La ley Ómnibus avanza en el Congreso en un clima de dispersión de voluntades
La Libertad Avanza recibió el apoyo de los legisladores dialoguistas, pero en el seno de los bloques hay disidencias respecto a la ley. El proyecto continúa perdiendo artículos a medida que avanza el debate
El debate en el recinto por la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos comenzó esta semana en un clima de polarización en el Congreso. Todas las intervenciones reflejaron las visiones contrapuestas que existen sobre los factores que explican los problemas del país y el camino más adecuado para dejarlos atrás.
La oposición dialoguista dio quórum para iniciar la sesión y comenzar la primera gran batalla del gobierno de Javier Milei. Desde un inicio, el proyecto puso a prueba un mes cargado de negociaciones, contradicciones, y modificaciones que comenzaron a quedar a la vista este miércoles en la Cámara de Diputados.
El PRO, la Unión Cívica Radical, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal componen los sectores dialoguistas que, luego de la introducción de numerosos cambios, garantizaron el voto favorable en el tratamiento general del proyecto que se votaría en la madrugada del viernes. Sin embargo, la clave está en la votación en particular, en la que desde los distintos espacios expresaron disidencias, siendo el de las facultades delegadas a Milei el punto más conflictivo.
Luego de que el Poder Ejecutivo cediera en más de 100 artículos, las diferencias siguen estando además de en las facultades delegadas, en las privatizaciones de empresas públicas, la extensión del Impuesto PAIS, cambios en biocombustibles y en la pesca. Por eso, luego de la aprobación en general se caerán varios artículos en el tratamiento en particular. En esa instancia también quedarán en el camino varios artículos por lo que el proyecto quedará reducido a la mitad con relación a la propuesta original.
El Legislativo se encuentra en una situación de dispersión generalizada. Y las idas y vueltas provocan el desgaste tanto de los legisladores, como de las relaciones entre el Congreso y la Casa Rosada.
El gobierno de Milei se enfrentó a todas las dificultades que plantearon los análisis previos a las elecciones. Llevar adelante una controvertida agenda en situación de minoría suponía un desafío anunciado tempranamente.
Con esta experiencia quedó en evidencia la necesidad de buscar acuerdos. La Libertad Avanza deberá decidir cómo continuar su gobierno. Sus opciones oscilan entre construir apoyos ocasionales para cada una de las propuestas que impulse, lo cual conlleva un gran desgaste; o bien, conformar una coalición estable con otras fuerzas políticas, renunciando así a la intransigencia con la que se presentó el oficialismo en un principio.
Conformar un interbloque si se abandonan las posiciones más dogmáticas no parecería una tarea muy compleja, considerando que la ley Ómnibus logró avanzar con un apoyo extenso, aunque no pleno.
Las posiciones
A los 38 legisladores de La Libertad Avanza, se sumaron el PRO, la Unión Cívica Radical, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal. Además, el oficialismo cuenta con el respaldo de José Luis Espert con su monobloque Avanza Libertad; y de Carolina Píparo, con el bloque Buenos Aires Libre que comparte con Lorena Macyszyn. Con ello, alcanzarían 146 votos positivos.
Por otro lado, en el bloque liderado por Miguel Ángel Pichetto se manifestó la enorme heterogeneidad de sus integrantes. Mientras que los socialistas Mónica Fein y Esteban Paulón, y la cordobesa Natalia De la Sota, expresaron su rechazo al proyecto; Ricardo López Murphy apoyó la ley señalando que la crisis actual es “la más grande que yo haya visto”.
“No era necesario retirar el paquete fiscal. Lo hubiéramos votado. Le hubiéramos dado los instrumentos que necesitaba, como le hubiéramos votado la reforma del empleo”, dijo López Murphy durante su exposición, mostrando su alineamiento con el capítulo más controvertido de la iniciativa.
En tanto, Margarita Stolbizer, diputada de Hacemos Coalición Federal, adelantó algunas de las complicaciones que la iniciativa enfrentará en la discusión artículo por artículo. “Vamos a rechazar todos los capítulos referidos a la cultura, educación y ambiente”, prometió.
Cada capítulo del proyecto parte con una base de 107 votos en contra: los 99 diputados de Unión por la Patria que quedaron luego de la salida de los tres tucumanos que responden al gobernador Osvaldo Jaldo, y los 5 que forman parte del Frente de Izquierda. Todos ellos anunciaron su oposición desde la presentación misma del proyecto. A este grupo se suman Fein, Paulón y De la Sota, de Hacemos Coalición Federal.
Por ello, nuevamente los 34 legisladores del radicalismo, los 20 restantes que responden al bloque de Pichetto y los 9 de Innovación Federal serán quienes definan la suerte del oficialismo.
El jefe del bloque radical, Rodrigo de Loredo, se mostró a favor de las modificaciones al proyecto de ley, destacando que el texto debatido “es el resultado del trabajo de bloques para construir una opción razonable”. Pero la uniformidad de las voluntades en la UCR no está clara y varios diputados se expresaron de manera muy crítica al proyecto. Por el contrario el PRO apoyará el proyecto en general y en particular.
La respuesta del Gobierno
Este escenario en el Congreso se contradice con el que plantea Milei a su gabinete. El presidente recupera una postura firme y le transmite a sus ministros que quiere que “se termine la novela”.
En ese sentido, desde el entorno de la Casa Rosada deslizaron que no hay ninguna posibilidad de retirar o cambiar la letra chica del capítulo de privatizaciones, ni de atribuciones extraordinarias, ni de volver a incorporar Ganancias o coparticipar el impuesto PAÍS.
Es decir que el oficialismo apunta a no introducir nuevas modificaciones en el contenido que más reparos recibe de parte de los legisladores. Sin embargo, al proyecto le resta un largo camino y deberá atravesar un proceso similar al de Diputados, pero en la Cámara de Senadores. Aunque se descuenta que será más breve luego de la experiencia en la Cámara baja.