LA LUCHA POR EL CONSUMO
Imágenes de supermercados y farmacias desabastecidas recorrieron el mundo. Ninguna es de la Argentina donde, a pesar de algunos faltantes, se incentivaron políticas que intentan evitar este tipo de fotos. Algunas empresas también hicieron lo suyo para colaborar en una misión que afecta a todos.
A pesar de que los consumidores suelen ser el eslabón más desprotegido, o tal vez por eso, se observaron algunas decisiones corporativas que entienden que lo más conveniente es tenerlos en cuenta.
Para impactar de manera positiva en ellos, la cadena de hipermercados Walmart, además de bonificar envíos (y duplicar los cupos para garantizar mayor cobertura) a domicilio en compras online, reforzó medidas de protección como cerramientos parciales del mostrador de las farmacias y de líneas de caja para minimizar los contactos de riesgo. También señalizó los lugares de espera con los changuitos para asegurar una distancia de 1,5 metros entre cada cliente. Con el mismo sentido, redujeron la cantidad de mesas y ampliaron su separación en las sucursales con patios de comida.
Si bien el COVID-19 no es un virus que se transmite a través de los alimentos, desde la láctea Mastellone Hnos. adoptaron medidas preventivas que apuntan a cubrir toda su cadena productiva. Ya sea desde el tambo, la recolección y transporte de la leche hasta la entrega y distribución. Puertas adentro, la empresa otorgó licencia preventiva a los mayores de 60 años, los grupos de riesgo (según lo determinado por la OMS), aquellos empleados que regresaron al país desde cualquier destino del mundo o que informaron haber estado en contacto con alguien que viajó.
Además se implementó un sistema de control de temperatura diaria, en todas las áreas de trabajo y a todos los empleadores al momento de su ingreso a las distintas instalaciones de la compañía, contando además con un protocolo de acción en caso de encontrar a alguien con temperatura elevada. También se estableció una línea directa de contacto entre colaboradores y personal de servicio médico para evacuar dudas y detectar síntomas que puedan darse entre los colaboradores. En el área administrativa se estableció el régimen de Home Office por primera vez. Esto implicó la habilitación de sistemas para que todos los empleados trabajen de forma remota. Incluso el personal de preventa toma los pedidos de manera online, con el fin de no exponerlos, pero para que tampoco se vea alterada la distribución de productos. Del mismo modo, se redujo el horario de los repositores para evitar el contacto con los clientes en cada establecimiento.
El área industrial continúa estando operativa aunque se escalonaron los horarios de ingreso del personal, separando por sectores y estableciendo el distanciamiento social correspondiente. Lo mismo ocurrió con los horarios de los distintos espacios productivos y las tareas en áreas comunes. “Todos los trabajadores son informados constantemente de las medidas de prevención dispuestas por la empresa para evitar el potencial contagio y propagación del COVID-19, así como la entrega de kits de seguridad (alcohol en gel, barbijos, guantes descartables) para quienes deben estar en la calle”, dan cuenta desde Mastellone Hnos.
Mercado Libre, por su parte, eliminó las comisiones para los vendedores de productos de primera necesidad para que estos lleguen a quienes más lo necesitan. Por otro lado, si detectan aumentos desproporcionados, usan la potestad de pausar esas publicaciones. También lo hacen con aquellas que afirman que los barbijos o elementos afines que venden garantizan la prevención, el alivio o la cura del Coronavirus. La firma también ofrece descuentos a monotributistas y autónomos que paguen online, y por primera vez, sus obligaciones impositivas, ya que son unos de los grupos más afectados en términos económicos. Como un guiño a la prevención, la firma cambió de modo temporal su tradicional logo de dos manos apretadas y lo reemplazó por un “saludo de codos”. También desarrolló un micrositio dentro de la plataforma con información sobre cómo cuidarse y cómo realizar una compra online segura.
Y, si de protección se trata, no hay que perder de vista que la gente mayor es la más vulnerable; por eso, preservarlos es negocio en el más amplio sentido de la palabra. Los supermercados lo saben y no tardaron en fijar horarios de atención exclusiva para adultos de más de 60 años. Es una manera de protegerlos, y de garantizar al mismo tiempo el consumo de este sector de la población Además, muchos comercios facilitaron compras por internet con envíos sin costo para los grupos de riesgo, e incluso plataformas como Glovo lo ofrecen para los rubros puntuales de supermercado y farmacia.