ALUMNI DE LUJO
Profesionales argentinos que cursaron un MBA en escuelas de negocios internacionales top cuentan cómo fue su experiencia y en qué medida cambió sus carreras. ¿Vale la pena la inversión de estudiar en el exterior?
Cursar un Master in Business Administration (MBA) es una decisión personal –y una inversión profesional– que se repaga con creces. Hacerlo en el exterior tiene el plus de sumergirse en un ámbito cultural diferente, ganar amplitud de pensamiento, ampliar las redes de contactos
y afianzar la flexibilidad y las habilidades multiculturales, cada vez más necesarias en un mundo cambiante. Eso es lo que piensan los argentinos que lo vivieron y, ahora, pueden contarlo. Contra todos los mitos, coinciden en que la experiencia vale la pena y les cambió, si no la vida, al menos la carrera y la mirada.
LONDON BUSINESS SCHOOL: DE LA ACADEMIA A LOS NEGOCIOS GLOBALES EL MBA FUE EL PUNTAPIÉ PARA FORMALIZAR SU CAMBIO DE CARRERA PROFESIONAL. “LA ELECCIÓN
DE LA B-SCHOOL VINO PORQUE ES UNA ESCUELA DE NEGOCIOS CON UN BUEN BALANCE ENTRE EL ENFOQUE ACADÉMICO, EMPRENDEDOR Y DE FINANZAS”.
Joaquín Cohen (38), socio del grupo Cohen de soluciones financieras, hizo su MBA en London Business School entre 2011 y 2013. “Había estudiado Comunicación Social, pero a mitad de la carrera armé una startup y empecé a enfocarme en los negocios. Después trabajé en el grupo familiar, atendiendo clientes, y necesitaba formalizar el cambio de carrera. Es por eso que decidí hacer un MBA. La elección de London Business School vino en parte por recomendación familiar y en parte porque es una escuela de negocios con un buen balance entre el enfoque académico, emprendedor y de finanzas, sumado a la experiencia de vivir en Londres, que es como estar en una torre de Babel con gente de todo el mundo”, cuenta.
“El programa es muy intensivo, y hay clases espectaculares como la de Financing the Entrepreneurial Business (financiando negocios emprendedores) de John Mullins, que realmente te prepara para tomar decisiones a la hora de financiar una start-up. Y no es solo teoría, sino que se trabaja sobre casos reales incubados en la aceleradora de la universidad”, detalla.
“Otro plus de LBS es la gran diversidad de los participantes. El 70% viajan desde otros países para cursar, trayendo su cultura, idioma y forma de pensar. Todo el tiempo te topás con gente de primer nivel, no solo tus profesores sino también tus compañeros, con lo cual te llevás, además de un background académico importante, una red de contactos literalmente global”, afirma.
“Pienso al MBA, más que como un complemento de la carrera, como una maratón: hay que tener paciencia, tiempo y energía para completarlo. Si bien es una inversión grande, tanto en dinero como en esfuerzo personal, recomiendo hacerlo en el exterior ya que te da una perspectiva realmente global de los negocios. Y, por otra parte, no es algo que hacés una vez y ya está, sino que de por vida quedás con una red de contención y de contactos, a través de los clubes de Alumni, en los que se organizan encuentros y múltiples actividades”, destaca.