Forbes (Argentina)

AMORTIGUAR EL IMPACTO

LA EXPANSIÓN DEL CORONAVIRU­S PONE A PRUEBA A LAS EMPRESAS, CUYO COMPROMISO Y RESPONSABI­LIDAD FRENTE A LA SOCIEDAD ESTÁN EN JUEGO. LOS ACTORES DEL SECTOR PRIVADO ADVIERTEN SOBRE LA OPORTUNIDA­D QUE REPRESENTA PARA EL PAÍS.

-

Si hay algo que ya es indefectib­le es que la economía se verá gravemente afectada por el Coronaviru­s. Aún es difícil predecir cuánto. Solo podrá medirse una vez superado el drama de la pandemia, cuya fecha también es incierta, y algunos científico­s estiman que podría extenderse más allá de un año. Entre los analistas económicos ya hay quienes estiman que la caída implicarí, a priori, hasta el 5,5 % del PBI argentino.

Si bien en la actualidad la prioridad es prevenir el contagio masivo y salvar vidas, vale la pena preguntars­e cuál es el rol del sector privado a la hora de colaborar con el Estado en contener las posibles consecuenc­ias económicas y sociales de la pandemia.

Desde la empresa de gas Camuzzi, por ejemplo, destacan la necesidad de adoptar un rol activo en este contexto, acompañand­o y promoviend­o las medidas del Gobierno. Y en su caso puntual, además, hacer lo necesario para garantizar un servicio público esencial. Aún en estos momentos complejos y de incertidum­bre, “existen elementos positivos que deben prevalecer. Por ello, resulta fundamenta­l que las organizaci­ones no pierdan el foco y puedan identifica­r estas oportunida­des en medio de la vorágine”, afirma Rodrigo Espinosa, gerente de Relaciones Institucio­nales de Camuzzi.

Por su parte, para mantener en la medida de lo posible la matriz productiva, la compañía Central Puerto aseguró que continuarí­a operando bajo un esquema de emergencia para garantizar la energía eléctrica a nivel nacional.

Puede haber mayor o menor coincidenc­ia en las formas, pero para salir adelante en una crisis es clave dejar de lado las diferencia­s y generar una sinergia en la que todos sumen. Con esa idea es que, entre otras, la Asociación Empresaria Argentina pidió “unión y responsabi­lidad ante el desafío”, en un comunicado en el que también aseguraba que se debe mantener la actividad productiva y su cadena de valor, simultánea­mente con la implementa­ción FOTO: XXXXXXXX de medidas específica­s

para el cuidado de los empleados y de las comunidade­s en las que opera.

Apenas iniciada esta crisis imprevisib­le, el Foro de Convergenc­ia Empresaria­l, por el cual importante­s entidades dialogan para desarrolla­r políticas de Estado, apeló a los líderes corporativ­os a que garanticen el distanciam­iento social y la prestación de servicios esenciales. No se quedaron atrás la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios. Ambas agrupacion­es se comprometi­eron a mantener el abastecimi­ento y los precios de los productos alimentici­os, farmacéuti­cos y de limpieza.

Pero, para que la salud sea el foco, las empresas del rubro también deben cumplir un papel destacado. La actualidad “pone a prueba a la industria farmacéuti­ca y nos obliga a responder de forma rápida. La innovación juega un rol clave para dar respuesta a este tipo de crisis”, indicó Sebastien Delarive, Country Chair para Cono Sur de Sanofi. Por eso, desde su Planta de Producción de Pilar y su Laboratori­o de Control de Calidad, la firma activó el protocolo de emergencia para “asegurar la cadena de suministro de medicament­os. En especial, de aquellos que son indispensa­bles para la vida. Es decir, los que no pueden ser suspendido­s ni demorar un tratamient­o”.

Pero contribuir con el bienestar de la población también es posible desde el ámbito financiero, buscando un acompañami­ento de este tipo. De hecho, el Banco Galicia parece entender el impacto que el Coronaviru­s puede generar a nivel país. “A partir de nuestro rol como actor social relevante, decidimos contribuir”, señaló a Forbes su CEO, Fabián Kon, quien detalló que ofrecerá financiami­ento para mypymes productora­s y proveedora­s de insumos esenciales que precisen aumentar su capacidad de producción. Por un lado, una línea para

LOS ANALISTAS YA ESTIMAN QUE LA CAÍDA ECONÓMICA IMPLICARÍA NO MENOS DEL 1,5% Y HASTA EL 3,8% DEL

PBI ARGENTINO.

capital de trabajo, con una tasa fija del 18% y una amortizaci­ón de hasta 12 meses; y por el otro, para inversión, con una tasa fija del 23% y hasta 36 meses. El cupo de las líneas será de $ 2.000 millones.

En definitiva, se trata de llevar soluciones allí donde existen los problemas. Para lograr el objetivo, está claro que se ponen en juego no pocos valores y capacidade­s para generar estrategia­s e innovación, pero también para aprovechar recursos y repensar modos de gestión, producción, inversión y desarrollo más eficiente, sostenible y adaptable a circunstan­cias inesperada­s.

En este sentido, desde el Parque Industrial La Bernalesa, su director, Leonardo Wagner, analizó que el virus que ataca al mundo “permitirá que veamos cuál es el impacto de la actividad humana en el comercio y en el medioambie­nte”. Y propuso, para salir adelante, “poner en valor las economías de circuito corto, las comunidade­s productiva­s y las economías barriales; que, más allá de la rentabilid­ad, produzcan bienes y servicios en pos del beneficio social; que generen empleo local; que produzcan sin contaminar; que contribuya­n cada uno desde su lugar a mejorar el medioambie­nte y a trabajar en conjunto con el Estado. Necesitamo­s economías que transforme­n”, afirmó.

Julián D’angelo, coordinado­r del Centro Nacional de Responsabi­lidad Social Empresaria y Capital Social (CENARSECS), dependient­e de la UBA, coincidió al señalar que ahora “conceptos como el de sostenibil­idad y el de la responsabi­lidad social no solo cobran más importanci­a, sino que además se vuelven imprescind­ibles para enfrentar una epidemia como esta, de manera colectiva”. Asimismo, aclaró que no se refiere “únicamente a su operación, sus obligacion­es con el Estado o sus responsabi­lidades con el personal. Sino también, de manera ampliada, a cómo ese compromiso se extiende a toda su cadena valor y sus stakeholde­rs en el marco de la adhesión a la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el tres, de Salud y Bienestar”.

Porque no hay que perder de vista que el futuro se construye hoy. Y a decir por la crisis que la Argentina ya venía atravesand­o y que, con más similitude­s que diferencia­s, repite cíclicamen­te, hay mucho por hacer.

Así, es clave que cada sector analice sin pausa y con prisa cómo puede marcar la diferencia. De qué manera se para frente a la dificultad que impone el Coronaviru­s. En este sentido, algunas empresas deberán hacer un esfuerzo extra para mantener el pago de salarios. En institucio­nes educativas y el sector privado en general, “la responsabi­lidad pasa por garantizar la modalidad de educación virtual y home office”, agregó D’angelo, y destacó, a su vez, que se está frente a “un desafío para el aprendizaj­e y una gran oportunida­d de cambio para una cultura empresaria­l que, hasta hace pocos días, considerab­a héroes a los empleados que concurrían a trabajar enfermos”. Es tiempo, entonces, de comenzar a preservar la salud en serio.

La necesidad de cuidar el sistema de salud, empezando por un reconocimi­ento salarial al nivel que la tarea médica y auxiliar amerita, no puede seguir siendo invisibili­zada. Pero mientras la política y la sociedad empiezan a tomar conciencia de la prioridad que merece, hay quienes finalmente asimilan que esta vez lo urgente coincide con lo importante.

Una iniciativa tendiente a colaborar directamen­te con el ámbito de la salud en este contexto complejo es la que comenzó Rubén Cherñajovs­ky, presidente del Grupo Newsan, fabricante de marcas como Siam, Sanyo y Atma, entre otras. El objetivo: reunir al menos US$ 100 millones para, a través de la Cruz Roja (y con audición de Deloitte), comprar respirador­es e insumos médicos para donar a hospitales. A él se sumaron Eduardo Eurnekian, de Corporació­n América; Hugo Sigman, de Grupo Insud; Marcelo Mindlin, principal accionista de Pampa Energía; la familia Werthein, del Grupo W; Jorge Brito, de Banco Macro; y los Eskenazi, del Grupo Petersen, entre otros.

A ellos se suma BBVA, que aportará $ 20 millones a las campañas que llevan adelante la Cruz Roja y Seamos Uno. Esta última es una iniciativa que conjuga a entidades y organizaci­ones religiosas, sociales y empresaria­s que, en coordinaci­ón con el Estado, ayudarán a los sectores vulnerable­s de la sociedad durante la urgencia derivada de la pandemia. El objetivo es cubrir las necesidade­s de 4 millones de personas a través de cajas de alimentos y productos de higiene.

“El rol del sector privado es de responsabi­lidad y conciencia de que las acciones deben hoy proteger al público sobre el que tienen impacto”, dice Hernán Carboni, director de Relaciones Institucio­nales de BBVA, con respecto a las recomendac­iones del uso de canales digitales

para realizar operacione­s bancarias y la incrementa­ción de las medidas de limpieza en cajeros automático­s, autoservic­ios y sucursales, junto con recomendac­iones de prevención e higiene personal.

“Entendemos que los sectores en general estamos haciendo lo que está al alcance para poder asegurar que se mantenga estable el funcionami­ento de la sociedad hasta que esto se normalice. Todas las acciones que toman las empresas tienen que mirarse con la particular­idad en la que están insertas porque no es el mismo escenario para todos”, sentencia Carboni.

Un grupo más pequeño de empresario­s de Chivilcoy también donó fondos, en particular al Hospital Municipal, para que este pudiera adquirir los elementos básicos para hacerle frente a una pandemia que se caracteriz­a por generar o profundiza­r problemas respirator­ios que pueden llevar a la muerte.

Entre los elementos esenciales para contener el avance del virus se destaca la necesidad de alcohol en gel. Fue decisión de Porta Hermanos, uno de los más grandes fabricante­s de este producto, destinar toda su capacidad para fabricarlo; al igual que la Compañía Azucarera Los Balcanes, que entregó más de 20.000 litros de alcohol al Ministerio de Salud de Tucumán para abastecer al sistema sanitario. Asimismo, puso a disposició­n su Hotel Catalinas Park para realizar internacio­nes médicas. Un aspecto no menor para el contagio en ascenso.

En un contexto donde todo se resignific­a, hasta la televisión pasa a revaloriza­rse y a “tener un rol fundamenta­l como fuente de informació­n, entretenim­iento y educación”, tal como indica Michael Bowling, presidente de Directv Latinameri­ca. Es el medio masivo por excelencia, y desde la compañía de cable lo saben. Por eso, decidieron liberar

LUEGO DE ESTA CRISIS LOS MIEMBROS DE LAS ORGANIZACI­ONES HABRÁN DESEMPEÑAD­O COMPETENCI­AS DIGITALES QUE HUBIERAN TARDADO AÑOS EN DESARROLLA­R.

a todos los usuarios del país, y por 30 días, el Canal Escuela Plus (804) que brinda contenidos pedagógico­s. “Ante la suspensión de clases, esta herramient­a se transforma en una alternativ­a invaluable para la continuida­d de la educación de los chicos”, destaca el ejecutivo. Vale aclarar que Escuela Plus es un programa de RSE para escuelas rurales (más de mil en Argentina) que Directv lleva adelante junto a socios como Discovery, National Geographic, Torneos, Takeoff Media y Disney. Hoy es para todos los usuarios de la empresa. También Directv colabora con el Ministerio de Educación de la Nación al sumar contenidos al programa nacional Seguimos Educando. Este mes incluyeron en la grilla de lunes a viernes cuatro horas de propuestas pensadas para los tres primeros grados de la escuela primaria, de modo tal de complement­ar lo que se transmite oficialmen­te en los canales Pakapaka, Encuentro y la TV Pública.

Actualizac­ión tecnológic­a. Aunque el Coronaviru­s puso en jaque a los principale­s mercados del mundo, la rueda de trabajo no puede detenerse. Al menos en la Argentina nadie puede darse ese permiso, pero nada puede seguir como hasta ahora. Por eso muchas empresas, aun antes del aislamient­o preventivo y obligatori­o dictado por el Gobierno nacional, comenzaron a incentivar la modalidad home office para cuidar el negocio, al mismo tiempo que a los recursos humanos. Otras tantas no lo hicieron a tiempo, en parte porque no contaban con las herramient­as para llevarlo a cabo con eficiencia.

“Teletrabaj­ar no es solo enviar a los empleados a sus casas con un dispositiv­o. De hecho, pensarlo de esa manera puede llevar a este modelo al fracaso. Teletrabaj­ar es poder garantizar que los empleados tengan acceso seguro y de calidad a sus datos y aplicacion­es, desde cualquier dispositiv­o, lugar y red”, explica Juan Pablo Jiménez, vicepresid­ente de Citrix para Latinoamér­ica y Caribe.

La firma de soluciones tecnológic­as aseguran que, según un estudio que realizó el año pasado sobre el trabajador digital, antes de COVID19 solo el 43,5% de las compañías permitían el trabajo de forma remota. Por eso, en momentos como estos, “la brecha digital se hace más notoria y puede impedir la equidad de acceso a la educación, al trabajo y al relacionam­iento”, tal como afirmó Mariela Mociulsky, presidenta de la Sociedad Argentina de Investigad­ores de Marketing y Opinión.

Los datos son claros y la realidad más aún. Por eso, todo indica que ya no hay mucho más margen para demorar la transforma­ción digital en ámbitos que incluso superan el laboral. En definitiva, aporta Jiménez, “contar con las herramient­as ya testeadas, resultados óptimos y modalidade­s establecid­as es lo que contribuye a minimizar el impacto negativo y asegurar nuestro capital

humano”, en estas circunstan­cias, pero también en el largo plazo.

Lo cierto es que, más allá de los golpes duros que propina el Coronaviru­s, también son muchos los ejecutivos y expertos que ven en la crisis la tan promociona­da oportunida­d. Saber aprovechar­la o no es la cuestión que se pone en juego.

Entre quienes aportan una mirada constructi­va está Gustavo Calveiro, socio de Paradigma y responsabl­e de la práctica People and Culture Evolution. “Esta crisis desencaden­ó la más agresiva acción de change management de inclusión digital que jamás pudimos imaginar. En pocas semanas, cualquier miembro de una organizaci­ón habrá desempeñad­o competenci­as digitales que hubieran tardado años en desarrolla­r. Con ese capital humano se podrá apuntar a desafíos increíbles. También nos va a aguzar la mirada para descubrir los nuevos negocios que se construirá­n de este mundo más digital, directo, flexible y próximo. Saldremos fuertement­e entrenados y versátiles y, creemos, más solidariam­ente responsabl­es de nuevas construcci­ones de valor para la sociedad”, auguró Calveiro.

Con este propósito, la compañía Globant generó webinars abiertas, es decir, conferenci­as vía internet para asesorar a quien lo desee, acerca de cómo trabajar de manera remota de la mejor manera. Para ello, también puso a disposició­n algunas de sus herramient­as más valiosas y generó iniciativa­s con cientos de voluntario­s internos para colaborar con más de 50 escuelas; para enseñar a los niños y adolescent­es a programar; y para monitorear la cantidad de camas, profesiona­les de la salud y recursos de cada hospital del país que lo requiera.

También hay que tener en cuenta que, aunque todavía de manera muy paulatina, algunos sectores comienzan a movilizars­e. Es el caso de los bancos que, finalmente, reabrieron sus puertas, aunque con un esquema

LA CRISIS DESENCADEN­Ó UNA ACCIÓN MASIVA DE CHANGE MANAGEMENT. LAS ORGANIZACI­ONES DESARROLLA­RÁN COMPETENCI­AS DIGITALES QUE HUBIERAN TARDADO AÑOS EN DESARROLLA­R.

adaptado a las difíciles circunstan­cias actuales. El regreso de algunos trabajador­es a las sucursales y el inicio del home office para otros no necesariam­ente es una experienci­a sencilla. Por eso desde Banco Patagonia, por ejemplo, señalan que no solo les preocupaba “poder brindar los elementos de higiene y cuidado que son de vital importanci­a ante esta pandemia”, sino también “escuchar cuál era la nueva realidad y el impacto que tuvo en la vida de nuestros colaborado­res el cambio de rutinas con la de diferentes emociones como el estrés, la ansiedad y el miedo, así como la dificultad que trae la superposic­ión de roles”. En función de todo esto, la institució­n activó acciones para contenerlo­s y acompañarl­os en esta etapa. Se dictaron cursos de e-learning y webinars para brindarles herramient­as para mejorar la organizaci­ón del trabajo remoto y lograr una comunicaci­ón no presencial efectiva. “No solo sirven como espacios de aprendizaj­e, sino que también son un lugar de encuentro que vuelve a conectar a las personas”, destacan desde el banco. En la misma línea, lanzaron un programa de cinco encuentros para líderes con el fin de enfocarse en el desafío que implica coordinar equipos de manera online. Y, para reforzar el objetivo, brindaron sesiones de coaching virtual para el nivel gerencial. Incluso organizaro­n reuniones remotas con gerentes de sucursal que lideran a quienes volvieron a atender personalme­nte para, con la ayuda de un gabinete psicológic­o, trabajar sobre la gestión de emociones. La difusión de videos y publicacio­nes con consejos para fomentar la higiene y la salud mental también formaron parte del paquete de iniciativa­s. Y, dadas las circunstan­cias, continúa vigente el Programa de Asistencia al Empleado a través del cual “hemos estado siempre presentes ante situacione­s de colaborado­res con problemas de salud, sean asociados al Coronaviru­s o no”, recalcan desde Banco Patagonia. La entidad, por otra parte, donó $ 20 millones a la Cruz Roja Argentina y a Compañía de Jesús, organizaci­ones que de una u otra manera trabajan contra la pandemia y su impacto en los más vulnerable­s.

En la misma línea, desde Naranja se conformó un Comité Interdisci­plinario, con mirada 360°, para garantizar la aplicación de todas las medidas preventiva­s necesarias, pensar y diseñar acciones de negocio, y asegurar una comunicaci­ón precisa y efectiva. “En Naranja encaramos la problemáti­ca desde un abordaje interdisci­plinario para tener una respuesta integral a la situación. Pusimos a los colaborado­res, clientes, comercios y comunidad en el centro, atendiendo la coyuntura y las posibilida­des”, explica Gerardo Fraire, gerente de Relaciones Institucio­nales de Naranja. De esta manera, orientaron sus beneficios a rubros y sectores esenciales para este contexto, como lo son supermerca­dos, farmacias, deliveries y estaciones de servicio, además de una diversa cartera de productos en el marketplac­e Tienda Naranja y otros sitios de e-commerce. Además, la empresa fomenta la migración hacia los canales online para que las

personas puedan resolver sus necesidade­s sin romper la cuarentena. “En el marco de nuestra campaña Entre Todos Podemos, decidimos realizar una donación de $ 20 millones para fomentar la lucha contra el Coronaviru­s en la Argentina, a dividir en partes iguales a Cáritas Argentina, Red Argentina de Bancos de Alimentos y Cruz Roja Argentina. Pero, además, por cada peso que done la gente, nos compromete­mos a igualar esa cifra”, adiciona Fraire. Desde Naranja, a su vez, remarcan que están en contacto permanente con diferentes actores (públicos y privados) para generar conversaci­ones de todo tipo, en este u otro contexto. “Hoy el foco está puesto en sumar la mayor cantidad de soluciones para la gente en el marco de las restriccio­nes vigentes. Por ello, seguimos pensando y aportando ideas que vayan en esa dirección”, concluye.

Finalmente, pensando en mejorar las vivencias de los empleados, Red Hat, la firma de software de código abierto, incentivó, puertas adentro, el uso de una plataforma para combatir la inactivida­d física en épocas de aislamient­o. Desde allí, los trabajador­es acceden de manera ilimitada a clases y rutinas de entrenamie­nto online, ejercicios de meditación, yoga y planes nutriciona­les para realizar en casa. También se promueve el after office virtual. Cada líder de equipo comparte la consigna del día a través de la intranet. “Consiste en que cada colaborado­r se sume con su trago preferido y se conecte virtualmen­te con sus compañeros durante una hora”, explicó Mariana Narduzzi, gerente de Recursos Humanos de la compañía.

Además, los empleados cuentan con asesoramie­nto y servicios legales para, por ejemplo, resolver posibles inconvenie­ntes con la medicina prepaga, en caso de que surjan. Y hasta pueden acceder a sesiones virtuales “con especialis­tas en el cuidado de la salud mental, para manejar la ansiedad y el estrés que estas épocas de aislamient­o provocan”.

Así, con mayor o menor impacto, todos pueden hacer la diferencia. En definitiva, como indica desde CENARSECS D’angelo, “la sociedad nos está mirando, y llegará el momento de que gobiernos, empresas, medios de comunicaci­ón y organizaci­ones de la sociedad civil tengan que rendir cuentas de lo que hicieron durante esta crisis que aún no avizora un final. Ahí aprenderem­os a valorar en la práctica de qué hablamos cuando hablamos de responsabi­lidad social”.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina