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HUSQVARNA, miembro del Grupo KTM, comenzó hace algunos años a despegar su identidad de diseño de la que tiene su hermana austríaca. La primera muestra de ello fue develada en el Salón Internacional de Milán 2015, con la aparición de la Vitpilen, un concepto que lograba reunir líneas poco comunes, un tanto futuristas, minimalismo y compacidad en una naked urbana realmente llamativa. Dos años más tarde, en el EICMA de 2017, hizo su aparición la Svartpilen, una variante con algunos tintes scrambler, pero con una personalidad neo retro heredada del primer modelo presentado por la firma sueca. Fue llevada al mercado en una versión de 40 cc que funcionó como prueba y a finales de 2018 se exhibió por primera vez el diseño definitivo de la 701. En marzo de 2019 comenzó a distribuirse en los concesionarios de todo el mundo y la realidad marca que este nuevo modelo encaja a la perfección con los cánones estéticos requeridos por el usuario joven de la actualidad. Además, constituye la parte de segmento de motorización más reñido en los principales mercados de Europa. Estos son los dos pilares en los que se gestó la innovadora propuesta de la llamativa “flecha negra”.
EL ARQUERO, MAXIME THOUVENIN
Para revolucionar su catálogo en 2013 Husqvarna contrató a Maxime Thouvenin, un diseñador que ya conformaba el equipo de trabajo de Kiska Desing, una de las empresas encargadas de crear las estéticas más impactantes de marcas importantes dentro del mercado mundial, como KTM, CF Moto y los cascos Schuberth. El francés aceptó el reto y delineó los conceptos tanto de la Vitpilen como de la Svartpilen. Desde 1903 la empresa sueca se caracteriza por desarrollar modelos livianos, resistentes y compactos, una herencia recibida del fuerte pasado off-road de la marca, el cual Thouvenin tuvo que respetar y combinarlo con tendencias actuales. La compacidad se nota claramente en la carrocería de la Svartpilen 701, que parece estar totalmente unida en una sola pieza y en los particulares deflectores que posee el tanque de combustible, creados para que visualmente el piloto también se integre armoniosamente a la estética de la moto. La premisa de una unidad con poco peso asimismo fue respetada, ya que este modelo solo declara sobre la báscula 158 kg, una cifra similar a la que tienen algunos modelos de menor cilindrada. Se beneficia de los realmente pocos agre
gados que muestra su parte exterior, sin dejar de lado una parte de ciclo optimizada y un chasis estilo trellis de cromo molibdeno.
La “flecha negra”, a diferencia de la Vitpilen, posee algunos complementos que la acercan a una unidad scrambler o dirt-track, como los neumáticos mixtos y la horquilla invertida, que la hacen una unidad más idónea para todo tipo de caminos. Su parte frontal, un poco más plana, le otorga una apariencia similar a un modelo de competición en óvalos.
“En marzo de 2019 comenzó a distribuirse en los concesionarios de todo el mundo y la realidad marca que este nuevo modelo encaja a la perfección con los cánones estéticos requeridos por el usuario joven de la actualidad.”
Entre los rasgos más representativos de esta simple “street tracker futurista”, se destaca su carrocería decorada en tonalidades negras, su poco convencional tanque y su faro LED redondo de grandes dimensiones que conforman una estética que, como marcan las tendencias actuales, es ampliamente modificable.
Por ejemplo, en sus laterales se puede elegir entre la insignia de la marca o la leyenda “701” que hace referencia a la denominación del modelo. Además, se pueden personalizar sus espejos, topes del manubrio, la tapa del tanque de combustible o agregar puños calefactables.
La ergonomía es una parte importante dentro del diseño de la Svartpilen, por esta razón la marca promete una experiencia de conducción ágil y sencilla a partir de su peso en orden de marcha contenido y su posición de conducción que es un poco menos deportiva con respecto a la Vitpilen, gracias al reposicionamiento de los apoyapiés, más adelantados, y a un manubrio más alto.
“...se destaca su carrocería decorada en tonalidades negras, su poco convencional tanque y su faro LED redondo de grandes dimensiones que conforman una estética que, como marcan las tendencias actuales, es ampliamente modificable.”
EN EL BLANCO
La Husqvarna Svartpilen 701 cuenta con el mismo motor monocilíndrico de 692.7 cc que utiliza la KTM 690 Duke, es capaz de entregar 75 CV de potencia máxima a 8500 rpm y un torque de 72 Nm a 6750 rpm, lo que habla de una unidad muy reactiva en la zona media y baja del cuenta vueltas.
La alimentación vía inyección electrónica de combustible está gestionada por un sistema ride-by-wire y “ofrece una entrega de potencia precisa, inmediata y refinada”, según anuncia la empresa, que está supervisada mediante el sistema de control de tracción que equipa de serie. También posee algunas soluciones técnicas de última tecnología, como ser un cambio de marcha rápido bidireccional que, según el mercado donde se comercialice, está presente de fábrica. Uno de los objetos más cuidadosamente diseñados en esta moto es el escape, formado por un presilenciador en acero, oculto en la carrocería, y un silenciador final a la vista, con un elegante acabado en negro que respeta y acompaña el diseño general de la moto.
PUNTERÍA NÓRDICA
En el “esqueleto” de la Svartpilen, el impulsor está anclado a un chasis multitubular de acero al cromo-molibdeno, que, a su vez, está acompañado por un juego de suspensiones WP en ambos ejes: una horquilla invertida de 43 mm adelante y un monoamortiguador detrás con 150 mm de recorrido. Ambos son ampliamente ajustables. Sus frenos hidráulicos firmados por Brembo se combinan con discos de acero perforado de 320 mm delante y 240 mm detrás. También equipa ABS Bosch 9M que se puede desconectar, para el agrado de los amantes del off-road. De manera opcional la empresa ofrece un disco de freno denominado Wave, que combina secciones de acero con un centro de aluminio anonizado en negro, ideal para un uso más deportivo o turístico, ya que brinda una reducción de velocidad uniforme y una potencia de frenado un 25% mayor que se logra con un esfuerzo menor tanto sobre la palanca delantera como sobre el pedal trasero.