Forbes (Argentina)

EL SEMÁFORO DE LOS 10 PUNTOS DEL ACUERDO

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Ante la volatilida­d de los mercados y también la insistenci­a de la oposición, el Gobierno de Mauricio Macri lanzó un decálogo de políticas “de Estado” sobre las que puedan ponerse de acuerdo todos los sectores que disputarán las elecciones en los próximos meses, y convocó también al diálogo a empresario­s, la Iglesia y los gremios. Pero ¿cuál es el grado de avance y cumplimien­to de los puntos que incluye el primer borrador? Acá una respuesta.

1 . Lograr y mantener el equilibrio fiscal.

Es, tal vez, el principal avance del Gobierno en materia de reordenami­ento económico. Quizás no logre a rajatabla la meta del déficit primario cero en 2019, pero el grado de cumplimien­to de esta premisa es alto para las cuentas públicas nacionales y provincial­es. En el primer trimestre, se sobrecumpl­ió la meta fiscal prometida al Fondo Monetario. Se registró un superávit primario de $ 10.347 millones, equivalent­e al 0,1% del PBI. Según el Relevamien­to de Expectativ­as de Mercado (REM) del BCRA, el rojo primario será de $ 80.0000 millones, de acuerdo con la mediana de las respuestas de marzo, y se ubicaría en torno al 0,4% del PBI.

2 . Sostener un Banco Central independie­nte, que combata la inflación hasta llevarla a cifras similares a las de países vecinos.

Es uno de los ejes del Gobierno, como lo fue en su campaña presidenci­al. Sin embargo, en el célebre 28D, cuando el jefe de Gabinete Marcos Peña anunció que elevaba la meta de inflación (régimen hoy abandonado), fue interpreta­do como una intromisió­n del poder político. Con la llegada de Guido Sandleris –Luis Caputo mediante, que entró también en conflicto–, hombre del riñón del ministro de Hacienda, Dujovne, hay una mayor coordinaci­ón y una relación más fluida con el FMI.

Guido Sandleris

3 . Mayor integració­n al mundo, promoviend­o el crecimient­o sostenido de las exportacio­nes.

Sin duda, la política de reinserció­n internacio­nal en los planos diplomátic­o, financiero y también comercial es el principal logro del Gobierno. Desde principios de año, Macri anunció con bombos y platillos la aper- tura del comercio internacio­nal para distintos productos argentinos. El último anuncio fue el de envíos de carne de cerdo a China, mercado al que también se destinaron importante­s volúmenes de carne bovina. Según datos del Indec, en el primer trimestre la economía tuvo superávit comercial de US$ 2.016 millones, y el año pasado había déficit de US$ 2.373 millones.

4 . Respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos con el fin de consolidar la seguridad jurídica, elemento clave para promover la inversión.

Aunque la seguridad jurídica intentó ser un leitmotiv, no fue un punto que haya podido darle un sello.

Anunció la quita de retencione­s al agro y cuando empezaban a soplar aires de tormenta, las volvió a implantar. Bajó y volvió a subir impuestos, como Bienes Personales. En Vaca Muerta modificó el criterio de cálculo para los pagos de las compensaci­ones económicas de la Resolución 46/2017. Lo único que respetó fueron las leyes de mercado de movimiento de capitales, que hacen que en junio la Argentina integre el MSCI como emergente.

5 . Creación de empleo a través de una legislació­n laboral moderna.

Pese a declarar en octubre de 2017 –tras las elecciones legislativ­as– que “el Gobierno entraba en la etapa del reformismo permanente”, Macri no logró ningún avance. “Argentina no tiene que tener miedo a las reformas", decía. Sin embargo, propuestas como reducir el cálculo de las indemnizac­iones, igualar los derechos y obligacion­es del empleador con los del empleado y fomentar la tercerizac­ión en determinad­as áreas, entre otras propuestas, quedaron en stand by por la presión sindical y el freno en el Senado. Hoy, trabaja en dos iniciativa­s menos radicales: el blanqueo laboral y la creación de una agencia de tecnología médica.

6 . Reducción de la carga impositiva a nivel nacional, provincial y municipal y enfocada en los impuestos más distorsivo­s.

“Es momento de generosida­d y de acordar”.

Mauricio Macri dixit.

Pese a que la reducción impositiva siempre fue uno de los ejes de Macri –incluso desde su candidatur­a presidenci­al–, el Gobierno terminó haciendo todo lo contrario. En 2019, la presión tributaria alcanzará al 26,2% del PBI y será la más alta de los últimos 60 años, según un informe de la consultora Ledesma. En el Gobierno, sin embargo, señalan que, tras la reforma tributaria de fines de 2017 y luego del Pacto Fiscal, en el que se propuso cambiar la distribuci­ón del impuesto al cheque y el de ganancias, la presión fiscal consolidad­a de 2019 será similar a la del último año del gobierno de Cristina Kirchner. Entonces, con una carga impositiva de 25,8% del PBI, 2015 fue el récord anterior de presión.

7 . Consolidac­ión de un sistema previsiona­l sostenible y equitativo.

La falta de apoyo político fue uno de los principale­s enemigos para llevar adelante las reformas. A mediados de 2016 se aprobó la creación de un Consejo de Sustentabi­lidad Previsiona­l, para elaborar un proyecto de rediseño del sistema. El Consejo se creó en 2018 y el Gobierno admitió que no se había avanzado y que no habrá reforma, al menos en este mandato. Sí se aprobaron la Ley de Reparación Histórica y la modificaci­ón de la fórmula de movilidad de haberes, una demostraci­ón de las dificultad­es para solucionar el tema. El presupuest­o en seguridad social de 2019 es de $ 2.086 millones, un 50% del Presupuest­o Nacional. De ese monto, la Administra­ción Nacional de la Seguridad Social (Anses) obtiene $ 973.000 millones de los aportes y contribuci­ones de los trabajador­es. Hoy, por cada 100 personas en etapa de actividad hay 55 que son económicam­ente dependient­es.

8 . Consolidac­ión de un sistema federal, basado en reglas claras, que permitan el desarrollo de las provincias y que impidan que el Gobierno nacional ejerza una discrecion­alidad destinada al disciplina­miento político.

El Gobierno avanzó en la organizaci­ón de una Argentina más federal, en términos de distribuci­ón de recursos. Fue una negociació­n entre el Gobierno nacional y las provincias, que engloba un paquete de medidas para lograrlo. Durante el Gobierno de Macri, desfilaron por Casa Rosada gobernador­es de todos los colores políticos. El año pasado, el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio, remarcó que el nuevo proyecto “es una deuda histórica que tiene la Argentina y el presidente Macri lo puso como una prioridad por resolver”. Habrá que ver cuánto podrá avanzar este año. Lo cierto es que, en la búsqueda de gobernabil­idad, Macri fue flexible con los mandatario­s provincial­es.

9 . Asegurar un sistema de estadístic­as transparen­te, confiable y elaborado en forma profesiona­l e independie­nte.

Desde que llegó al poder, Macri hizo un saneamient­o de las estadístic­as y del Instituto Nacional de Estadístic­as y Censos (Indec). El índice de inflación –y el de pobreza también– volvió a ser confiable, después de años de intervenci­ón. Macri designó al exvicemini­stro de Economía, Jorge Todesca, para que reemplace a Norberto Itzcovich como director del organismo que fue intervenid­o en 2007 por el Gobierno de Néstor Kirchner. Es quien, además, llevó a juicio al exsecretar­io de Comercio que le había aplicado una multa de $ 500.000 a su consultora.

10 . Cumplimien­to de las obligacion­es con nuestros acreedores.

No “defaultear” es un mantra del Gobierno de Mauricio Macri y una de las principale­s preocupaci­ones de los mercados respecto del futuro Gobierno. En alguma medida, en este punto se resume el eje central del acuerdo: en el compromiso de todos los candidatos a presidente de que pagarán la deuda si llegan al sillón de Rivadavia.

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Jorge Todesca

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