La Argentina pasaría el examen del GAFI, pero con muy poco margen
Aunque no hubo objeciones con el desempeño de los bancos, ya que su actividad es en blanco, sí presentaron quejas por la economía en negro. El calendario para la calificación del país
La delegación del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) le tomó examen a todo el establishment financiero de la Argentina durante todo el mes pasado, para establecer si la Argentina debe descender o no a la lista negra de los países financieramente más peligrosos del mundo.
Según pudo saber El Cronista en fuentes involucradas con este tema, el país pasará el examen, pero raspando, llegando a un “4 con lo justo”, que va a ser liberador. El resultado final oficial recién se conocerá oficialmente hacia octubre próximo.
En caso de cumplimiento mayoritariamente parcial o no cumplido, el país podía llegar a ser incorporado en la lista gris o en la negra. Esto sería consecuencia de la definición de un país permeable al lavado de activos o la financiación del terrorismo. Por ende, poco confiable para el mundo financiero.
La gran queja que presentó el GAFI luego de su visita fue el monumental flujo en negro de la economía que alimenta futuros blanqueos y más fondos sin declarar. “Mencionan que se trata de una dinámica insostenible. No alcanza con resoluciones de emergencia de la UIF o mayor rigurosidad de la CNV. Este barco tiene más filtraciones que el Titanic -ironiza una fuente que conoce las idas y venidas de la relación con el GAFI- desde el punto tributario y no hay ningún juicio en esa materia”, remata.
No hubo reparos sobre el desempeño de los bancos, ya que toda su actividad es en blanco, pero sí quejas por la actividad en negro, potente, con flujos que se renuevan todos los años, con una fuerte evasión impositiva, y no hay ninguna persona castigada en serio por el sistema judicial por este tipo de delitos.
Jorge Paternó, asesor externo de Criteria WM SA, señala que la Argentina ha tomado una serie de medidas para obtener un resultado favorable en la evaluación del GAFI, que incluyeron la evaluación nacional de riesgos, la sanción de la ley que introduce modificaciones en el lavado de activos para incluir nuevos sujetos obligados ante la UIF, como los proveedores de activos virtuales, y se reformularon resoluciones de la UIF que aplican a distintos sectores.
A su criterio, es vital que la Argentina tenga un resultado positivo en el examen del GAFI porque, de lo contrario, implicaría consecuencias negativas no sólo para el sector público, sino también para el privado. Por ejemplo, tener nuevas limitaciones para el otorgamiento de créditos de organismos internacionales, mayores restricciones para ingresos de capitales por parte de inversores del exterior, y aumentos del control regulatorio por parte de entidades financieras y reguladores del exterior para empresas argentinas. Esto generaría mayores costos administrativos y financieros para el desarrollo de sus actividades comerciales.
En cuanto al equipo evaluador del GAFI, está integrado por representantes del Banco Mundial, tres representantes de las secretarías ejecutivas de esa entidad y uno del GAFILAT, que es el encargado de elaborar un informe independiente que contenga análisis, conclusiones y recomendaciones sobre el cumplimiento de las normas del organismo en nuestro país. La revisión resulta de enorme relevancia para el acceso a los mercados financieros internacionales, para la atracción de inversiones y para tener menores costos transaccionales. El proceso se prolongará hasta octubre, cuando el Plenario del GAFI debata en París el denominado Informe de Evaluación Mutua de la Argentina.