Mi perfil
Puli Demaría
Muchos la conocieron en su set en Pampita online. Ella se presenta como “artista”. Como DJ es parte de Sapura, un equipo de especialistas en música liderado por “Chule” Bernardo, su marido. Después de 10 años juntos, se casaron por iglesia el mes pasado. Mamá de cuatro hijos varones, es tan divertida como aguerrida. Amante del teatro, en diciembre volverá al Microteatro como actriz.
EN MI CARTERA: Billetera, Chapstick, cargador de celular, monedas, caramelos. También crema para manos y gomitas para el pelo. TRABAJAR EN PAREJA… es posible con respeto, buena comunicación y compañerismo constante. ¿OTRA EPOCA? Finales de la década del ’20. Un tiempo glamoroso, con la femineidad a flor de piel. Empezaban a desafiar mandatos. EL CHAT DE MAMIS… lo miro por arriba. Me tocaron grupos en los que se habla lo necesario. Igual aprovecho al máximo WhatsApp. Es cómodo, expeditivo y sirve para archivar por escrito. ¿SERIE PARA VOLVER A VER? ¡Amé Glee! Por la música, el baile y el talento del elenco. COMO INVITADA… me gusta bailar todo. Si me dan a elegir, prefiero lo mejor de Madonna, de Michael Jackson, los hits de los ‘80 y ‘90. ESCAPADA: Amamos Bariloche en todas sus épocas. Por eso nos casamos ahí. Renueva la energía y conmueven sus montañas. LA CANCION… que elijo para esta primavera es “Girls like you” de Maroon 5. ¿DIRECCION DE MODA? Me gusta comprar online. Algunos de los diseñadores nacionales que elijo son Javier Saiach, Bomparola, las chicas de Ginebra y Mila Kartei. Mi vestido de novia fue de Zuhair Murad. EN UNA FIESTA DE 15… suena cumbia, reggaetón y trap. ¿En una de 40? La música ochentosa es obligada. CALZADO FAVORITO: En el día, zapatillas, chatitas o borcegos. No concibo la noche sin tacos. ¿Los mejores? Sarkany y Valdez. CON AMIGAS… preferimos juntarnos en una casa. Somos muchas y hablamos mucho. Para que nadie nos pida que bajemos la voz. Siempre con con vino, muchas carcajadas y alguna lágrima. ¿UNA CABALA? Antes de cada set como DJ me persigno. En el teatro, respiro profundo antes de entrar en escena. No puede faltar ese suspiro previo.