Qué pasará con las tasas de interés de EE.UU: las nuevas proyecciones de los mercados
Los traders creen que las tasas no bajarán tanto como se había previsto, debido a la fuerza de la economía estadounidense y la expectativa de un mayor gasto público en un año electoral
Los inversores creen que las tasas de interés de Estados Unidos se mantendrán significativamente por encima de las propias estimaciones de la Reserva Federal al final de un inminente ciclo de recorte de tasas, mientras que los mercados se centran cada vez más en dónde se asentarán los costos de endeudamiento.
La probabilidad en el mercado de la tasa de interés de referencia de la Fed se sitúa en torno al 3,6% a partir de 2027, lo que hace que las predicciones de los operadores para la llamada tasa final sean muy superiores a las previsiones del banco central del 2,6% en su proyección “a más largo plazo”.
Las apuestas de los inversores por tasas de interés más altas a largo plazo se producen después de que la fuerza de la economía estadounidense los haya llevado a reducir sus expectativas de amplios recortes de las tasas de interés este año. Los rápidos avances en inteligencia artificial y los altos planes de gasto público han impulsado las previsiones de que las tasas no bajarán tanto como se había previsto.
“Los mercados creen que es probable que la tasa final sea más alta en relación con la Fed y la historia reciente”, sostiene Guillermo Felices, analista de inversión global de PGIM Fixed Income.
“La clave es que el mercado está revisando las perspectivas de crecimiento económico a largo plazo en el contexto de las nuevas expectativas sobre la productividad – impulsadas por la inteligencia artificial y el potencial de un mayor gasto fiscal”, añade.
Las previsiones de la llamada tasa de interés neutral –el nivel en el que la economía funciona con pleno empleo manteniendo la inflación cerca del objetivo del 2% de los bancos centrales– han pasado a primer plano mientras la mayoría de los grandes bancos centrales empieza a plantearse recortes en las tasas de interés.
La inflación de EE.UU. superó las previsiones de los analistas en enero y febrero, y el sector manufacturero estadounidense creció inesperadamente en marzo por primera vez desde 2022. El mes pasado, la Fed elevó su estimación de la tasa de interés a largo plazo del 2,5% al 2,6%.
Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland y miembro con derecho a voto del Comité Federal de Mercado Abierto [FOMC, por sus siglas en inglés], aseguró el martes que había mejorado su propia estimación del 2,5% al 3%, gracias a la resistencia de la economía estadounidense.
Aun así, el banco central mantuvo su previsión de tres recortes de tasas de 0,25 puntos porcentuales este año. El presidente de la Fed, Jay Powell, aseguró que no creía que las recientes lecturas de la inflación hubieran “cambiado la narrativa general” de que las presiones sobre los precios se estaban relajando hasta el 2%.
Sin embargo, en los dos últimos meses, un indicador que se sigue muy de cerca sobre las expectativas de inflación a largo plazo en EE.UU., la tasa de inflación interanual a cinco años, se ha mantenido en un estrecho rango de negociación en torno al 2,2% . Esta tasa es la valoración que hacen los mercados del crecimiento anual de los precios durante la segunda mitad de la próxima década.
Jan Hatzius, economista jefe de Goldman Sachs, pronosticó que la tasa final de EE.UU. se situaría entre el 3,25% y el 3,5%, y que la Fed tenía “un poco de sesgo de statu quo”. Aunque la Fed ha ido subiendo las previsiones de tasas a largo plazo, lo ha hecho “más gradualmente de lo que yo habría pronosticado”, reconoció Hatzius.
Andrew Balls, responsable de inversiones de renta fija global de Pimco, afirmó que el precio de mercado del 3,6% era superior a sus expectativas de tasa final.
Señaló que las expectativas del mercado pueden cambiar.
En diciembre, el precio de las tasas en EE.UU. a cinco años cayó por debajo de 3,2%, cuando los alentadores datos de inflación desencadenaron una ola de apuestas a que la Fed comenzaría a recortar las tasas antes de lo previsto.
“Creemos que muchos de los factores que impulsan las bajas tasas de interés de equilibrio se mantienen”, dijo Balls.
Al igual que en EE.UU., los mercados prevén que la tasa de interés del Banco de Inglaterra (BOE) se sitúe entre el 3,25% y el 3,5%, una cifra bastante superior al 1% de la década anterior a la pandemia.
Los precios para el Banco Central Europeo, que tiene una tasa de referencia del 4% y fue negativo entre 2014 y 2019, se sitúan entre el 2% y el 2,25% de 2027 a 2029, coincidiendo con las expectativas del mercado para la inflación a largo plazo, lo que implica expectativas de poco o ningún crecimiento.
A diferencia de la Reserva Federal, el BOE y el BCE no publican predicciones sobre las tasas de interés a largo plazo. Las expectativas de inflación a largo plazo implícitas en el mercado de los tres bancos centrales se han mantenido en general ancladas en los dos últimos años entre el 2% y el 2,6%.
Holger Schmieding, economista de Berenberg, sostiene que la inflación en Europa es “estructuralmente más alta que en el pasado” y que el impacto del cambio demográfico –mayores demandas salariales y menos trabajadores– y el costo actual de la protección del clima, el gasto en defensa y la reestructuración de las cadenas de suministro están afectando a la inflación.
“Una tasa de inflación núcleo más alta significa que la tasa nominal del banco central debe ser más alta”, sentenció.
Felices, de PGIM, espera que las tasas sean más bajas en Europa que en EE.UU. debido a su crecimiento “anémico”. “La gran pregunta es si la fijación de precios para el Reino Unido es correcta. La narrativa de la productividad ha sido desalentadora...”.
Jan Hatzius, economista jefe de Goldman Sachs, prevé que la tasa de la Fed se sitúe en torno al 3,5 este año