“Me separé y mi compañero fue el alcohol”

“Cuando me separé, tenía un trabajo muy demandante. De pronto, me encontré sola frente a un montón de obligaciones. No podía encerrarme a llorar. Ordenando la alacena, encontré la botella de whisky de mi ex y esa noche me serví una medida. Una semana más tarde, fueron dos. Cuando se acabó, compré otra y otra. Hace cinco años que logré salir del infierno.” (Eugenia, 42, abogada)