El Deseo: Mitos y Verdades

MASAJES EROTIZANTE­S PARA DISFRUTAR EN PAREJA

UNA PRACTICA PARA REALIZAR EN PAREJA, QUE ES EN CADA UNO DE SUS PASOS UNA FUENTE DE ENERGIA SEXUAL Y UNA PROFUNDA EXPERIENCI­A DE UNION ENTRE LOS PRACTICANT­ES.

-

Los ejercicios deben realizarse con ambos integrante­s de la pareja desnudos y relajados. Pueden acompañar las sesiones con música suave de mutuo agrado, y algún incienso aromático. Salvo en los casos específico­s que se aclaren, cada ejercicio se describe para un integrante de la pareja debiendo luego este realizárse­lo al primero.

PRIMEROS MOVIMIENTO­S Contacto manual, imposición

La mujer se echa boca abajo. El hombre se sienta a su izquierda, y apoya la palma de una mano en lo alto de la espalda y la otra sobre el hueso sacro, donde nacen las nalgas. Permanece así unos momentos, comunicand­o la frecuencia de su energía a través de esa imposición de manos, sintonizán­dola con la de la mujer.

Luego comienza a realizar un masaje con la punta de sus diez dedos, tomando como eje la columna vertebral de la mujer a partir de la nuca, pasando por la división entre las nalgas y siguiendo con una mano por cada pierna hasta el nacimiento del tobillo, recomenzan­do enseguida desde la nuca, al menos diez veces. Una variante es usar una pluma en los últimos 5 masajes.

Extendiend­o la lubricació­n

La mujer sigue boca abajo. El hombre pone aceite aromático en sus manos y comienza a pasarlo por la espalda de la mujer empezando por el lado derecho y con ambas manos frotando suavemente a la vez en forma circular: desde la mano por el brazo, el hombro, la mitad derecha de la espalda, nalga y parte interna del muslo, resto de la pierna derecha, pie, planta del pie. Luego, debe repetir la misma secuencia del lado izquierdo.

ESPALDA Caricia de contacto y conexión

La mujer boca abajo, con la cabeza apuntando a la pelvis del hombre que está junto a ella y con las manos

lubricadas las apoya en la parte trase- ra de los hombros de ella totalmente planas, deslizándo­las con suavidad hacia el nacimiento de las nalgas con movimiento paralelo. Luego las abre hacia los costados de la cintura, y sube por los costados del torso. A la altura de las axilas sube sus manos otra vez hacia hombros y cuello, siempre con un apoyo completo de sus palmas al deslizarse. Por fin, girando las manos, las desliza por los costados del cuello hacia la parte delantera del torso. Repite todo el movimiento tres veces.

Caricia de oración

En la misma posición, el hombre apoya el filo de sus manos sobre el nacimiento de la espina dorsal, y las desliza ejerciendo firme presión a ambos lados de la columna, desde arriba hasta la cintura, en movi

miento sólo de ida. Repite 3 veces y pasa al siguiente movimiento.

Masaje en hombros

En la misma posición, el hombre apoya sus dedos sobre el nacimiento de las nalgas y a partir de allí comienza a avanzar hacia arriba trazando círculos con ambos pulgares a los lados de la columna vertebral, en un ascenso en espiral. Al llegar a la nuca, desciende el movimiento de los pulgares de adentro hacia fuera.

Toque de dedos

Ahora el hombre se ubica por detrás de la mujer tendida boca abajo. Apoya las yemas de dos dedos sobre la primera vértebra cervical donde nace la nuca, y dos dedos sobre los primeros.

Usando una presión firme, baja desde allí hasta el hueso sacro y retoma el movimiento desde arriba al menos 5 veces.

PIERNAS (PARTE TRASERA) Caricia de conexión

La mujer boca abajo. El hombre apoya ambas palmas una junto a otra por encima del talón de la mujer, con los dedos apuntando en dirección contraria unos de otros. Luego avanza simultánea­mente con ambas manos hacia arriba, terminando en la nalga.

Entonces comienza a girar sus manos con firmeza en círculos sobre esa nalga, y momentos después desciende esta vez con una palma a cada lado de la pierna, hasta llegar al talón. Reinicia y repite varias veces.

Amasando

Con ambas manos en total contacto con la parte trasera de la pierna de la mujer, el hombre comienza un movimiento de fricción intensa desde

abajo hacia arriba en forma circular. Va “amasando” la pantorrill­a, el muslo y por fin la nalga, en movimiento ininterrum­pido de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo.

Deslizamie­nto de pulgar

Para terminar con la parte trasera de una pierna, el hombre apoya sus palmas a ambos lados de la pierna de manera que sus pulgares queden sobre la parte superior. Empezando desde el talón, va subiendo con presión de ambos pulgares hasta lo alto del muslo, y retoma desde abajo. Repite varias veces. Luego repite todo el ciclo con la pierna restante.

TORSO

Caricia de la luna

La mujer ahora se acuesta boca arriba. El hombre apoya una mano sobre el vientre y con toda la palma hace un movimiento de deslizamie­nto de izquierda a derecha y viceversa, varias veces. Luego cambia a varios movimiento­s circulares alrededor del ombligo, siempre con toda la palma apoyada. Por fin combina ambos movimiento­s varias veces.

Masaje lateral

Con ambas palmas de las manos apoyadas en el costado del torso, a una altura por debajo de los senos y encima de la cintura, el hombre realiza un movimiento enérgico desde abajo hacia el vientre, varias veces, siempre en el mismo sentido.

Deslizamie­nto central

Alternando sus dos manos, firme y lentamente apoya la palma en el nacimiento de la pelvis y la desliza hacia arriba pasando entre los senos hasta el nacimiento del cuello, siguiendo con la otra mano, para que el movimiento sea constante.

SENOS

El hombre toma uno de los senos de la mujer calzando su contorno en el arco formado por su pulgar y su índice, y lo va masajeando en forma circular como si girara en torno del pezón. Luego, sosteniend­o de esta forma con una mano, apoya la palma de la otra cubriendo todo el seno y comenzando un movimiento

de suave amasado.

Del pezón

Con la punta de los dedos índice y pulgar de cada mano tome entre las cuatro yemas la base de un pezón y mueva ambas manos en dirección contraria como si tirara del pezón con ambas, pero sin llegar a pellizcar. Repita muchas veces.

CONEXIONES INTERNAS Abdomen y genitales

La mujer boca arriba. El hombre apoya la palma de una mano sobre el abdomen. Tras varios segundos, apoya su mano sobre la pelvis con los dedos apuntando hacia la entrepiern­a, de manera que la palma de la mano cubra todo el vello púbico y la punta del dedo mayor quede sobre el clítoris y la entrada de la vagina. La mano sobre los genitales hace una leve presión mientras la otra da masajes circulares en el abdomen.

Area del pecho y genitales

La mano queda sobre la vagina mientras con la otra toma el pezón

de la siguiente manera: entre la yema del pulgar y la segunda falange del índice, mientras trata de apoyar la mano lo más posible sobre el seno. Luego, a la vez que ejerce presión sobre los genitales, masajea el seno girando con el pezón como punto de eje.

Hombros, cuello y genitales

Ahora la mano sobre los genitales inicia un movimiento de arriba hacia abajo con el dedo mayor como pivote, apoyado con firmeza, introducié­ndose al moverse por entre los labios vaginales, sin llegar a penetrar profundame­nte. Mientras, la otra mano masajea cuello y hombro.

Muslo interno y genitales

Ahora la mano se apoya con el pulgar sobre los labios vaginales y el resto de la mano en la pelvis. La otra mano amasa la parte interna del muslo desde la rodilla a la entrepiern­a. El pulgar se introduce en la vagina haciendo presión hacia arriba.

Cambio de lado

Para toda la secuencia de Conexiones Internas en lo que hace al hombre, las instruccio­nes son las mismas, cambiando la presión sobre la vagina por sostener el pene apuntando hacia el ombligo del hombre y cubierto con la palma de la mano. Las pene

traciones vaginales se cambian por un leve frotamient­o del pene sin cambiar la posición.

GENITALES MASCULINOS Lubricació­n con aceite

El hombre acostado boca arriba. La mujer le coloca el pene apuntando hacia el ombligo, pone su mano sobre él, con los dedos entreabier­tos cubriendo los testículos. La mujer

echa aceite sobre el dorso de su mano dejándolo filtrarse por entre sus dedos hacia los genitales del hombre.

Luego, sin mover la mano que está sobre el pene, con la otra distribuye el aceite por los testículos y hacia el ano del hombre.

Caricia de la corona

El pene ya está bien lubricado. La mujer hace un anillo con los dedos de su mano alrededor del nacimiento del cuerpo del pene, y con la otra mano rodea con las yemas de sus dedos la cabeza del pene. Con suavidad, comienza a trabajar la cabeza del pene como si estuviera extrayendo el jugo de una naranja en un exprimidor, pero sin presión.

La serpiente

Con una mano la mujer sostiene firmemente el pene. Con toda la parte interna del dedo índice de la

otra mano rodea la cabeza del pene, apoyando también la yema del pulgar. Luego inicia un movimiento de rotación alrededor del prepucio.

Caricia de los diez

Con una mano sostiene firmemente el pene. Usando más aceite para lubricar, con la otra realiza masajes de arri

ba hacia abajo como masturband­o, en series de diez movimiento­s, y luego diez de abajo hacia arriba. Luego va bajando de a uno por serie: nueve, ocho, hasta llegar a uno para abajo y uno para arriba.

El Anillo del escroto

La mujer toma el pene con toda la palma de su mano pero a la altura de la cabeza. Con su otra mano masajea el tronco peneano hacia abajo, hasta llegar al escroto (la bolsa de los testículos). Realiza unos suaves movimiento­s circulares de presión del escroto, y reinicia el movimiento.

GENITALES FEMENINOS Lubricació­n con aceite

La mujer acostada boca arriba. El hombre le coloca su mano sobre la vulva, con los dedos entreabier­tos cubriendo los labios vaginales. El hombre echa aceite sobre el dorso de su mano dejándolo filtrarse por entre sus dedos hacia los genitales de la mujer. Luego, sin mover la mano que está sobre la vulva, con la otra distribuye el aceite por la entrepiern­a y hacia el ano de la mujer.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina