MUNDIALISTA
NORTON MANX
La Norton Manx fue la única moto fabricada por la casa inglesa que se coronó campeona del Mundial de Velocidad, no sin antes sobrepasar varios años de desarrollo, un conflicto bélico en el medio y varios ajustes. Una muestra clara de que la compacidad y el poco peso hacen la diferencia en competición.
LA NORTON GRAND PRIX MANX, producida entre 1936 y 1940, fue la primera moto de la casa inglesa que llevó la denominación Manx, palabra que con el tiempo se volvería mítica para la marca y para sus más fieles seguidores. Ese nombre era una reminiscencia al TT de Isla de Man y la moto que llegaba a los concesionarios no era más que la roadster International con algunas modificaciones para su utilización en pista.
Era simple, pero efectiva en sus primeros años: tenía un motor de un solo cilindro y 490 cc, un àrbol de levas, culata cuadrada y cuatro velocidades, con alimentación mediante un carburador Amal RN, mientras que su chasis era un típico multitubular de la época sin demasiado desarrollo, que para muchos dictaminaba su punto más frágil. Luego de la Segunda Guerra Mundial, el concepto de esta moto deportiva monocilíndrica diseñada por Joe Craig fue tomando potencia y en 1947 se pasó a llamar solamente Manx. Antes de la llegada del primer Campeonato del Mundo (1949), competencia a la que indudablemente Norton iba a acudir, la moto fue recibiendo varias evoluciones: en 1948 estrenó una horquilla nueva y frenos cónicos de magnesio, mientras que en 1949 actualizó su motor con una distribución de doble árbol de levas y dos válvulas refrigerado por aire. Pero, con el primer campeonato del mundo ya realizado (y ganado por Leslie Graham con una AJS) en 1950 llegó la mayor innovación de la Norton Manx, cuyo problema más grande era la imposibilidad de llevar su buena potencia al piso. El chasis Featherbed (traducido literalmente como lecho de plumas) fue creado Rex McCandles, formando un cuadro solamente con tubos de acero y sin placas de conexión, lo que lo hacía muy livia
no y flexible, pero a la vez, rígido para aguantar las vibraciones y expresividad en bajas del motor monocilíndrico. Ese año, las Manx coparon las seis primeras posiciones del Tourist Trophy.
En 1950 la marca ya había ganado varias carreras, pero fue en 1951 cuando alcanzó su máximo hito al coronarse en la categoría máxima del mundial de 500 cc, junto al británico Geoff Duke que ganó cuatro de las ocho carreras que se diputaron ese año (Isla de Man, Bélgica, Holanda y Francia) para para dejar atrás a los hombres de Gilera, Alfredo Milani y Umberto Masetti.
Como si fuera poco, ese mismo año Duke y Norton también se llevaron la categoría de 350 cc, con una moto que básicamente era la Manx de 500 cc, pero con un motor más pequeño de 35 CV, misma cosecha que levantaron en la categoría de Sidecars. Esta moto será recordada como la única Norton capaz de ganar un campeonato del mundo, así
“...en 1949 actualizó su motor con una distribución de doble árbol de levas y dos válvulas refrigerado por aire.”
como la única monocilíndrica que le podía hacer frente con sus 140 kg y 225 km/h de velocidad final a las nacientes pluricilíndricas. Estaba claro, su compacidad, bajo centro de gravedad y su respetable potencia hacía que en circuitos de muchas curvas la moto inglesa se destaque notablemente, incluso en los años siguientes a su primer y único título.
En esos años comenzaría la era de Gilera en el mundial, con tres títulos consecutivos de Geoff Duke -que sorprendió al dejar Norton- y más tarde
sería el auge de MV Agusta. Así, la casa inglesa se retiró de la competición en 1954, aunque la Manx se siguió produciendo y actualizando para equipos privados, pero con el paso de los años el motor de un solo cilindro fue quedando atrás en cuanto a desarrollo y efectividad, lo que hizo que se volviera difícil ver a este modelo en pista.
La Norton Manx se produjo hasta 1962, año en el que se ensamblaron solamente 42 unidades. La denominación Manx fue pasando por manos de varias marcas y entusiastas que deseaban mantener el legado de una moto que ya era histórica. Una de sus ultimas apariciones en pista fue junto a Godfrey Nash, quien pilotó una Norton Manx para adjudicarse la victoria en el Gran Premio de Yugoslavia de 1969 en el Circuito de Opatija. Esta fue la última vez que una motocicleta monocilíndrica ganó una carrera de Gran Premio en la categoría de 500 cc, sobreponiéndose a las tecnológicas japonesas que estaban apareciendo en ese
“La Norton Manx se produjo hasta 1962, año en el que se ensamblaron solamente 42 unidades. La denominación Manx fue pasando por manos de varias marcas y entusiastas que deseaban mantener el legado de una moto que ya era histórica. ” entonces. De todos modos el modelo siguió siendo una buena opción para carreras de resistencia, donde fue protagonista del Campeonato Mundial hasta principios de los `70.
En la actualidad hay muchas Norton Manx que mantuvieron su buen estado, ya que con sus características técnicas y su innegable fama, es un objeto muy preciado para coleccionistas y amantes de las dos ruedas en general. Pero claro, su valor está plasmado en su precio que ronda entre los 40 mil y 65 mil dólares, hasta por encima de muchas motos deportivas actuales.