Rutas y Viajeros:
Himalayas Indios
La cordillera asiática, una de las más famosas y grandes del mundo, se transformó en un ítem sobresaliente en la lista de los lugares de mayor relevancia para los motociclistas más intrépidos. Paisajes únicos, una cultura atrapante y caminos de todo tipo conforman un combo irresistible.
LA CORDILLERA del Himalaya es un conjunto de montañas que forma parte de un cordón cordillerano mucho mayor, también denominado sistema de los Himalayas o Hindú Kush-Himalaya, que reúne las 100 cumbres más elevadas de la tierra, entre ellas el monte Everest, el pico con mayor altura sobre el nivel del mar con 8848 metros. Esta región montañosa se extiende sobre 8 países (Afganistán, India, China, Bután, Birmania, Tayikistán, Nepal y Pakistán) y sobre ella habitan más de 140 millones de personas. Con 2600 kilómetros de extensión y 350 kilómetros de anchura, su pluralidad de terrenos volvió a esta zona de continente asiático un destino muy anhelado entre los amantes de las dos ruedas que buscan una aventura diferente a todo. Quizás, entre los “moto-viajeros”, una de las zonas más turísticas es la parte
india de los Himalayas, donde la altura máxima oscila entre los 4000 metros y los 5000 metros. Este país es reconocido por su caótico transito en las urbes, pero en rutas altas el panorama cambia mucho, ofreciendo varios intervalos de “tranquilidad” que combinan ripio, con asfalto en buen estado y, obviamente, otros tramos con calzadas sumamente destruidas, por lo que los expertos explican que esta aventura es de una dificultad intermedia donde los recién iniciados en la conducción de moto deberán esperar para realizarla. Aunque, cabe aclarar, que la pluralidad de caminos que ofrece la zona, le da la posibilidad a los usuarios de delimitar varios recorridos acordes a sus conocimiento y capacidades sobre los mandos.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es la época del año cuando se realiza el viaje ya que durante el invierno (los primeros meses del año) el frío en la zona montañosa puede ser muy crudo, por lo que se recomienda realizar la travesía en mayo o junio, los meses más calurosos, o en julio y agosto, aunque estos últimos dos se centran en la época de lluvias de la región. Específicamente en agosto, en la zona norte de India, es un período donde a partir de las precipitaciones y la humedad hacen que la temperatura, por ejemplo, en Delhi oscile entre los 35 ° y los 40 °. Pero, con la altura, en zonas como la de Shimla la temperatura baja en torno a los 25º o 30º. Una de las buenas opciones es introducirse aún más en el norte del territorio indio, por ejemple en el valle de Kannur, llegando al río Spiti, otro destino típico entre los motociclistas, donde la probabilidad de lluvia es mucho menor. A su vez, la segunda quincena del mes de agosto las temperaturas son más suaves y el riesgo de lluvia es mucho menor en las zonas de media montaña.
Un lugar tildado como imprescindible para los turistas sobre ruedas es el mítico paso de Rohtang, cuyo nombre en tibetano significa “pila de cadáveres” debido a la cantidad de personas que murieron tratando de cruzarlo a lo largo de la historia. Esta carretera une las ciudades indias de Manali y Leh y es un paso de montaña muy llamativo, pero extremadamente peligroso en gran parte por sus picos de 4.000 metros de altura y los caminos de tierra pegados al precipicio. Sea cual sea el destino, debido a la altura se recomienda llevar gafas de sol de alta montaña y protección solar, mientras que un equipo de lluvia también podría ser necesario, así como un equipo que proteja del frío ya que la temperatura y condiciones climáticas, pueden cambiar rápidamente en la zona. “Himachal Pradesh y el valle de Spiti son de los lugares más espectaculares que he visto en mi vida ¡y he visto bastantes! La sencillez de la gente, la majestuosidad de los paisajes o lo divertido y estimulante del choque cultural, son solo parte de las miles de cosas por las que amar aquel lugar que me ha dejado huella en el corazón”, explica en su blog el muy experimentado motociclista español Teo Romera. Por todas esas razones y más, cruzar o recorrer los Himalayas se transformó en uno de los objetivos de moda para los motociclistas más aventureros. Por más difícil o lejano que parezca existen un sinfín de empresas que ayudan a los turistas y organizan travesías en este destino.