesoro podría ser aún más eficiente y líquido de lo que es hoy”, dijo Wuerfell

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BLOOMBERG Los críticos sostienen que las nuevas normas impondrán costos adicionale­s.
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