TIPS: Cómo cuidar el embrague
Equipamiento: Dainese Smart Jacket,
El embrague es uno de los sistemas más significativos para que la moto funcione en óptimas condiciones, pero una serie de malos hábitos pueden hacer que los discos se desgasten de forma prematura y, en algunas ocasiones, deteriorar otras partes también relevantes. Por eso es “saludable” para la unidad cuidarlo y utilizarlo de manera correcta.
LA FUNCIÓN DEL EMBRAGUE es sencilla, pero al mismo tiempo muy importante: es la pieza encargada de separar o unir el giro del motor a la transmisión de la rueda trasera, es decir, que el traspaso de la fuerza se lleve a cabo o no. Cuando en la caja de cambios está seleccionada la posición neutral, no hay ninguna marcha engranada y el motor gira libremente, pero cuando se coloca una velocidad el giro del motor se transmite a la rueda posterior para que la moto pueda avanzar. El embrague también ayuda a que la transición entre las marchas y el arranque sean procesos suaves, por lo que se vuelve una pieza muy importante para la seguridad y para el confort de conducción que brinda una moto, por lo que su mal funcionamiento podría afectar mucho al andar en general de una unidad y, claro, a la vida útil de otros elementos de la planta motriz.
Como medida de seguridad, algunos expertos recomiendan sustituir el embrague a los 15.000 km o 20.000 km (dependiendo del fabricante), o bien cuando se comienzan a dar algunas señales de desgaste evidentes. El síntoma más común es la dificultad de pasar los cambios, o sea, se engranan las velocidades con la suavidad habitual. Es en este momento cuando el embrague puede parecer algo más duro que de costumbre, ya que perdió su eficacia. Si esta señal no es percibida por el piloto y no se realiza un trabajo de mantenimiento, la unidad perderá la capacidad de cambiar la velocidad paulatinamente. Otra señal que indica el arribo del momento de sustituir el sistema es cuando el piloto acelera más de la cuenta y la moto no responde con la naturalidad que debería. Esa variación se puede notar porque las revoluciones aumentan, pero el ritmo o la velocidad de la unidad es poca o simplemente acelera, pero muy de a poco, como si no tuviera la suficiente fuerza para desenvolverse con normalidad. Para que esos dos síntomas no se hagan presentes antes de tiempo, hay algunas prácticas muy simples que se pueden desarrollar para que el embrague cumpla su ciclo de vida sin sobresaltos. El primero tiene que ver con el aceite, es mejor utilizar uno de buena calidad y, mejor aún, si el fabricante de la moto recomienda uno en específico, es importante seguir ese consejo.
Sobre la moto también se pueden adoptar algunos hábitos para que el desgaste del sistema no sea prematuro, como cambiar de marcha con la palanca presionada en su totalidad. A la inversa, es recomendable no soltar el embrague hasta que el cambio se haya engranado de forma correcta, así se evita una sobre exigencia de los discos.
Por último, aunque no sea el hábito más dañino, mantener apretada la palanca, por ejemplo, cuando el conductor se detiene en un semáforo también añade un estrés innecesario al embrague, y genera fricciones que a la larga pueden provocar una merma en la funcionalidad de los discos, al mismo tiempo que se produce un deterioro innecesario de cableados y muelles. Lo ideal es que en los semáforos, o mientras se espera detenido por cualquier otra razón, se mantenga la moto en punto muerto, con la marcha desengranada y, por supuesto, sin apretar el embrague. Los kits de reparación de embrague son de los repuestos más accesibles y fáciles de conseguir en motos de baja cilindrada, en tanto que su precio varía bastante en otras gamas más altas. Además, para su utilización no es necesario tener un gran conocimiento de mecánica. De todas formas, es recomendable encargar este trabajo a un profesional para, justamente, evitar que una colocación mal hecha continúe deteriorando el sistema.