ELLE (Argentina)

LAS MUJERES (también) HABLAMOS CON EL PELO

- GRACIELA MAYA DIRECTORA EDITORIAL

El cuerpo y el pelo dicen mucho de nosotras. De lo que nos pasa y de nuestra relación con los demás. Pero creo que con el cuerpo somos un poco más piadosas, aunque no estoy tan segura. En cambio la cabeza, y lo que la cubre –y cómo– habla mucho de nosotras. No tanto de lo que somos, pero sí de lo que está pasando adentro. Recuerdo a Alejandro, un compañero que trabajaba rodeado de mujeres y cuando veía un cambio en alguna de nosotras empezaba a temblar en forma graciosa y nos daba el parte psico-pelo-meteorológ­ico y su sensación térmica.

“Uy, la jefa se cortó el pelo (siempre lo había usado muy largo); ¡prepárense!; la secretaria del gerente general se rapó. Corte kiwi, el mechón más largo mide 2 centímetro­s: alerta tsunami. Ojo con el editora, hay que estar preparados. ¿Por qué? Iba a la peluquería cada semana y ahora tiene las raíces crecidas hace más de dos meses. Para mí que se separó o está en eso. La que no tiene problemas hace rato es la productora de personajes. Pelo impecable, se hace trenzas, se recoge el pelo mejor que nadie, y si dice que se lo va a cortar, se hace el mejor corte y ustedes se quedan con la mandíbula caída. Feliz y bien atendida.” Un gran observador, nos hacía reír y pensar. Y lo peor, nunca se equivocaba.

Decimos algo, también, cuando jugamos con él. Lo enrollamos con los dedos, de repente nos lo atamos o lo soltamos. Es que estamos nerviosas, seduciendo, pensando, dudando o ya tomamos una decisión.

Están las que siempre amenazan con cortárselo bien corto. Quieren cambiar. Pero –a pesar de mirar revistas, elegir el corte y ¡hasta soñar con cómo se vería!– nunca se atreven y llevan su pelo largo casi siempre recogido. Sí van a la peluquería –y con las fotos en el teléfono–, pero en el momento… ¡Ay! Se hacen el desgaste en las puntas para cambiar un poco. La próxima vez toman coraje y optan por reflejos –pero no claros ni oscuritos–; se juegan por un color atrevido y regresan felices a su casa ¡con el largo intacto!

Otras se atreven a todo. Pero con el color. De morochas pasan a rubias y sorprenden, otra vez, con una melena que es una llamarada colorada. O blanco hielo, azul, rosa o el color que fuere.

En fin, por las razones que sea, en este número te proponemos cortes, peinados y colores para que vos puedas elegir. Cambio drástico o apenas algo. Lo importante es que si te pasa algo importante, no te tome despreveni­da y termines diciendo la famosa frase (que por algo lo es): “¡Y yo con estos pelos!”.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina