BENELLI IMPERIALE 400
BENELLI IMPERIALE 400
Benelli expandió su catálogo con un propuesta que inaugura el segmento clásico dentro de la marca: la Imperiale 400, modelo que se viste de moto de antaño para cautivar a los usuarios que disfrutan del andar relajado y despreocupado. Retro por
fuera y moderna por dentro.
“LO CLÁSICO ESTÁ DE MODA”, es una frase que se escucha cada vez que una moto simple, versátil y con algunos toques vintage sale al mercado. Pero, en esta ocasión Benelli explotó ese concepto al máximo con un modelo que no es ni Neo-retro ni responde a las características de ninguna de las corrientes de modificación que están tan presentes en los catálogos de la actualidad, como el café racer. El lanzamiento de la Imperiale 400 es el renacimiento de un clásico con todas las letras, obviamente, actualizado en su interior para que su andar sea seguro y eficiente, pero que con sus líneas elige contar el legado de la familia que creó la marca del león.
La Imperiale 400 utiliza el nombre de un modelo que no es propiamente de Benelli, sino de la Motobi Imperiale Sport 125. Cabe recordar que la empresa fue fundada por los seis hermanos Benelli en 1911, pero por disputas familiares, en 1948, el hermano mayor decidió fundar una nueva marca de motos. Esta nueva factoría se caracterizaba con un logo que no era más que una “B” en el tanque, para más tarde llamarse Moto B, que derivó en Motobi.
En la década del ´60, las dos marcas volvieron a unirse para afrontar la crisis que azotaba al sector en ese momento. El impulsor de la Motobi Imperiale, con la fusión de las dos marcas, pasó de ser
de 200 cc a 125 cc, transformándose en uno de los productos más recordados de la empresa. Como sucedió con la Lencino de 1965, Benelli quiere recordar uno de los buques insignia de su rica historia, aunque con un concepto de diseño muy distinto al que viene ofreciendo en la actualidad.
MÁS CONFORT QUE RENDIMIENTO
La Benelli Imperiale 400 está propulsada por un motor monocilíndrico de 374 cc, SOHC, 2 válvulas y equipado con sistema de refrigeración por aire. Su potencia es de 20,8 CV a 5.500 rpm y ofrece un torque de 29 Nm a 4.500 rpm, lo que habla de una curva de potencia que tiene su mejor rendimiento a bajas vueltas, muy necesario para mover los 205 kg que anuncia en orden de marcha. A su vez, puede superar los 110 km/h de velocidad, pero su mejor versión se encuentra en un ritmo crucero menor a los 100 km/h, lo que deja bien en claro que es una moto para realizar una conducción por demás relajada.
Desde la compañía destacan que este modelo permite
“La Imperiale 400 utiliza el nombre de un modelo que no es propiamente de Benelli, sino de la Motobi Imperiale Sport 125. C”
un importante ahorro de combustible gracias al encendido vía doble bujía NGK BR7ES en combinación con el sistema de inyección electrónica EFI desarrollado por la casa americana Delphi. Anuncia así un consumo de 3,2 litros cada 100 kilómetros, sumamente bajo, aunque claro que este rango puede subir si se la exige.
El impulsor es conservador, simple y eficiente, características que se notan en su baja relación de compresión (8,5:1) y en algunos de los componentes de su interior como el cigüeñal que cuenta con dos volantes de inercia y que funciona sobre cojinetes; un eje de equilibrado para reducir vibraciones accionado por engranajes y la biela porta un pistón plano de tres aros.
PLUMAS DE ACERO
La estructura de la Imperiale 400 está inspirada en modelo histórico, ya que su chasis es una reinterpretación del legendario lecho de plumas o Featherbed que Norton desarrolló a mediados del siglo pasado, pero que en la actualidad se podría ver como un doble cuna realizado en acero. Otra de las cosas que destacan desde Benelli es el sistema de frenos con disco en ambas ruedas y ABS: cuenta con un disco de 300 mm adelante y un disco de 240 mm detrás. Allí, incorpora un diseño que aparenta un tambor central para simular los frenos de las motos de los años ’50, detalle que realza su estilo retro.
La suspensión delantera utiliza una horquilla telescópica convencional de 41 mm, con un recorrido de 110 mm, mientas que atrás posee un sistema de doble amortiguador lateral regulable el precarga (65 mm de recorrido) que se presenta con una leve inclinación y un cartucho de presión de gas. A su vez, exhibe dos amortiguadores debajo del asiento que emula a las unidades de antaño con chasis rígido, pero que en este modelo no es más que una cuestión estética.
DETALLES SIMPLES QUE LA DIFERENCIAN
En cuanto al diseño, componentes como el asiento con división para al conductor y el pasajero, las agarraderas posteriores, el faro redondo y el caño de escape recto son detalles que transportar la imaginación de quien admire a una época pasada. Por su parte, las medidas de la unidad (1440 mm de distancia entre ejes y 780 mm de altura al asiento) la hacen una moto larga y de altura media, siendo amigable con casi cualquier talla de usuario. Además la ubicación de los mandos y de los pedales construyen una posición de manejo de postura relajada con las rodillas casi a 90 grados y el cuerpo erguido, otro detalle que le da cierta reminiscencia a las unidades de mediados del siglo pasado. En materia de equipamiento, cuenta con dos marcadores analógicos de forma circular, uno para velocímetro y otro para el tacómetro, ambos de aspecto retro. Cuenta además con un pequeño panel digital central que brinda información como indicador de marcha engranada, nivel de combustible, odómetro, y reloj. Según anunció la factoría de origen italiano, la Imperiale 400 está disponible en los colores rojo, negro y gris.