Seguridad Vial: Cómo conducir la moto en invierno..........................
TIPS PARA CONDUCIR EN INVIERNO
El equipamiento, la forma de conducir y la mecánica de la moto son tres factores que se ven alterados con las variaciones extremas de temperatura. En este caso, el frío del invierno es un condimento al que muchos motociclistas van a enfrentar y para el cual es mejor estar preparado.
EL INVIERNO se acerca, y muchos usuarios de motocicletas no se “achican” por las bajas temperaturas y salen a las rutas o simplemente siguen utilizando las dos ruedas para movilizarse en un ámbito urbano. Sea cual sea el escenario, el frío no es un problema serio, pero puede tornarse un dolor de cabeza si la persona o las personas que se mueven en un motovehículo no están bien equipadas, no saben de ciertas “estrategias” para mejorar su forma de conducción o, simplemente, no conocen las variaciones mecánicas que sufre una moto en bajas temperaturas. Por eso, y para evitar un problema por algo tan simple como la desinformación, es necesario seguir algunos consejos para disfrutar de las dos ruedas, también en esta época del año.
EQUIPAMIENTO, POR SEGURIDAD Y COMODIDAD
Todo motociclista desea estar cómodo sobre la moto, pero es mejor si su indumentaria mezcla ese factor con seguridad. En invierno es imprescindible contar con ropa específica para esa estación y, en casos extremos, es válido utilizar ropa térmica o la famosa primera piel, sobre todo para aquellos intrépidos que se animen a viajar.
Un consejo importante es tener siempre a mano un cobertor para la lluvia, capa o chubasquero, ya que no solo la lluvia es una variable común en el invierno, sino que también los bancos de niebla que suelen ser muy húmedos. Este punto se conecta directamente con el uso de ropa técnica, que además de las importantes protecciones, debe tener colores vivos o reflactantes, ya que las horas de luz son menos y los días nublados son más comunes. Es necesario que el piloto use todas las herramientas necesarias para no pasar desapercibido. El casco, el elemento de seguridad por excelencia, en lo posible debe contar con un sistema de ventilación abierto (en mayor o menor medida, una gran cantidad de cascos lo poseen) para evitar el molesto empañamiento. En caso contrario existen varios productos o accesorios como el pinlock para evitar esta situación.
CONDUCCIÓN DEFENSIVA
Este punto es un consejo habitual, pero se amolda perfectamente al invierno, donde la cinta asfáltica pierde mucha adherencia por culpa del frío, la lluvia y el viento que ensucia el camino, factores que vuelven más habituales los sustos o caídas.
Para evitarlos, es imperante bajar el ritmo, duplicar la distancia de seguridad con el vehículo inmediatamente superior y acrecentar la atención en los detalles del piso. También es bueno no forzar los frenos y las suspensiones cuando la moto está recién encendida. El viento asimismo puede ser moneda corriente en esta parte del año. Por lo tanto y, para evitar perder la estabilidad, se debe tomar con la mayor firmeza posible el manubrio y buscar una postura aerodinámica para hacerle frente en la medida de lo posible. Por último, los adelantamientos a vehículos grandes quedarán para otra ocasión, así como evitar las zonas interiores de las curvas y el uso abusivo del freno, pudiendo optar por reducir velocidad con el freno motor.
VIGILAR LA MOTO
Antes de salir a conducir es necesario aumentar la atención sobre ítems importantes de la moto. Tal vez, el más significativo esté comprendido por los neumáticos que en invierno pierden la capacidad de llegar rápidamente a su temperatura habitual, por eso, con la presencia de frío intenso una buena practica es aumentar la presión de los compuestos dos o tres décimas, ya que esto ayudará a que se calienten con mayor velocidad, lo que mejorará la adherencia. También existen gomas específicas para esta estación, pero pueden ser una solución costosa que se utilizará por un tiempo reducido.
Las temperaturas bajas asimismo hacen que el aceite de las suspensiones aumente su densidad, lo que puede empeorar el funcionamiento de la amortiguación al punto de, por ejemplo, desgastar prematuramente las ruedas. Ante esa situación se puede ablandar levemente la horquilla de forma manual.