+ Life: Foodart
La chef y emprendedora Juliana López May adopta sabores y texturas que descubre en sus viajes. Para esta edición, elige una receta inspirada en la cocina de Australia.
Todo aquel que siga a Juliana López May sabe que le gusta viajar. La chef y emprendedora –discípula de Francis Mallmann y referente de la cocina natural y de producto– adopta sabores, aromas y texturas que va descubriendo en sus distintos periplos por el mundo. Y Australia parecería ser un destino a medida de López May: tranquilo, con otros tiempos y con una movida healthy digna de envidia, que se plasma en innumerables ferias orgánicas y productos naturales al alcance en cualquier supermercado. “Hace 12 años, hicimos con mi marido un viaje revelador. Nos fuimos allá como una experiencia de prueba para la
pareja, y confirmé que iba a dar todos los pasos que siguieran junto a él: el viaje fue un éxito en términos personales y turísticos”, rememora.
Más de una década después, volvió al destino –al que hoy se puede ir con vuelo directo con Air New Zealand, aerolínea que la invitó para que se inspirara con la gastronomía local–, y lo hizo con sus hijos, cerrando una especie de círculo emocional. Y volvió a enamorarse de sus playas inmensas, sus mercados y un componente gastronómico diverso, donde resalta la fusión entre occidente y oriente, propio de un país con mucha inmigración.