ISLA DE MAN, ISLA DE POLÉMICAS
El Tourist Trophy de la Isla de Man es una carrera mítica dentro del mundo del motociclismo, no solo por sus 111 ediciones, sino también porque fue la prueba que le dio inicio al Mundial de Velocidad que hoy es el MotoGP.
Desde 1949 hasta 1976 formó parte del calendario de la categoría reina, pero su peligrosidad y el avance de las competencias en circuitos cerrados hicieron que la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) la prohibiera. Es que, conforme a la creación y desarrollo de nuevas motos, más potentes y capaces de alcanzar mayor velocidad, la carrera acrecentó su poco célebre fama de “mortal”. El ejemplo es claro: el vencedor de la primera edición del TT fue Charlie Collier que completó la prueba en 4 horas, 8 minutos y 8 segundos a una velocidad media de 61,5 km/h, ritmo lo que no suponía un riesgo tan alto como la actual: en 2018, Peter Hickman estableció un nuevo récord de vuelta con 217,989 km/h de velocidad media.
El británico Daley Mathison, de 27 años, se convirtió en el deceso número 257 de la Isla en 111 ediciones, situación que volvió a poner la atención en esta histórica carrera ¿Hay que prohibirla? Algunos pilotos de otros ámbitos creen que si, como Áleix Espargaró, quien luego de la noticia de la muerte del inglés dijo en su cuenta de Twitter: “Noticia muy triste ¡Descansa en Paz! Desde el respeto y en mi humilde opinión, me sabe muy mal pero no puedo entender cómo esa carrera no está prohibida. 257 muertos ¡Qué tristeza!”.
La realidad marca que ésta no será la última edición del Tourist Trophy, ni Mathison será la última vida que se cobre el peligroso circuito de Mountain Course. Por eso, es necesario que la organización de la carrera suba los niveles de seguridad, para que sus miles de adeptos puedan seguir disfrutándola.
En definitiva, los accidentes trágicos cada vez son más en las ediciones del TT de Isla de Man. Todo lo contrario sucede por ejemplo en el mundial, donde en 70 años fallecieron 103 pilotos (en más de 3000 carreras), pero si se sacan los decesos de esta prueba británica que formó parte del calendario durante 27 años, ese número baja hasta 67, de los cuales 56 se dieron en los primeros 35 años de la competencia y los restantes 9 desde 1984 hasta la actualidad, una merma de la tasa de mortalidad que estuvo relacionada con el perfeccionamiento de los métodos de seguridad, tanto en las motos como en el equipamiento y en los mismo circuitos.
El Tourist Trophy no es una carrera del montón, es historia pura del motociclismo avalada por los miles de adeptos que se acercan cada año a disfrutarla y por el centenar de pilotos que se animan a participar motivados no solo a raíz de un premio económico, sino que por el honor que implica correr en ella. Por ese motivo y tantos otros, sería negativo que se deje de realizar, una realidad que no podría estar muy distante si la organización no trabaja en hacer más seguro al Mountain Course.