No binario, al fin reconocido
Mathias Gael (izquierda) es la persona en San Juan que tendrá su DNI no binario. Ayer participó del acto donde Alberto Fernández firmó el decreto de la creación. En los próximos días tendrá el plástico en sus manos.
Mathias Gael oficialmente es una de las primeras personas en el país en tener un Documento Nacional de Identidad y una partida de nacimiento con la denominación no binario y género fluido, respectivamente. Ayer, Mathias Gael participó en el acto presidencial, encabezado por Alberto Fernández, en el que se hizo oficial el Decreto de Necesidad y Urgencia en el que se suma la nomenclatura “X” para quienes no se perciban dentro de lo femenino y lo masculino. Con esto Argentina es el primer país latinoamericano en brindar un tercer género y el cuarto en el mundo.
Mathias Gael solicitó en enero del 2020 el cambio de su DNI para ser reconocido como no binario, la respuesta desde el Estado era “morir civilmente”, es decir, no poder viajar, ni votar, ni trabajar ni realizar un trámite, ser un "fantasma civil". Su vida es entre el trabajo y estudio, por lo que ese cambio afectaba directamente su vida cotidiana, en ese momento se resignó a seguir siendo tratado como masculino, pero no dejó de luchar.
El primer paso
Suena el celular, seguido, ininterrumpido. Recién ahora tiene señal después de una salida al río en Potrerillos, Mendoza. Una voz le pide los datos a Mathias Gael, quien está de vacaciones y disfruta del aire libre después de las restricciones del 2020. El viaje se convierte en un anticipo de una libertad que sucederá en horas. Le llega la convocatoria para el acto en el que se oficializa el decreto N°476/21 en el Museo del Bicentenario, ya que Mathias Gael fue quien pidió cambiar su DNI en el país.
Regresa a San Juan, su mamá “del corazón” le ayuda a preparar las valijas, ropa, algo de plata y algo para comer. “No vaya a ser que te desmayes”, le dice. Es que Mathias tiembla, le cuesta dormir, la emoción se traduce en energía. Sus amistades le felicitan, las disidencias tienden a armarse sus “familias” y sus vínculos. Son ellas, ellos y elles quien le acompañan con un mensajito, un audio, un saludo, un abrazo. Hay alegría en el aire.
Los pasajes están tramitados y en 12 horas va a estar en Buenos Aires, en 12 horas va a abrazar a quienes reciban su nuevo DNI en mano. Mathias lo tendrá el lunes, un pedazo de plástico con sus datos y en el espacio de género una “X”. Ahora podrá viajar, acceder a trámites sociales, inscribirse en su trabajo y en todos habrá una concordancia entre como se autopercibe y como es percibido legalmente.
El lunes será recibido en la provincia que cajoneó la Educación Sexual Integral, la misma que le ofreció como alternativa ser un “fantasma”, la misma donde el odio se volcó en indiferencia, la misma en la que estudia, en la que se rodea de afectos.
Tercer grado
Mathias nunca se sintió cómodo en el binarismo masculino/femenino. Desde el jardín lo “de nenas y lo de nenes” le hacía ruido, eso continuó en la adolescencia y en la juventud. La incomodidad de “una etapa” llevado a cuestas diariamente.
A la incertidumbre hay que sumarle no poder ponerle palabras. Es que la poca representación y la invisibilización hace que sea difícil encontrar un punto en que afirmarse, un punto de partida.
A esa imposibilidad hay que sumarle que hay que explicar qué se es, qué siente e incluso un por qué. La rutina es dar explicaciones, como exculparse. Mathias dice que todavía falta un camino que recorrer, pero que este es un paso, uno gigante.
Desde la negación le es más fácil aclarar. Ser no binario no es sentirse un 50% varón y un 50% mujer, no es sentirse sin identidad. Después de esta disposición, queda por ver a qué edad se podrá jubilar o cómo se asociará a las obras sociales, entre otros puntos que se deben ir resolviendo. Mientras Mathias habla por teléfono y pasa por la Casa Rosada, hablando por teléfono, se saca una selfie y la manda a DIARIO
HUARPE. El sueño de hoy de Mathias es el descanso de años de lucha.