¡A LA PISTA!
Bailé desde los 5 hasta los treinta y pico. Llegué a hacerlo de forma profesional. En una época lo retomé dando clases de danza para nenas, que me llenaban de energía, amor y espontaneidad. Ahora tengo 43, una familia con tres hijos, mucho trabajo y la pasión quedó lejos. Me conmovió la nota sobre el fenómeno del baile como actividad física (ELLE N° 294). La música se mete en nuestros sentidos, nos transporta, nos llena. No debemos dejar de hacer eso que nos permite sentir algo indescriptible. No importa el tiempo ni el qué dirán. ¡Hagámoslo!
Leila Fernández, Martín Coronado (Buenos Aires)