EL BREXIT NO ANDA EN MOTO
¿Cómo podría afectar la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea al mercado de la moto? Aunque es apresurado sacar conclusiones, el Brexit parece tener más factores negativos que positivos para el mundo de las dos ruedas y más aún para las marcas originarias del Reino Unido. Cabe aclarar que la desafección británica del bloque aún no se confirmó ya que la UE cedió una prórroga, con vencimiento el 31 de octubre, para que el parlamento de Gran Bretaña tome su posición.
Dicho esto, se pueden comenzar a enumerar los posibles problemas que acarrearía el Brexit en el mundo de las dos ruedas. El primero es totalmente interno y se podría reflejar en muchos mercados más allá del motomotriz: la pérdida de empleo.
Algunas de las empresas más importantes anunciaron que cerrarán sus puertas si se hace efectivo. El ejemplo más concreto es Honda (autos y motos), una de las primeras en hacer oficial el cierre de su factoría ubicada en la localidad de Swindon para 2021, lo que dejará a 3500 personas sin empleo, un número que en términos generales podría afectar a 186000 trabajadores del sector, según expertos. Empresas automotrices como Jaguar-Land Rover y Porsche también tomaron decisiones drásticas, por ejemplo la firma que pertenece a la multinacional Tata Motors anunció que frenaría su producción por una semana para gestionar la manera de afrontar las consecuencias de la salida, mientras que la exclusiva marca alemana notificó a sus clientes que los autos tendrán un precio 10% mayor a raíz de los nuevos aranceles para productos importados. Algo similar pasa entre las motos: Reino Unido quedaría como un país importador/exportador respecto de la Unión Europea. Eso significa que las motos de más de 250 cc pagarían un 8 % de impuestos y las de menos, un 4%. Y tanto las piezas como los accesorios, un 3,7 % más.
Para marcas inglesas como Triumph, el problema es mayor ya que aumentaría el costo por las piezas que importa, como es el caso de los frenos Brembo o las suspensiones Ohlins, entre otras. Además, el 1 de febrero entró en vigor un acuerdo entre la Unión y Japón, liberando de impuestos todos los productos de origen nipón, motos y piezas, por lo que, ante la competencia más directa, los productos de la casa de Hinckley tendrán un valor sensiblemente superior.
Para Triumph, la salida más clara es enfocar una nueva estrategia de ventas para países de otros continentes, como lo hizo Norton, que acordó la exportación de 1.000 motocicletas a Japón durante los próximos 5 años, lo que hará que no cese la producción en la fábrica de Donington. Mientras reina el hermetismo y la cautela, Stuart Garner, uno de los dirigentes más importantes de Norton mira con buenos ojos la salida de la UE: “Habríamos preferido mantenernos, pero ahora hemos revisado nuestro modelo de negocio en las condiciones del Brexit. Tenemos el potencial de ser más grandes, mejores y más fuertes para cruzar a territorios de exportación más extensos que nunca habríamos buscado de haber permanecido”, comentó.
El panorama es controversial ya que enfrenta la posible pérdida de empleos y la suba de los precios en las motos británicas (prácticamente en todos los mercados) contra la posibilidad de que esas marcas se expandan a territorios no tan explorados como el mercado asiático. El balance parece negativo, pero aún es muy pronto para sacar conclusiones. Será necesario esperar hasta octubre.