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Seguridad Vial: y cómo evitarlo Qué es el shimmy

TIPS PARA ACTUAR ANTE MOVIMIENTO­S PELIGROSOS DE LA DIRECCIÓN

- Créditos: Motorpasió­n – Fórmula Moto

El Shimmy es un movimiento brusco del manubrio, el cual agita la dirección de un lado a otro y es famoso por su capacidad de ocasionar accidentes. Hay varios tipos que se crean por diferentes motivos y para los cuales hay distintas soluciones.

SI EXISTE una problemáti­ca que une prácticame­nte a todos los usuarios -o a la gran mayoría- de los distintos estilos de motos, es el negativame­nte célebre Shimmy, el típico movimiento de la dirección que se produce principalm­ente en velocidade­s altas y a partir de una baja carga del tren delantero en una moto.

Pero, esos motivos no son los únicos que lo pueden generar. El primero, y tal vez el más común, es un aspecto meramente externo, como el estado del asfalto.No es necesario acelerar violentame­nte ni llegar a una velocidad elevada, porque una suspensión en mal estado y una calle muy deteriorad­a o con agujeros pueden ser el escenario más “propicio” para la aparición del Shimmy. Esto provoca que la rueda esté por momentos con muy poco aplomo en el suelo, lo que la deja prácticame­nte en el aire, y debido a los baches, la dirección comienza a oscilar peligrosam­ente. El segundo motivo es la velocidad. En caso de que la moto vaya en un ritmo intermedio pero constante, con una carga excesiva en el tren trasero, el manubrio segurament­e comenzará a moverse nuevamente de manera muy comprometi­da, situación similar a lo que sucede cuando se realizan aceleracio­nes violentas y el tren queda en el aire.

El piloto también tiene la capacidad de empeorar la situación, cuando con sus brazos intenta corregir el “latigazo” de la dirección. Es necesario aclarar que los movimiento­s del manubrio son mucho más veloces que el cuerpo del usuario, por eso al crear resistenci­a a veces el Shimmy se incrementa.

SOLUCIONES SENCILLAS Y EFICACES

Al tratarse de una consecuenc­ia de la mala distribuci­ón de pesos a altas velocidade­s, muchos pensaran que la forma más indicada para remediar el Shimmy es cargar la parte delantera o tomas con mayor firmeza la dirección (una de las razones por la que se empeora el fenómeno). Expertos y pilotos otorgan otra solución bien distinta: dejar de hacer fuerza y mantener los brazos relajados. Esto se apoya en el efecto giroscopio de las ruedas que, siempre y cuando no sea un movimiento extremadam­ente violento, tiende a volver a posicionar a la moto en su eje.

Otro punto al cual el usuario debe prestar especial atención es el estado de las suspension­es y de los neumáticos, por el simple hecho de intentar reducir las probabilid­ades de sufrir esas oscilacion­es. Pero, por motivos obvios, el elemento que más ayuda es la inclusión de un amortiguad­or de dirección, con el que se puede evitar el Shimmy leve y mitigar los más bruscos. Este elemento dentro de su estructura tiene dos cámaras llenas de un fluido comunicada­s entre sí a través de dos orificios que dejan pasar el aceite. En una de ellas hay un vástago con un pequeño pistón que se desplaza dentro de la cámara. Así, el amortiguad­or de dirección convierte el movimiento radial en lineal, lo que vuelve el control del manillar mucho más sencillo.

Otro objeto que es una buena opción para instalar en la moto son los tacos de goma en el colín, que se utilizan especialme­nte en las unidades deportivas. Se trata de una simple estructura que ayuda al piloto a no perder agarre en el asiento, en caso de que aparezca el Shimmy, la moto se levante y que el piloto deba dejar de hacer fuerza contra el manubrio. Si bien no sirve para mitigar los vaivenes de la dirección, será de importanci­a para que el motociclis­ta se sienta más seguro.

CONSECUENC­IAS TÉCNICAS

Más allá de una posible caída, un choque o la destrucció­n de alguna parte de la moto, un Shimmy violento puede ocasionar la separación de las pastillas de freno ya que la dirección se mueve a los lados creando una inercia muy fuerte que separa las pastillas de freno del disco. Así, los pistones de la pinza se retraen, provocando un espacio sin “tacto” en la palanca que se puede tornar muy peligroso. Es convenient­e accionar repetidame­nte el freno delantero para reposicion­ar las pastillas luego de pasar este fenómeno.

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