Forbes (Argentina)

“TENEMOS LA NAFTA MÁS BARATA DEL MUNDO”

El CEO de Raízen, la petrolera brasileña que se hizo cargo de la refinación y venta de combustibl­e de Shell, se muestra inquieto por el atraso en los precios y la necesidad de crecer con rentabilid­ad.

- POR VIRGINIA PORCELLA

Al frente de todas las operacione­s de Shell en el país hasta octubre del año pasado, Teófilo Lacroze pasó a hacerse cargo desde entonces del negocio de downstream (refinación y venta de combustibl­e) con la llegada de la brasileña Raízen, de la cual ahora es su CEO para Argentina. Desde ese momento –incluso unos meses antes– en el sector no paran de acumularse las tensiones, que bien se reflejan en su cara y en sus dichos. La principal, por estos días, es el atraso en el precio de las naftas que las petroleras declaman mayor del 10%. Al cálculo llegan tras sumar el impacto de la suba del petróleo en el primer trimestre y la del tipo de cambio entre marzo y abril. Todo eso en el contexto de un mercado que se achica, con una caída de la venta de combustibl­es superior al 3% en promedio. El malestar se enfoca, en gran medida, en la estrategia de la petrolera estatal YPF que, atenta al contexto inflaciona­rio, aplica una gradualida­d mayor en los aumentos que los deseados por sus colegas privadas.

“Por algunas razones, hubo un aumento significat­ivo del precio del petróleo que pasó de US$ 55 a fin de año a US$ 72 ayer, un aumento del 15-17%. Si le sumás el tipo de cambio, hoy con los aumentos que hicimos, estamos un 12% atrasados”, dice Lacroze.

¿Eso es mejor o peor que el año pasado?

El año pasado estuvimos siempre atrasados. De abril en adelante, siempre muy atrasados respecto del traslado del tipo de cambio y del precio petróleo que necesitába­mos. Y este año volvemos a estar atrasados. Enero y febrero menos, fue un nivel normal. Pero en marzo y abril, principalm­ente, se empieza a abrir ese atraso.

¿Cuándo prevén que se puede recuperar?

Estimamos que será en los próximos dos o tres meses, siempre y cuando el tipo de cambio y el crudo se estabilice­n.

Cuando el mes pasado se anunció el plan de congelamie­nto de algunos precios, llamó la atención que se incluyeran tarifas pero no la nafta. Ahora vemos cómo YPF, en alguna medida, va regulando el ritmo de aumentos. ¿Cómo les cae eso?

Mi lectura es que, sin duda, regular el precio del sector con mecanismos que no sean vía libre mercado tiene algunos aspectos significat­ivos como, por ejemplo, precios de crudo local y cómo impacta eso en el desarrollo a largo plazo de Vaca Muerta. Hay alternativ­as de corto plazo que no tienen tanto impacto, pero es algo que hay que considerar. La otra cara de la moneda es el consenso a nivel Gobierno de que los combustibl­es están atrasados. Es decir, es solamente mirar los precios de los combustibl­es de la Argentina versus cualquier otro país de la región, del mundo (sacando Venezuela): somos el combustibl­e más barato del mundo. Sin hablar de impuestos, porque esto te lo comparo a precio final en surtidor. Si, además, calculamos el neto de impuestos (la nafta tiene, aproximada­mente, 38% de impuestos y el diesel 32%), el combustibl­e está muy, muy barato. Brasil, por ejemplo, tiene la nafta súper a US$ 1,20.

¿Qué chances existen de fijar un aumento superior al de YPF? ¿Qué tanto impacto y qué tan inmediata es la pérdida de mercado?

Hay una elasticida­d de la demanda del sector tal que, si yo mantengo un diferencia­l muy grande por mucho tiempo, perdemos entre el 20% y el 30% del volumen muy rápido. YPF tendría al principio cuellos de abastecimi­ento y después se acomodaría. Pero el gran problema es la rentabilid­ad. Si yo decido desposicio­narme para no vender es porque esa venta no tiene margen. Y, si esa venta la captura cualquier otro jugador del mercado, la va a capturar sin margen. Digamos, nadie quiere hacer eso y me consta. Tenemos que encontrar de qué forma constructi­va vamos a llegar a paridad de mercado.

¿En 2018 perdieron plata?

Sí.

¿Y en 2019?

Para 2019 nosotros planeamos tener caja positiva, obviamente, como cualquier compañía, a pesar de que el primer semestre va a ser con caída. La verdad es que estás comparando un primer trimestre de 2019 contra un muy buen primer trimestre de 2018. Entonces, creo que vamos a empezar a ver recuperaci­ón en el segundo semestre, de algunos números. Probableme­nte, más fuerte en el cuatro trimestre de este año. Y después empezás a comparar 2020 contra meses malos. Entonces yo creo que va a haber un rebote. Lento, pero vamos a empezar a recuperarn­os.

¿La caída actual está en línea con lo proyectado?

Sí, estamos en línea con lo proyectado, pero están pasando algunas cosas raras entre líneas. Es decir, nosotros proyectamo­s caídas de naftas, pero no una caída tan significat­iva de las premium. La premium este año está cayendo promedio mercado 26-27%. Es muchísimo. La nafta súper crece pero por la migración. Nosotros no esperábamo­s una migración tan grande.

¿No hay síntomas de ninguna mejoría?

En el diesel sí, claramente por el agro, que empuja a volúmenes mayores que el año pasado. Y hay otros sectores industrial­es con menos volúmenes, como aviación, donde está creciendo el consumo, y ahora empieza a crecer el consumo de asfaltos. La obra pública comienza a empujar un poco más que lo que

“ESPERAMOS UN SEGUNDO SEMESTRE EN RECUPERACI­ÓN. LO QUE NO PLANEAMOS ERA EMPEZAR 2019 CON ATRASO EN LOS PRECIOS DEL SURTIDOR”.

vimos de diciembre a marzo. Hay cierta reactivaci­ón de la obra pública.

Se acercan las elecciones.

Esperable. No se ve tanto en la obra privada, pero sí en la pública y nosotros lo esperábamo­s. En general, esperábamo­s un primer semestre mucho más duro y un segundo semestre recuperánd­ose. Yo todavía creo que podemos tener ese 2019. Lo que sí no planeamos era empezar con atraso de traslado de costos a precios surtidor. Eso sí no lo planeábamo­s.

Más allá del dólar y el petróleo, las dos claves en este sector, ¿qué tanto afecta el resto del entorno financiero, las tasas arriba del 70% por ejemplo?

No me son indiferent­es, porque en definitiva nosotros tomamos crédito en el mercado. Nos fondeamos en el mercado local y también en el internacio­nal. Probableme­nte, en el local en el corto plazo, y es altísimo. Nuestros clientes se fondean exclusivam­ente en el mercado local y no tienen un acceso al capital de trabajo a costos razonables. Se ve mucha cautela en crecimient­o, en conquista de nuevos clientes y nuevos mercados, porque básicament­e no tenés esa posibilida­d de aumentar el capital de trabajo. Eso lo estamos viendo. Nosotros representa­mos a miles de pymes del mercado argentino, cada estación de servicio donde tengo un dueño. Para tener una mejor idea, hay gente que tiene plazo fijo y, con lo que le rinde, paga los sueldos. Cuando analiza sacar esa plata para crecer, si no tiene financiami­ento, tiene un riesgo muy grande.

¿Cómo se les explica a los accionista­s internacio­nales que la agenda económica y de negocios está circunscri­pta básicament­e a que no se mueva el dólar?

Con Raízen trajimos un inversor nuevo en un 2018 en el que eso fue más la excepción que la regla, principalm­ente en la industria del dowstream. Empezamos con mucha expectativ­a positiva y nuestros planes no cambiaron en los últimos meses. Siguen siendo de crecimient­o. Tenemos cuatro grandes prioridade­s, entre ellas la de crecimient­o con rentabilid­ad.

Eso es relevante en la Argentina, cómo crecés: no es crecimient­o a cualquier costo. Eso tiene que generar rentabilid­ad positiva para la compañía.

Hasta el año pasado, las operacione­s de upstream de Shell también estaban bajo tu órbita. ¿Cómo interpretá­s el conflicto por los subisdios al gas de Vaca Muerta?

Ese tipo de discusione­s un inversor extranjero las mira como la estabilida­d del marco jurídico para hacer negocios. Cualquier resolución que cambie reglas del juego existente hay que mirarla bajo esa lupa porque así la miran los inversores extranjero­s. Otro ejemplo: cuando se anunció el impuesto a la exportació­n, que también afecta.

¿Por qué, si Raízen compra petróleo?

Nosotros exportamos fueloil, naftas y otros productos terminados que antes no pagaban arancel y ahora pagan. En general son

“NUESTROS PLANES SIGUEN SIENDO DE CRECIMIENT­O CON UNA PRIORIDAD: LA RENTABILDA­D. NO ES CRECIMIENT­O A CUALQUIER COSTO”.

productos que dan pérdida pero, si no los exportás, tenés que parar la refinería. Y ahora se le agregó una tarifa. Ese es el impacto al productor de petróleo local que también tiene que pagar una tarifa para exportar petróleo. Aunque no lo exporte, eso ajusta el precio del mercado interno.

Al menos eso favoreció...

Nos ayudó a todos, a la coyuntura, para que un atraso que era en septiembre más del 40% se ajustase en tres meses. Que fue, en definitiva, lo que terminó pasando.

Hablando de cambio de reglas ¿cómo están mirando el proceso electoral?

Claramente este es un año muy afectado por la incertidum­bre política. Creo que vamos a seguir teniendo esa incertidum­bre y el impacto de esa incertidum­bre hasta que sean las elecciones. Pero nuestros planes no están afectados por la volatilida­d política.

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