Mercado: Yamaha y su plan ambiental para 2050
NUEVOS DETALLES DEL PLAN MEDIOAMBIENTAL DE LA CASA JAPONESA
Parece ambicioso, pero en los próximos 30 años la casa de los tres diapasones buscará bajar a cero sus emisiones de dióxido de carbono con una estrategia escalonada que afectara no solo a su forma de producir sus vehículos, sino que traerá consigo varios productos inéditos.
YAMAHA MOTOR anunció la revisión de sus objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono establecidos en su Plan Medioambiental 2050 que la compañía formuló por primera vez en el año 2018. Según anunció la casa nipona el objetivo a partir de ahora será llegar a la neutralidad de carbono en todos los aspectos de sus actividades comerciales, incluyendo todo el ciclo de vida de sus productos. “Formularemos un plan a medio plazo cada tres años y avanzaremos iniciativas y actividades hacia estos objetivos”, señala el comunicado difundido por la marca, lo que significa que estrechará los periodos de revisión que antes estaban pensados para 2030, 2035 y 2050, lo que insinúa una mayor ocupación en este tema.
El plan está plasmado en dos partes. La primera se denomina Metas de Alcance 1 y 2, donde se trabajará en las emisiones producidas como resultado directo de las actividades comerciales, como la fabricación, en la que preveían una baja del 47% en 2020, un 50% en 2030, un 54% en 2035 y, finalmente, una merma de 86% en 2050, porcentajes que se comparan con la cantidad de gases emitidos en 2010. En este sentido, en Yamaha intentarán reducir aún más los niveles de CO2 emitidos por persona durante sus actividades de movilidad utilizando fuentes de energía eficientes. Además, la firma anunció dentro de sus objetivos promover el uso de la movilidad personal con bajas emisiones de CO2. Ahí es donde aparece la segunda etapa del plan, la Meta de Alcance 3, donde se busca disminuir las emisiones producidas en la cadena de valor de la compañía, es decir en el uso de sus productos. Aquí es donde aparecen nuevos proyectos de movilidad para llegar a una merma de las emisiones que ronde el 24% en 2030 y del 38% en 2035.
EL FUTURO DEL CATÁLOGO
La normativa Euro5 llevó a Yamaha, al igual que a la mayoría de las marcas, a adaptar a casi todo su su catálogo a los límites de emisiones y, en consecuencia, eliminar algunos modelos con gran trayectoria dentro de la historia de la marca, como la Yamaha YZF-R6 (que sólo podrá adquirirse en versión de circuito), la Yamaha FJR1300 o la reconocida trial Yamaha XT1200Z Super Ténéré, que fue uno de los buques insignia de la factoría nipona en los últimos períodos. Por el contrario, también se crearon nuevos modelos que prometen mucho para los próximos años, como la recientemente lanzada Yamaha R7. Además, la Comisión Europea propone que todos los autos y camionetas nuevas sean de emisiones cero a partir del año 2035 en el viejo continente, un movimiento que comienza a marcar el camino de lo que podría suceder también en el mundo de las dos ruedas. Por eso Yamaha piensa en la gestación de nuevas alternativas de movilidad, por lo que desde la marca anticipan que siguen trabajando en la investigación y desarrollo de futuras motos eléctricas. Cabe destacar que la casa de Iwata ya había presentado en los últimos años algunos prototipos de scooter eléctricos como los E01 y E02 o el modelo de trial TY-E. A su vez, la casa de los tres diapasones firmó un acuerdo junto a KTM, Honda y Piaggio para utilizar baterías comunes en futuras motos eléctricas, lo que es un guiño importante pensando en la sustentanbilidad.
Pero Yamaha no solo tiene que ver con el mundo de las dos ruedas, por eso hace unos meses presentaron un revolucionario motor eléctrico que es capaz de generar 500 CV de potencia, es muy compacto y además es adaptable a cualquier auto. Como si fuera poco, en junio de este año la marca firmó un acuerdo con ShinMaywa Industries para investigar y desarrollar aviones con pequeñas motorizaciones a cargo de Yamaha, aunque el comunicado oficial no habla de qué tipo de impulsores utilizarán en el proyecto.
Yamaha tiene como objetivo bajar el 90% de la huella de carbono que emiten sus vehículos y los procesos productivos que lleva a cabo, lo que no es una tarea para nada sencilla. Lo interesante es ver la manera como gestiona este proyecto, muy transparente y con todos los números del progreso plasmados en su página oficial. Sin dudas, una política que muchas empresas podrían copiar para reducir la contaminación.