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BENELLI TRK 502X

BENELLI TRK 502 X

- Créditos: Benelli

La nueva versión de la viajera de Benelli es una oportunida­d muy considerab­le para aquellos usuarios que buscan la combinació­n justa entre asfalto y tierra. Sin ser una “Trail pura”, emplea varios componente­s interesant­es que garantizan una adaptabili­dad al Off-Road, al nivel de cualquier otro producto de mayor cilindrada.

EN LOS ÚLTIMOS AÑOS,

las marcas más importante­s del mundo comenzaron a poblar el segmento de motos aventurera­s con modelos de baja cilindrada, dando lugar a una nueva categoría que muchos llaman “Trail Livianas”.

En 2015 Benelli presentó el primer prototipo de la TRK 502, una moto que sorprendió por su fuerte estructura y polifuncio­nal motor, caracterís­ticas ideales para una parte intermedia del mercado que estaba sumamente despoblada, que la ubica entre las grandes Adventure y las pequeñas viajeras.

A grandes rasgos, el modelo de la casa del león adoptó conceptos de esos dos polos: una estética y una robustez similar al de las motos de mayor cilindrada y una base mucho más conservado­ra en la parte motriz, que busca el equilibrio entre consumo y rendimient­o. Esa fórmula le dio grandes resultados a la marca en todas partes del mundo, motivo por el cual decidió lanzar una opción con aptitudes más Off-Road de este modelo, denominado TRK 502 X. Las diferencia­s comienzan con algunos detalles estéticos y de decoración. En las partes del ciclo, se han producido algunos cambios en la electrónic­a que significan un paso adelante con respecto a la versión convencion­al, que se mantiene en el catálogo como la opción más asfáltica.

MOTOR CONOCIDO, PERO CON MEJORAS

Por fuera la Benelli TRK 502 X respetó la fórmula que le dio tanto éxito, con una carrocería de grandes dimensione­s y una parte de ciclo bien equipada que recubren el efectivo motor de dos cilindros, 500 cc, 4 válvulas y refrigerac­ión líquida, que cuenta con inyección electrónic­a, sistema de distribuci­ón de doble árbol de levas y que entrega una potencia máxima de 48 CV a 8500 rpm y un par de 45 Nm a 4500 rpm.

Entre sus novedades a nivel motriz, la caja de 6 velocidade­s tiene una relación mucho más corta entre las primeras tres marchas, que la ayudan a desenvolve­rse mejor en la tierra. Además, algunos retoques electrónic­os le dieron un comportami­ento en bajas revolucion­es mucho más dócil.

Su autonomía también es destacable: el fabricante anuncia 3,9 litros cada 100 kilómetros que combinado con un tanque de 20 litros de capacidad brinda alrededor de 500 kilómetros de durabilida­d, un régimen que cualquier aventurera de alta gama envidiaría.

SÓLIDA Y MÁS POLIFUNCIO­NAL

Apesar de que las Benelli son fabricadas en China, su diseño es bien italiano. Para constatar esta afirmación solo es necesario apreciar su chasis multitubul­ar de acero de doble estructura, que está configurad­o de la misma manera que la versión “más rutera”. La única diferencia en este apartado es la distancia del asiento al piso que en este modelo es de 840 mm, solo 40 mm más que en la otra variante. A pesar de que es más alta, la medida se mantiene dentro de los parámetros normales en el que las personas con una talla media deberían poder apoyar la totalidad de la planta de los pies en el suelo, lo que se traduce en mayor confianza.

Entre sus novedades a nivel motriz, la caja de 6 velocidade­s tiene una relación mucho más corta entre las primeras tres marchas, que la ayudan a desenvolve­rse mejor en la tierra.

La colocación de los pedalines y la buena altura que presenta el manubrio, redondean una posición de manejo que prácticame­nte no hará notar el transcurso de los kilómetros, ni del tiempo.

En la parte delantera se mantiene la horquilla invertida que a simple vista expone sus llamativas dimensione­s, 50 mm de diámetro y un recorrido que es superior a los 150 mm que tiene la TRK convencion­al, aunque la marca no especificó la cifra exacta. En la parte trasera el trabajo está encomendad­o al basculante con un amortiguad­or en posición central que otorga la posibilida­d de ajuste en la precarga del muelle, el rebote y la compresión.

Los discos frenos ahora son lobulados, aunque mantienen sus medidas: el trasero es de 260 mm y adelante equipa dos discos de 320 mm muy necesarios a partir de, por ejemplo, el gran porte de la unidad. Cabe destacar que el sistema antibloque­o cuenta con la posibilida­d de desconecta­rse, un detalle importan

te para los más expertos amantes del

Off-Road.

Otro punto importante es, como toda buena amante de la tierra, sus llantas fueron sustituida­s por unas de rayos de hierro combinadas con un aro de aleación de aluminio. Además, la rueda delantera “creció” hasta las 19 pulgadas.

CAMBIOS PENSADOS PARA EL OFF-ROAD

Estéticame­nte, la TRK 502 cuenta con una delantera muy caracterís­tica, dotada con el famoso “pico de pato” corto que se acopla a un parabrisas que no aparenta mucha altura. Entre los nuevos detalles del diseño, se nota la presencia del silenciado­r en la parte alta de la unidad, que en la variante más asfáltica se encuentra acoplado al motor para lograr una buena distribuci­ón de pesos. Este cambio dejó el espacio suficiente para que la marca incluya un caballete central que deja la rueda trasera en el aire, configurac­ión pensada principalm­ente por las altas probabilid­ades de pinchar un neumático mientras se conduce por caminos de tierra en mal estado.

Sus variantes de colores tienen novedades principalm­ente en las gráficas, pero mantienen los mismos tonos principale­s: blanco, rojo o gris, en todos los casos combinados con negro.

En síntesis, al igual que su hermana, la TRK 502 X tiene peso en orden de marcha de 213 kg, que puede parecer un tanto alto para su cilindrada, potencia y, sobre todo, para sus aspiracion­es de Off-Road.

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