#3 ¿RIESGO? ELECTORAL
En la volatilidad argentina, la política contagia a la economía. ¿Cómo influyen las elecciones en los activos argentinos? ¿Qué riesgos reales hay? A Eduardo Costantini, creador de Nordelta y de un sinfín de desarrollos inmobiliarios exitosos, y Federico Tomasevich, presidente y principal accionista de Puente, no les tembló el pulso para mostrarse “políticamente incorrectos”. Para ellos, los políticos argentinos son parte de las causas de los temblores cambiarios, la incertidumbre y el temor exacerbado que muestran los mercados. Pero para ellos, gane quien gane en octubre, no podrá modificar demasiado el rumbo.
“No sé quién va a ganar, pero no veo un escenario en el que el próximo gobierno, sea quien sea, haga un default. La Argentina hoy tiene muy poco margen de libertad para actuar sin que la crisis se acentúe”, dijo Costantini, quien además les pidió a los candidatos que “sean honestos y digan qué piensan hacer para
reducir el riesgo político”, aunque estimó que no lo van a hacer porque “el político argentino es egoísta, egocéntrico y piensa solo en su interés personal”. Por eso, reflexionó que “están mal los valores” y esa es la razón por la que “la Argentina no sale del pozo”.
Tomasevich difirió en algunos matices. Para él, la incertidumbre política no explica el precio de los bonos hoy. Y tiene una razón: “El cambio de expectativas con la llegada de Macri fue muy fuerte. Los inversores suscribieron deuda por hasta el doble de lo que hubiera sido lógico. Además, el blanqueo generó más demanda. Por eso, el mercado quedó sobrecomprado y eso explica por qué hay falta de liquidez hoy, cuando el mundo está vendedor de Argentina”. Aun tras las elecciones, opinó, no habrá “una reactivación ni un cambio de tendencia (en los activos argentinos), porque hay sobreexposición argentina en los portfolios. Sí volatilidad y un dólar que podría flotar hacia arriba”. Para Tomasevich, las malas decisiones de Gobierno se toman en tiempos de exhuberancia económica. Y en ese sentido se mostró optimista: “obligatoriamente” las nuevas autoridades tendrán que ajustar la macro: “No hay escapatoria”, remató.