Atentado en Moscú: con Rusia de luto, se reabre el debate sobre la pena de muerte
El ataque perpetrado por integrantes del Estado Islámico ya causó 137 víctimas fatales y 182 heridos. Más de 100 permanecen hospitalizadas. Ucrania negó cualquier vínculo
Rusia arrió las banderas a media asta ayer en señal de luto e imputó a cuatro hombres acusados de matar a tiros a decenas de personas en un concierto a las afueras de Moscú en la noche del viernes, en el atentado más mortífero que sufre el país en dos décadas.
El presidente Vladimir Putin declaró el domingo día de luto nacional tras comprometerse a castigar a todos los responsables del atentado, en el que murieron 137 personas, entre ellas tres niños, y 182 resultaron heridas.
Más de 100 personas permanecen hospitalizadas, algunas en estado grave. Un video mostró a un Putin de aspecto sombrío encendiendo una vela en una iglesia de su residencia a las afueras de Moscú por la noche para honrar a los fallecidos.
Durante todo el día, la gente depositó flores en el Crocus City Hall, la sala de conciertos con capacidad para 6200 personas situada a las afueras de Moscú donde cuatro hombres armados irrumpieron justo antes de que el grupo de rock de la era soviética Picnic interpretara su éxito “Afraid of nothing”.
Estado Islámico reivindicó la autoría del atentado, pero Putin no ha mencionado en público al grupo militante islamista en relación con los atacantes, que, según dijo, intentaban huir a Ucrania. Kiev niega haber participado en el atentado.
El tribunal del distrito de Basmanny, en Moscú, acusó a cuatro sospechosos de actos de terrorismo en relación con el atentado y los nombró: Dalerdzhon Mirzoyev, Saidakrami Rachabalizoda, Shamsidin Fariduni y Muhammadsobir Fayzov, según fuentes de los tribunales moscovitas.
Los cuatro, identificados por los medios rusos como ciudadanos de la ex república soviética de Tayikistán residentes en Rusia, permanecerán en prisión preventiva hasta el 22 de mayo. Tres se declararon culpables de todos los cargos.
DETENIDOS
Tras la difusión en las redes sociales de brutales videos no verificados de los interrogatorios de los sospechosos, los medios rusos publicaron imágenes de la sala del tribunal en las que se veía a un sospechoso en silla de ruedas al que aparentemente le faltaba un ojo, a otro con una venda donde debería estar su oreja derecha, a otro con un ojo morado y una bolsa de plástico rasgada alrededor del cuello.
Un cuarto sospechoso tenía la cara hinchada, parecía desorientado y luchaba por mantener los ojos abiertos.
El atentado fue el más letal en territorio ruso desde el asedio a la escuela de Beslán en 2004, cuando militantes islamistas tomaron como rehenes a más de mil personas. Esa vez murieron más de 300 personas, más de la mitad de ellas niños.
Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, declaró que Rusia perseguiría a los autores de la matanza sean de donde sean y sean quienes sean. Antes se refirió a la necesidad de enfrentarse “a la muerte con la muerte”, y algunos legisladores empezaron a debatir si debe reintroducirse la pena de muerte.
Por todo Moscú, las vallas publicitarias mostraban la imagen de una sola vela, la fecha del atentado y las palabras “Estamos de luto”. Países de todo el mundo expresaron su horror por el atentado y enviaron condolencias al pueblo ruso.
El servicio de seguridad ruso FSB dijo que los atacantes tenían contactos en Ucrania y fueron capturados cerca de la frontera. Ni Putin ni el FSB presentaron en público ninguna prueba de su relación con Ucrania, país con el que Rusia está en guerra desde hace 25 meses. El mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que es típico de Putin y “otros matones” tratar de desviar la culpa.
El portavoz de la inteligencia militar ucraniana, Andriy Yusov, declaró a Reuters: “Por supuesto, Ucrania no está implicada en este atentado terrorista. Ucrania está defendiendo su soberanía de los invasores rusos, liberando su propio territorio y está luchando contra el ejército y los objetivos militares de los ocupantes, no contra civiles”.
FRANCIA EN ALERTA
El gobierno francés elevó al máximo el nivel de alerta terrorista tras la matanza de Moscú, según anunció el primer ministro, Gabriel Attal, tras reunirse con altos cargos de seguridad y defensa junto al presidente, Emmanuel Macron.
Attal dijo en una publicación en la red social X que la decisión, que llega meses antes de que París acoja los Juegos Olímpicos, se tomó “a la luz de la reivindicación del Estado Islámico del ataque (de Moscú) y de las amenazas que pesan sobre nuestro país”.
El sistema de alerta terrorista francés tiene tres niveles, y el más alto se activa tras un atentado en Francia o en el extranjero o cuando se considera inminente la amenaza de uno.
Autoridades del Consejo de Seguridad ruso plantearon que debe enfrentarse “la muerte con la muerte”
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