Macri impulsa la creación de un fuero laboral porteño para reducir plazos
Son tres proyectos que se trabajan con equipos del ministerio local y llegarían esta semana a la Legislatura. Buscan dinamizar el proceso de litigio tomando modelos que ya se aplican con éxito
El jefe de Gobierno porteño pone primera con una de sus promesas de campaña que ya había anunciado en su discurso del 1 de marzo y reiteró el pasado martes en el marco del Amcham Summit: dotar a la Ciudad de su propia Justicia de forma integral. El primer paso serán una serie de proyectos que desembarcarán en la Legislatura esta semana para crear el fuero laboral, una iniciativa que genera resistencias en la oposición local si bien aún no han tomado una postura oficial a la espera de conocer la letra chica de los proyectos.
En rigor se trata de tres proyectos que se trabajan en el Ministerio de Justicia de la Ciudad, a cargo de Gabino Tapia. Uno de ellos consiste en la creación del fuero laboral como tal; el segundo, elabora un Código de Procedimientos moderno y el tercero un Servicio de Conciliación Laboral como instancia previa para las partes antes de llegar a los tribunales.
Para Macri es, además, un primer sello con el que quiere dejar su huella en la gestión porteña a 30 años de la reforma constitucional que dotó de autonomía a la Ciudad.
El aspecto más complejo es que la puesta en funcionamiento de un fuero laboral nuevo necesita de nuevas estructuras y cargos por concursos y los recursos para su funcionamiento. Ambas cuestiones no representarían un obstáculo si la vía utilizada fuera la del convenio de traspaso desde el ámbito nacional.
El proyecto que elabora el Ejecutivo de Jorge Macri plantea la creación de 8 a 10 juzgados laborales y dos salas de apelación en segunda instancia. Si bien se decidió arrancar por el laboral, todos los proyectos sobre los fueros restantes se están encaminando desde el Ejecutivo con equipos específicos, aseguran en la Ciudad.
Arrancar por el laboral es también una señal de Macri. Si bien la Justicia porteña debe adecuarse a los códigos nacionales, cree que se pueden agilizar los tiempos de resolución de conflictos para procesos que
El oficialismo no la tiene sencilla porque depende de otros bloques. Hoy UP no tiene postura unánime
demoraran siete años con consecuencias económicas para las partes.
Para generar una Justicia “más dinámica y moderna”, se inspiran en los modelos de Brasil y España, e incluso algunas provincias, en aspectos como la digitalización de expedientes y pruebas y las audiencias virtuales.
En la Legislatura porteña, no obstante, el oficialismo no la tiene sencilla porque depende de otros bloques. Hoy, el principal adversario, Unión por la Patria, no tiene postura unánime. Ante la consulta de El Cronista, sostuvieron que, a priori, consideran necesario que exista una Justicia nacional del trabajo y que cualquier fuero que se agregue a nivel local debería ser para casos individuales.
Así y todo, reconocen que hay matices y que se debe esperar la letra de los proyectos.
AJavie Milei no le interesa la aprobación del DNU 70/2023 que está vigente desde diciembre. Lo que le molesta es el rechazo, un rechazo que no tuvieron los decretos que Alberto Fernández dictó en pandemia.
Lo que expuso la sesión fue la falta de coordinación entre el Congreso y Casa Rosada. Y en el despacho de la vicepresidenta Victoria Villarruel aún dudan si Milei habilitó o no la liberación del ejército de trolls en su contra. Se estima que unas 50.000 cuentas verificadas –con mayor efecto nocivo– se disparan desde el Salón de los Patriotas con apoyo desde la India. Les temen gobernadores y opositores que sin la habilidad ni los u$s 200 dólares que cuesta cada una carecen del poder de defensa.
Como los sufrió Lali Espósito y el gobernador chubutense Ignacio Torres, esta semana fue el turno de Villarruel; del radical Martín Lousteau y de la senadora de Chubut Edith Terenzi que denunció haber sido amenazada de muerte. Los 42 senadores que votaron en contra fueron escrachados en las redes sociales incluso por el Presidente y sus cuentas oficiales.
Villarruel, que encabeza la mayoría de los sondeos de imagen positiva, grabó un mensaje al término de la sesión. En un solo intento le habló a los votantes en general y a quienes le desconfían en La Libertad Avanza. “Soy leal”, expresó al mismo tiempo que subrayó que ella no es Cristina Fernández de Kirchner, una comparación que ya había usado cuando ordenó retirar el busto de Néstor Kirchner.
Ella no siente que haya traicionado a Milei. En diciembre avisó que no estaban los votos para defender el DNU y volvió a advertírselo la semana pasada a Santiago Caputo. Aseguran que incluso pidió que el jefe de gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, comprometieran a los gobernadores y les garantizaran una tregua hasta el Pacto de Mayo o al menos de un par de semanas. Tampoco fue escuchada Villarruel cuando sugirió que los ministros aceptaran la citación de la Bicameral de Trámite Legislativo o enviaran una explicación por escrito para demorar el tratamiento en el recinto. Hasta la noche del miércoles ofreció a los senadores una reunión con el ministro Francos y llamó a varios gobernadores.
Tras la derrota, Francos convocó a los diputados del PRO a su despacho y redobló la ronda de consulta con los mandatarios provinciales. También consiguió que Rodrigo de Loredo (UCR Córdoba) y Nicolás Massot (Hacemos Coalición Federal) comprometieron su voto y que el gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, y el correntino, Gustavo Valdés, armaran un virtual golpe contra Lousteau, presidente de la UCR que votó contra el DNU. Ambos firmaron un comunicado junto al chaqueño Leandro Zdero; el jujeño Carlos Sadir; y los jefes de los bloques parlamentarios, De Loredo y Eduardo Vischi. “Queremos un cambio en el país y una UCR moderna” titularon el texto en el que aseguraron que apoyan los cambios en marcha aunque solicitaron consenso.
Curiosamente hubo un gobernador que no firmó: el santafesino Maximiliano Pullaro que se concentra en la lucha contra el narcotráfico al punto que hasta valoró públicamente al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, la ayuda que envió a Santa Fe el viernes pasado.
Como Lousteau en la UCR, Pullaro fue electo gobernador en contra de los líderes de Juntos por el Cambio. Sólo Lousteau lo respaldó en lo más álgido de la campaña cuando su adversaria interna, la senadora Carolina Losada, y la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, –más los trolls– lo acusaron de tener vínculo con los narcotraficantes.
“Puertas adentro todos dicen que es una barbaridad pero después votan distinto”, se quejó Lousteau. Sólo lo imitaron el fueguino Pablo Blanco y la senadora radical de Chubut. No fue azarosa la frase: días atrás reunió a la mesa del Comité Nacional en un zoom que duró de tres horas. Sólo la