HARLEY-DAVIDSON FAT BOY 2019
HARLEY DAVIDSON FAT BOY 2019
La mítica fábrica de Milwaukee, Estados Unidos, renovó uno de sus modelos más representativos de los últimos 30 años, basándose en una estética más moderna, pero manteniendo la esencia que puso a la marca como un objeto de culto en la historia del motociclismo.
LA FAMILIA SOFTAIL y, específicamente la Fat Boy, son parte de uno de los segmentos más importantes e ineludibles de la historia de Harley-Davidson. A principios de la década de los ’80, la marca estadounidense estaba bajo la dirección de un grupo empresario que poco tenía que ver con el mercado de las dos ruedas, situación que se notó cuando la centenaria fábrica comenzó a comercializar modelos de baja cilindrada para aumentar las ventas, aunque su estética y rendimiento no representaban en lo más mínimo a la esencia de H-D.
Ese mal paso fue aprovechado por las firmas japonesas que se introdujeron al segmento custom americano sabiendo que el mayor exponente de ese mercado estaba debilitado.
Pero, favorablemente para la casa de Milwaukee, Willy G. Davidson, nieto de uno de los fundadores de la marca y diseñador de motos, decidió comprar la fábrica e intentar devolverle el espíritu a la empresa. En ese punto es cuando empieza a tomar relevancia la familia Softail, la cual está determinada por el famoso chasis rígido que cuenta con la amortiguación trasera “escondida” en la zona baja del colín, un diseño que la firma le compró a Bill Davis, un preparador muy admirado por Willy G. Davidson.
Con esa estructura y con una estética custom, en 1982 se lanzó una nueva generación de Softails que encaminó nuevamente a Harley-Davidson en el sendero del éxito, un trayecto que tocó su pico máximo en 1989 cuando se presentó el prototipo de la Fat Boy, en plena batalla con las marcas japonesas por el liderato de esa parte del mercado.
Con una esencia “rockera”, esta moto fue pensada como un arma para terminar con las máquinas niponas, es más, su polémico nombre es un guiño a las bombas Fat Man y Little Boy que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki en la Guerra del Pacífico, lo que despertó un gran fanatismo entre los motociclistas estadounidenses más nacionalistas. Un año más tarde, en 1990, fue lanzada al mercado y en 1991 su fama creció aún más cuando Arnold Schwarzenegger la utilizó en la exitosa película “Terminator 2”. En 2019 la Fat Boy fue parte de la gran renovación que H-D realizó sobre la gama Softail, una actualización que comprende una estética moderna, cambios en la parte de ciclo, más tecnología y la misma personalidad agresiva de siempre.
DOS OPCIONES DE MOTOR, PERO LA MISMA ESENCIA
La Harley Davidson Fat Boy está disponible en dos motorizaciones, con el impulsor Milwaukee-Eight 107 y con el Milwaukee-Eight 114, ambos bicilíndricos en V a 45º, refrigerados por aire y cuatro válvulas por cilindro, cuya única diferencia es su cilindrada, uno de 1.745cc (107) y el restante de 1.868cc (114).
En 2019 la Fat Boy fue parte de la gran renovación que H-D realizó sobre la gama Softail, una actualización que comprende una estética moderna, cambios en la parte de ciclo, más tecnología y la misma personalidad agresiva de siempre.
La versión de mayor cilindrada produce 5% más de torque (155 Nm a 3.000 rpm) y acelera de 0 a 100 km/h 5% más rápido. Además, “ofrece una mejor relación potencia-peso lo que proporciona una mayor reacción, mejor frenado y capacidades de curvas dinámicas combinadas con ángulos de inclinación crecientes”, según explicó la empresa.
Por su parte, la opción con menor cilindrada, no detalla su potencia máxima pero si su torque que es de 145 Nm a 3.000 rpm, con una presencia muy marcada a bajos regímenes, un rasgo muy personal de este modelo.
“FAT BOY”, QUE BUSCA AGILIDAD
Si bien su motor es muy familiar para los amantes de la casa americana, la característica que más rige su personalidad es su chasis Softail tubular de acero al carbono de alta rigidez, que gracias a la intensa remodelación que sufrió la familia en 2018 es significativamente más liviano que su antecesor (en total la moto pesa 13,6 kg menos) con lo que puede aprovechar de mejor manera el torque del motor. Su estructura está acompañada por una suspensión delantera de válvulas de doble flexión de alto rendimiento, mientras que la trasera es una mono-shock ajustable. La parte de ciclo se completa con llantas lenticulares Lakester de aluminio y frenos compuestos por un disco frontal con cuatro pistones fijos y dos pistones flotantes para el disco trasero.
La Fat Boy es una propuesta que se ubica en la parte media del catálogo de la marca, eso significa que tiene buenas capacidades para el uso intenso y la comodidad necesaria para trayectos largos.
La parte de ciclo se completa con llantas lenticulares Lakester de aluminio y frenos compuestos por un disco frontal con cuatro pistones fijos y dos pistones flotantes para el disco trasero.
Si bien es compacta con respecto a otros productos de HD, tiene como máxima premisa brindar buenas sensaciones y la menor fatiga posible en marcha: mide 2.370 mm de longitud y su asiento se sitúa a 675 mm del suelo, una altura que se adecúa a cualquier estatura de usuario. Además, su peso es de 304 kg en seco que se convierten en 317 kg en orden de marcha con un depósito de combustible con capacidad para 18,9 litros, lo que promete una buena autonomía.
SIMPLE Y BRILLANTE
Estéticamente, prioriza sus toques más representativos por sobre los elementos “complementarios” de diseño. Ese concepto se puede ver en su manubrio que realmente no posee más que lo justo y necesario, como los interruptores de encendido y activación de intermitentes. Su pantalla central está dispuesta en la parte alta del tanque, lo que “simplifica” mucho la parte visual de la unidad. Su decoración es un guiño a la vieja escuela, con una gran cantidad de partes cromadas, como los silenciadores, su tan característica parte frontal, horquilla y protecciones del motor, entre otras. Su carrocería está disponible en Argentina, en los colores “Industrial Grey” y “Black Denim”.