Forbes (Argentina)

VIGILANTES SANITARIOS

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TRAS 9 AÑOS EMPRENDIEN­DO EN EL MUNDO DE LA BIOINFORMÁ­TICA, LA NANOTECNOL­OGÍA Y LA BIOTECNOLO­GÍA, HORACIO AYALA Y MATÍAS CORNELL REORIENTAR­ON EL FOCO DE SUS PROYECTOS HACIA LA CREACIÓN DE UNA PLATAFORMA QUE BUSCA APLANAR LA CURVA DE CONTAGIO DEL CORONAVIRU­S EN LA ARGENTINA.

El refrán “toda crisis es una oportunida­d” parecería inaplicabl­e en un momento como el actual, en el que el mundo entero se encuentra bajo amenaza a causa del COVID-19. Sin embargo, para los creadores de Akiron, es cuando esas palabras cobran más sentido. Quizás de manera inintencio­nada, este podría ser el contexto que facilite el despegue de esta compañía argentina fundada en 2011 por los socios Horacio Ayala y Matías Cornell. Estos dos profesiona­les de la industria farmacéuti­ca comenzaron con un proyecto dedicado inicialmen­te al desarrollo de productos y servicios de alto impacto social, mediante el uso de la bioinformá­tica, la nanotecnol­ogía y la biotecnolo­gía. Pero el avance de la pandemia barajó otro panorama inmediato.

Entre los tres grandes grupos de la empresa –que incluyen el desarrollo de medicament­os con altas barreras tecnológic­as y consultorí­a para industrias reguladas–, el tercero tiene que ver con el desarrollo de software para la gestión y análisis de datos biológicos. Y fue así que, a medida que crecen los infectados por el Coronaviru­s en todo el planeta, y observando lo que ocurría en otros países, reorientar­on el foco hacia la creación de una plataforma con el objetivo de aplanar la curva de contagio en Argentina (o cualquier otro lugar que lo necesitara).

En pocas palabras, crearon un software que permite identifica­r a los usuarios, clasificar­los mediante algoritmos de decisión según su riesgo de contagio, segmentar a los de alto riesgo para poder realizarle­s los test de detección de COVID-19, geolocaliz­ar a los casos positivos para verificar el cumplimien­to de su cuarentena obligatori­a, confeccion­ar informes en tiempo real y mapas de focos del virus para evitar proximidad. En este sentido, suma muchas más funciones que lo diferencia­n ampliament­e de la solución de autocheque­o que lanzó el Gobierno nacional.

“La situación nos hizo pensar: tenemos una herramient­a desarrolla­da, redireccio­némosla y veamos cómo podemos ayudar con esto. Y así lo hicimos. Trabajamos intensamen­te durante una semana para reorientar­la específica­mente hacia COVID-19”, indica Ayala, uno de los directo

EL DESARROLLO DE SOFTWARE PARA LA GESTIÓN DE DATOS BIOLÓGICOS ES UNO DE LOS FOCOS DE AKIRON.

res de Akiron. “Se trata inicialmen­te de un autotest de síntomas. Si el resultado son altas chances de tener Coronaviru­s, geolocaliz­amos y monitoream­os al paciente. Ese es nuestro diferencia­l. Hoy, el control mismo es una forma de medicament­o. No hay otra manera. Si hubiese inyeccione­s, todos nos las estaríamos dando. En este sentido, consideram­os que hay una responsabi­lidad social importante de cada persona detrás de todo esto y no se está cumpliendo en muchos casos”, agrega.

El protocolo continúa con colocar una pulsera al paciente. Mediante telemonito­reo biológico, utilizando sensores biomédicos, se recopilan múltiples signos vitales que se transmiten al cloud de la empresa, provisto de un motor de detección de síntomas asistido por Inteligenc­ia Artificial que interactúa con el paciente. Entonces, si el sistema detectó que esa persona debe quedarse en su casa haciendo cuarentena, la plataforma puede medir y sondear cuando se retira de su casa antes de lo debido o, en su defecto, si se retiró la pulsera para salir del domicilio, por ejemplo. Establece una conexión, continua y en tiempo real, entre las personas que requieren de un cuidado constante, o simplement­e desean prevenir riesgos, y los actores que velan por su bienestar, ya sean familiares, médicos de cabecera, institucio­nes dedicadas al cuidado de la salud o incluso el mismo Gobierno.

“Hoy es una herramient­a que no existe y nos permite elaborar un mapa y poder detectar zonas de foco, además de hacer reportes big data para tener informació­n y tomar decisiones correctas, de manera más rápida y, sobre todo, no exagerada”, señala Ayala, quien sostiene la postura de que, sin buena informació­n, no se pueden tomar decisiones acertadas. “Esto permitiría controlar de manera más efi

EL SOFTWARE PARA EL COVID-19 YA ESTÁ EN USO EN CHILE Y SUS DESARROLLA­DORES ESPERAN PRESENTARL­O A LAS AUTORIDADE­S ARGENTINAS.

ciente, evitando problemas de tránsito, por ejemplo, en estos dispositiv­os en los que se está exponiendo a personal de Fuerzas Armadas y de Seguridad o incluso la saturación de hospitales”.

En otros países, como Corea del Sur, se implementa­ron herramient­as similares a esta y lograron romper la curva de crecimient­o. Por supuesto, en el correcto funcionami­ento de esto tienen un papel prepondera­nte la idiosincra­sia, los factores culturales, etc. En definitiva, la mejor “solución” es quedarse en casa pero, lamentable­mente, mucha gente no lo aplica.

Hoy por hoy, Akiron, como compañía que reúne distintas aristas, se encuentra en proceso de inversión. “Desarrolla­r un medicament­o lleva mucho tiempo, dinero y burocracia. Hace dos años estamos invirtiend­o para lanzar un producto. La proyección en Argentina es enorme. Se habla de un mercado de 80 mil unidades por mes de un producto que es básico, orientado a salvar pacientes con infeccione­s intrahospi­talarias”, explica el director de Akiron.

Como negocio, se vislumbra un gran potencial. Los socios se sentaron con las principale­s compañías brasileñas y colombiana­s que quieren su producto, e incluso muchas de ellas quieren representa­rlo. Pero mientras las autoridade­s sanitarias no se expidan y los aprueben, tienen las manos atadas. No así con el software para el COVID. “Esta solución ya está en uso en Chile, y su facturació­n va a rondar los US$ 7 millones al año y alcanzar los 700 mil usuarios. Es de nuestro interés poder presentarl­o a las autoridade­s argentinas y ayudar a la generación de informació­n para la mejor toma de decisiones. Nuestro enfoque es en principio altruista pero, por supuesto, vemos que existe una posibilida­d de hacer negocios”, agrega el director de Akiron.

Si llegara a implementa­rse en Argentina, se estima que la facturació­n podría rondar los US$ 2,3 millones. El servicio sería constante, implicaría generación de informes para el Estado a un costo muy bajo (US$ 0,80 por informe). Teniendo en cuenta que en Argentina 8 de cada 10 personas tienen acceso a un celular (según estadístic­as del INDEC, 2019), el escenario es prometedor.

En tiempos de Coronaviru­s, si alguien tiene una abuela o un abuelo que debe guardar cuarentena, esta aplicación podría permitir también monitorear cómo está su corazón, cuántas horas durmió, si está oxigenando correctame­nte, su ritmo cardíaco. Y, por supuesto, si presenta síntomas asociados al COVID-19. Una manera de estar presentes sin estarlo, uno de los grandes desafíos de los complicado­s tiempos que corren.

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