El Brexit le sigue dando problemas a Londres
Más de tres años después de abandonar la UE, el Reino Unido anunció que no eliminará todas las leyes del bloque este año
El pasado 31 de enero, se cumplieron tres años desde que el Reino Unido abandonó formalmente la Unión Europea. Sin embargo, pese al largo tiempo que ha transcurrido, los problemas continúan para Londres.
Este miércoles, el Gobierno británico anunció que ya no tiene la intención de eliminar todas las leyes de la Unión Europea para fines de este año.
El gobierno de Rishi Sunak comunicó que enmendaría la legislación que actualmente se está tramitando en el Parlamento para proponer revocar hacia fines de 2023 solo alrededor de 600 de las casi 4.000 leyes de la UE que aún están vigentes.
La Ley Retenida de la UE (REUL) tenía como objetivo eliminar automáticamente cualquier ley restante de la UE a fines de este año, a menos que se eligiera explícitamente para ser salvada.
El ministro de Negocios y Comercio, Kemi Badenoch, dijo que “el Gobierno presenta una enmienda que reemplazará la extinción actual del proyecto de ley con una lista de las leyes de la UE retenidas que tenemos la intención de revocar”.
Además, detalló que 1.000 leyes de la UE ya han sido revocadas o reformadas desde que el Reino Unido abandonó la UE y otras 500 serían revocadas por
dos proyectos de ley que están en proceso de aprobación en el Parlamento.
Por otra parte, las restantes normativas seguirán teniendo vigencia hasta previo aviso. Para el Gobierno la rápida eliminación generaría “vacíos legales” aún no resueltos por normas locales.
Así, el Reino Unido continúa sumando problemas desde que abandonó el bloque comunitario: mientras la City de Londres sigue perdiendo poder, a mediados del año pasado el laboratorio de ideas británico Centre for
European Reform estimó que la economía era 5,5% menor de lo que podría habría sido si el país todavía hubiese formado parte de la UE.
Y, como si esto no fuese suficiente, Sunak sigue intentando mantener dentro del Reino Unido a Escocia e Irlanda del Norte: mientras que el primer país exige un nuevo referéndum de independencia, ya que no quería abandonar la UE, el segundo sigue quejándose de que los acuerdos entre Londres y Bruselas lo alejan de la Corona.