OPEP: “El fin del petróleo no está a la vista”
Middle East Economic Survey (MEES)
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé que el consumo de crudo seguirá aumentando en las próximas décadas, debido al crecimiento constante de la demanda energética, y hace hincapié en la importancia de enfocarse en la reducción de emisiones en lugar de restringir el uso del crudo.
Este último concepto está estrechamente ligado con lo que comúnmente se conoce como transición energética.
Haitham Al Ghais, presidente de la OPEP, señaló que el mundo lleva invertidos más de US$ 9,5 billones en costos de transición durante las dos últimas décadas y, sin embargo, la energía eólica y la solar sólo suministran algo menos del 4% de la energía mundial, mientras que los vehículos eléctricos tienen una tasa de penetración global total de entre el 2% y el 3%.
Las declaraciones de Al Ghais al Middle East Economic Survey tienen como contexto el conflicto bélico en Medio Oriente entre Israel e Irán, que podría anticipar un cambio importante en la política de precios del crudo para el segundo semestre de este año.
“El crecimiento constante de la demanda de energía impide que las alternativas puedan reemplazarlo en la medida necesaria. Existe una tendencia preocupante de narrativas que utilizan términos como el fin del petróleo, que tienen el potencial de fomentar políticas energéticas que aviven el caos energético”, comentó.
La realidad es que muchas alternativas no pueden sustituir al petróleo a la escala necesaria, o son “inasequibles” (muy caros) en muchas regiones. La postura de la OPEP es no oponerse al fin de los combustibles fósiles pero sí a ponerle fecha porque considera que hacerlo “no es realista” debido a que, al menos hasta 2045, continuará aumentado la demanda.
Esta mirada contrasta con la proyección hecha por la Agencia Internacional de la Energía (AIE)
OPEP: “En 2023, vimos un crecimiento de la demanda global de alrededor de 2,5 millones de b/d, y se prevé un crecimiento significativo en los próximos años”
que supone que la demanda de crudo alcanzará su punto máximo en seis años.
La AIE considera que el petróleo y el carbón tendrán un ‘peak oil’ de demanda alrededor de 2030 para después comenzar a descender, impulsado por las diferentes fuentes alternativas.
En su último informe el organismo internacional señaló que para encaminarse hacia limitar el calentamiento global a 1,5 °C, la inversión en energía limpia en las economías emergentes y en desarrollo fuera de China debe aumentar más de seis veces, de 270 mil millones de dólares actuales a 1,6 billones de dólares a principios de la década de 2030.
Y destacó que “la disponibilidad de financiación concesional –principalmente de instituciones internacionales de financiación del desarrollo– también tendría que triplicarse en este plazo”.
“Casi la mitad de la inversión total en energía limpia durante los próximos diez años en las economías emergentes y en desarrollo fuera de China debe destinarse a proyectos solares y eólicos a gran escala, redes eléctricas y gastos en diseños de edificios y electrodomésticos más eficientes desde el punto de vista energético”, detalló el documento.
Desde 2020, la inversión mundial en energías limpias aumentó 40%, alcanzando una cifra estimada de US$ 1,8 billones en 2023, pero casi todo el crecimiento se generó en las economías avanzadas y en China.