SOBREDOSIS ON DEMAND
La televisión post Netflix y la lucha de los grandes players de la industria por hacerse un lugar en el universo del contenido a la carta y las audiencias infieles.
Todavía la montaña está delante de nuestros ojos. Nadie podría asegurar, ni aventurar, ni tener nada que se le parezca a una certidumbre referida al consumo de entretenimiento. Los años otorgarán perspectiva, y el tiempo, movimiento. El consumo y la producción de contenidos audiovisuales están sufriendo modificaciones estructurales. La televisión está jubilando sus postulados lineales dándole paso al contenido bajo demanda. Y la crisis de formato es, también, el desafío de transformar un negocio. Acá, en este nuevo paradigma, las audiencias se vuelven cada vez menos obvias, más cambiantes y mucho más genuinas: queremos todo, lo queremos ya, aunque tal vez después o, en una de esas, nunca, y vamos por eso o por otra cosa.
Los servicios on demand no paran de crecer gracias a operadores internacionales que este año disputarán una batalla sin precedentes. En este segmento, Netflix resonó durante tiempo como el gran duque de esos dominios. Aunque ese dominio hoy enfrenta qui-
zás su mayor amenaza.
Todavía, las noticias en directo o los eventos deportivos siguen teniendo margen de mercado en los canales tradicionales. Aunque Facebook (desde Facebook Watch, su plataforma de videos) ya se aseguró la transmisión de la Copa Libertadores y, por allá, entre otros, sobresale el acuerdo de Twitter para transmitir contenido exclusivo de la NBA. Así las cosas, las cuentas de Youtube de los principales canales de noticias (TN, C5N, etc.) replican en vivo sus transmisiones y los contadores de visitas siguen engordando. Indefectiblemente, las normas históricas del mercado tienden ahora a su digitalización y, en suma, van hacia la consolidación definitiva del online.
El terreno donde más claramente se libra la batalla es en la ficción. En esta historia, el material de producción original (como Stranger Things de Netflix o Game of Thrones de HBO, por nombrar solo dos) terminó siendo el factor diferencial a la hora de optar por estas plataformas. Entretanto, el principal core de negocios de los servicios de streaming no son las plataformas en sí, sino el contenido. ¿Y cuál es la verdadera ventaja competitiva de este modelo? La distribución global, el estreno simultáneo y la penetración popular.
Según el último reporte de la compañía, Netflix tiene más de 137 millones de usuarios, y en Wall Street estiman que llegará a 200 millones en 2020. No obstante, la acción cayó casi 40% antes de Navidad y, si bien ya se recuperó, el cimbronazo se sintió con fuerza. La principal razón de este bache bursátil se llama Disney+, el flamante servicio de streaming del gigante norteamericano, que ya anunció que retirará todo su contenido de Netflix antes de su lanzamiento a fines de este año. La compañía acaba de adquirir la mayor parte de 21st Century Fox, con el objetivo de ampliar su catálogo de series y películas que ya incluye marcas como