El vino premium de Bulgheroni llegó a Japón y quiere crecer en Asia
Otronia es la bodega top de Avinea, el grupo de bodegas del empresario energético. Exporta el 65% de su producción. Para este año, apunta a elevar, al menos, un 10% sus envíos al exterior.
Después de haber llegado a Japón el año pasado, Otronia, la bodega premium del Grupo Avinea, el holding en el que el empresario energético Alejandro Bulgheroni agrupó sus negocios del vino, apuesta a incrementar su presencia en Asia durante 2024. Será el foco para incrementar sus exportaciones, para las que este año proyecta un crecimiento de entre el 10% y el 12 por ciento.
Avinea controla las marcas Argento, Cruz de Piedra, Pacheco Pereda y Cuesta del Madero en Mendoza, y Otronia, en una zona hasta ahora poco explorada para la producción vitivinícola de Chubut, cerca del límite con Santa Cruz. Es el mayor productor de vino orgánico de la
Argentina y exporta más de 3,6 millones de litros al año.
Otronia es la bodega más exclusiva del grupo, con etiquetas de más de $ 90.000 la botella. El año pasado, finalizó con una producción total de 90 millones de litros. Este año, proyecta llegar a 112,5 millones y apunta, sobre todo, al mercado externo.
“El 65% de lo que se produce se exporta mientras que el 45% restante es para el mercado local. Estamos presentes en 27 países y sumamos nuevos mercados año tras año. La gran hazaña de 2023 fue la incorporación de Japón”, explicó Máximo Rocca, director comercial de Otronia.
Hoy, los mercados del mundo buscan vinos más livianos y con menor graduación alcohólica. Los vinos blancos encabezan la lista junto al Pinot Noir, uno de los varietales de moda de Europa, los Estados Unidos y Asia.
“El 50% de lo que exportamos es Pinot Noir. Al tratarse de vinos que se hacen en temperaturas muy bajas, por la zona en donde se cosechan, su graduación alcohólica es baja y responde a la necesidad del nuevo consumidor”, ejemplificó Rocca.
En 2023, la compañía logró incorporar dos clientes claves: Japón y Perú. “Se trata de dos grandes consumidores de vinos blancos y varietales suaves”, describió Rocca.
Actualmente, la bodega está a la mitad de su capacidad productiva. “El plan es crecer entre un 10% y un 12% en los mercados del exterior, sumando nuevos jugadores claves”, ejemplificó.
Otronia tiene una capacidad de producción de 50.000 cajas de seis botellas por año, lo que equivale a 225 millones de litros entre todas sus etiquetas.
“Nuestros principales compradores en el exterior son los Estados Unidos, Brasil y el Reino Unido. Pero estamos sumando nuevos mercados constantemente. Asia es un gran objetivo para este año”, agregó el ejecutivo, durante un encuentro con periodistas.
La apuesta de la bodega es ambiciosa, si se tiene en cuenta el contexto que atraviesa la industria. La Argentina inició su tercer año consecutivo con caída de exportaciones de vino. Según los datos del Instituto Nacional Vitivinícola (INV), en los dos primeros dos meses del año, despachó 27,9 millones de litros, un 8,8% menos que el mismo periodo del año pasado.
En 2023, la venta de vino al exterior acumuló una baja del 25,7%. En 2022, la caída había sido del 21,2%, según el INV.