El bullrichismo tensó la interna con Macri hasta el final
Disconformes con los lugares que los representantes del expresidente le ofrecieron, los negociadores de Bullrich rompieron el principio de acuerdo en vísperas del cierre del plazo legal
Disconformes con los lugares que los representantes de Mauricio Macri le ofrecieron a quienes negocian por Patricia Bullrich, Juan Pablo Arenaza y Pablo Walter plantearon en la noche previa al cierre de listas de ayer que la ministra de Seguridad estaba dispuesta a competir con nómina por la conducción del PRO, cuyo plazo legal para la presentación de listas vencía a las 23.59 de anoche. Eso avivó las tensione en la última jornada de plazo legal.
La base del acuerdo que tejieron Fernando De Andreis y Humberto Schiavoni se asentaba en la titularidad del expresidente, algo que nadie había cuestionado. El fundador de PRO retomaría su lugar acompañado por Soledad Martínez, intendenta de Vicente López como representante de la provincia de Buenos Aires, el distrito de mayor peso electoral.
La gente de Bullrich pidió la vicepresidencia 2º para Damián Arabia, y la presidencia de la Asamblea partidaria para la ministra. El macrismo no estaba de acuerdo ayer, pero terminaría aceptándolo. Aunque el problema surgió cuando el bullrichismo exigió, también, mayoría en la integración de la Asamblea. Al cierre de esta edición y luego de escalar en tensiones, todo parecía encaminado finalmente a un acuerdo.
“Nos tratan como si fuéramos un grupo más dentro del PRO, como la gente de Cristian Ritondo, de María Eugenia Vidal, de Diego Santilli, pero nosotros no solo ganamos la interna del partido sino el rumbo que quiere darse nuestro electorado, así que no aceptamos que nos traten como uno más”, decían cerca de Bullrich. Pretenden, de hecho, tener incidencia directa en la elección de los candidatos para las listas que -anticipan- se conformarán con LLA.
La posición del macrismo era exactamente contraria. “Mauricio quiere el PRO para tener decisión sobre el rumbo del partido y las candidaturas del año próximo”, comentan cerca del expresidente. Se dicen fastidiados porque “hace dos semanas Bullrich no quería saber nada con el PRO, ahora resulta que quiere manejar todo. Parecen esos chicos caprichosos: lo que ve, lo quiere”. Tal es una de las críticas a la ministra que se escuchó en algunos círculos partidarios.
Quien quedó por fuera de toda aspiración es Horacio Rodríguez Larreta, el exjefe de Gobierno porteño que, tras perder la interna y ser motivo de desprecio de parte de Javier Milei, prefiere mantenerse alejado de la actual conducción. Aseguró que “no me voy del PRO”, pero espera estar lejos de este momento del partido que fundó, junto a Macri, a la espera de nuevos tiempos en la política.
En este sentido, la apuesta de Macri de llevar a la intendenta de Vicente López en su “fórmula” es parte del proyecto que el expresidente tiene en mente para el PRO que, por primera vez, decidió presidir. Y eso implica fortalecer la alianza que tiene con su primo, Jorge Macri, su candidato en la Ciudad, para que lidere el partido porteño.