VEINTE AÑOS DE HISTORIA EN CIRCUITOS
La Suzuki GSX-R 1000 tuvo su primera versión en 2001, por lo que este año cumple nada más y nada menos que 20 años. Hay que aclarar que la superbike de Hamamatsu tuvo un pasado con motorizaciones de distintas cilindradas, por lo que la agasajada de esta oportunidad es la gama “de litro”. Esta familia compuesta por seis generaciones se planteó como el reemplazo del modelo más grande de la serie GSX-R hasta ese momento, la GSX-R1100, pero con un concepto mucho más liviano, ágil y también potente ya que declaró 160 CV de potencia, 5 CV más que su antecesora de 1100 cc. Rápidamente se comenzaron a ver detalles heredados de la experiencia de la marca en los circuitos, como el escape de titanio, su carenado aerodinámico y suspensiones regulables, entre otras. Tuvo renovaciones en 2003, 2005, 2007 y 2009, siempre ganando más potencia (hasta los 185 CV) y actualizaciones en electrónica. La versión de 2009 fue la que más se mantuvo en el tiempo, ya que la marca peleó con una gran crisis que la motivó a alejarse del mundo de la competición, escena a la que volvió en 2015 con la reincorporación al paddock de MotoGP. Las crecientes normativas y la bajada de ventas de motos deportivas supuso un importante bache en la saga GSX-R hasta que en 2016, bajo un prototipo se presentó la nueva versión. La Gixxer renació en 2017 con una generación totalmente renovada: un motor de carrera corta, distribución variable y muchas otras tecnologías derivadas de la categoría reina del motociclismo. La familia GSX-R 1000 de Suzuki fue pionera, resistió los golpes del mercado y se renovó hasta colocarse como una de las deportivas más potentes de la actualidad. Una moto que marcó un segmento y que tiene muchos adeptos a lo largo y a la ancho del mundo gracias a su espíritu de competición.