Moto Clásica: Cagiva Mito .................................
UNA LEYENDA DE LA ERA 2 TIEMPOS
Luego de una historia muy rica en el segmento deportivo de las 125 cc, Cagiva marcó un punto de inflexión en su historia con la Mito, una moto que ganó gran repercusión por su capacidad de enfrentarse cabeza a cabeza con unidades de mayor potencia y cilindrada. Maniobravilidad, poco peso y un desarrollo pocas veces visto en su época.
CAGIVA ENTRÓ en el mercado de la producción de motos en 1978 (antes fabricaban piezas metálicas) y rápidamente se colocó como un estandarte en la media y baja cilindrada ya que la marca alcanzó una producción anual de 40.000 motos, con ocho modelos con motores de dos tiempos que iban desde 125 cc hasta 350 cc en 1979. Durante la década de los ´80 la empresa dirigida por Giovanni Castiglioni compró una golpeada Ducati para hacerse fuerte en el segmento de la alta cilindrada acompañado por una fuerte apuesta en el ámbito deportivo, con grandes actuaciones en el Mundial de Velocidad y en el Rally Dakar. Si bien las motos de mayor cilindrada fueron muy reconocidas, la empresa logró que su catálogo de baja cilindrada sea muy representativo, ofreciendo productos muy competitivos durante toda la década, finalizando con la Cagiva Mito 125 de 1990, la que es tal vez su moto estandarte.
La Mito tiene como antepasadas a las deportivas de la familia Aletta Oro (1985-1987) y la gama Freccia (1987-1989), pero se diferenció de su herencia a partir de un desarrollo pocas veces visto en el segmento: poseía un chasis de aluminio y un basculante del mismo material cuando su competencia utilizaba acero para sus estructuras. También utilizaba una horquilla Marzocchi de 38 mm regulable en precarga, disco delantero flotante de 320 mm y llantas de 17 pulgadas en ambos ejes con anchos neumáticos 100/80 para el delantero y 150/70 era el trasero. Su motor derivaba de la Freccia C12R, aunque se le acopló un nuevo siste
ma de escape, un carburador de 28 mm y un radiador curvado. Así, la potencia rondaba en los 30 CV y entregaba una velocidad máxima superior a los 165 km/h, con lo que se colocaba como una de las motos más radicales de su categoría. La estética de este modelo fue otro de sus puntos más importantes. Massimo Tamburini cambió la tendencia de las motos 125 de Cagiva, que eran muy similares a las Ducati, realizando un especie de réplica de la Cagiva 500 GP de Randy Mamola, una decisión muy acertada ya que, más allá de los pocos resultados que tuvo el piloto estadounidense en el equipo, la unidad fue un éxito entre los seguidores de la marca.
Dos años más tarde se gestó la segunda generación de esta 125 cc, la Mito II, que mejoró su ponencia a 33 CV y aumentó su velocidad máxima hasta los 174 km/h, colocándose como la Cagiva más veloz entre las motos de serie.
“Realizando un especie de réplica de la Cagiva 500 GP de Randy Mamola, una decisión muy acertada...”
Su estructura sumó una horquilla invertida Marzocchi de 40 mm y frenos Brembo de cuatro pistones. Sus mejoras hicieron que los fanáticos de la marca tengan una aceptación muy grande por esta versión, por lo que Cagiva decidió lanzar varias decoraciones especiales del modelo, como la Denim o la réplica de Eddie Lawson.
En 1994 llegó la Cagiva Mito Evolution, que hizo honor a su nombre por el gran cambio estético que presentó inspirado en la Ducati 916, con un frontal de doble óptica y nuevos carenados que dejaban a la vista el inalterado chasis de aluminio. Su bien no tuvo grandes cambios a nivel motriz, su equipamiento era de alto nivel, ya que utilizaba amortiguador de dirección, un escape con silenciador en carbono, llantas de seis radios, una nueva caja de filtro, carburador Dell’Orto PHBH 28 (o un Mikuni de 35 mm dependiendo el país) y una transmisión de 7 velocidades, una solución exclusiva de la marca que se mantuvo hasta 1999 y que hizo de esta moto un pieza de colección.
Esta tercera generación es recordada porque fue la que utilizó un muy joven Valentino Rossi para dar sus primeros pasos en campeonatos de su país. En 2008 y a pesar de las grandes restricciones de la normativas anticontaminación contra las motos de 2 tiempos, Cagiva lanzó la Mito SP525,
una variante cuya estética era una réplica de la C594 que corrió en el Campeonato del Mundo de 1994 con John Kocinski como piloto. Su motor estaba limitado a solamente 15 CV a raíz de la gran cantidad de cambios que exigía la normativa Euro3, aunque se podía comprar un kit para duplicar su potencia. La casa italiana lanzó también la 525 SP, una versión de carreras para campeonatos promocionales con 37 caballos declarados y en la que desaparecían faros, retrovisores, estriberas del pasajero y otros elementos.
La Mito fue una leyenda, ya que por su aceleración y paso por curva podía poner en problema a cualquier supersport de mayor cilindrada. Además, su éxito radicó en su perfil de producto para pilotos jóvenes, quienes en la actualidad, con algunos años más, siguen buscándola como una reliquia.