LAS ELÉCTRICAS TUVIERON SU PRIMERA FUNCIÓN
En la edición pasada de EXM (184, julio), el experimentado piloto francés Randy de Puniet anticipaba que la nueva categoría del mundial, denominada MotoE, sería muy interesante a partir de la paridad que suponen 18 motos con la misma base motriz corriendo por un corto lapso de tiempo.
La primera carrera de la divisional eléctrica, disputada en Alemania, fue más corta de lo pensado, pero fue suficiente para dar una muestra de lo que será el certamen, por qué no, el futuro de las competencias de velocidad.
Varios protagonistas se manifestaron conformes con el desarrollo de la prueba, a raíz de interesantes aspectos como el efímero sistema de clasificación E-pole, que obliga a los pilotos a realizar su mejor vuelta en un solo intento: “Se enciende el semáforo con tu nombre y tu número y tienes 5 segundos para salir del pit lane. Haces la vuelta de calentamiento y lo siguiente es la vuelta de calificación. Nunca había competido con este sistema, pero me gusta porque puedes enseñar de lo que eres capaz en una vuelta. Es algo difícil porque tienes que estar concentrado en cada curva, no tener ningún fallo y además ir rápido. No puedes ser conservador. Tienes que tenerlo todo muy claro, tener un puntito de suerte y no pasarte tampoco porque si pierdes esa vuelta, pierdes casi toda la carrera porque las posiciones aquí se pagan muy caras”, comentaba el piloto español Hector Garzó en medios locales.
A su vez, otros mostraron su preocupación por distintas cuestiones como la seguridad y la poca preparación que tienen los circuitos para que sus protecciones laterales reciban el impacto de una moto que pesa 260 kg, el nulo sonido y, claro, la poca velocidad: MotoE clasificó a 2 segundos de las Moto3, a 4.5 de las Moto2 y a 8 segundos de una MotoGP.
Sin lugar a dudas la categoría y la movilidad eléctrica tiene mucho para evolucionar y así lo entiende el múltiple campeón de MotoGP, Marc Márquez, quien no se mostró muy seguro ante la hipotética posibilidad de participar en la divisional: “Probarlo algún día, ¿por qué no? ¿Correr? No sé. La MotoE tiene mucha evolución por delante, pero cuando estás acostumbrado a una cosa y te diviertes, no lo quieres cambiar (…) La gente dice que es el futuro. Será interesante verlo. En los videos de los test de Valencia había cosas interesantes y extrañas. Es otra categoría y habrá que ver qué pasa. De momento prefiero el rugido de mi moto”. El relato del español de Cervera dice poco, pero deja una cuota de incertidumbre muy lógica, ya que MotoE acaba de dar su primer paso y se la compara contra 70 años de experiencia de un mundial de velocidad al que también le ha costado tiempo llegar a la solidez que muestra en la actualidad. Simplemente es cuestión de esperar.