Forbes (Argentina)

Atajar la crisis

OSDE, LA PREPAGA CON 2,2 MILLONES DE AFILIADOS, TUVO QUE REESTRUCTU­RAR RÁPIDAMENT­E SUS SERVICIOS Y ADOPTAR NUEVAS ESTRATEGIA­S PARA CONTENER LAS DEMANDAS DE SUS USUARIOS.

- POR VALERIA ROMÁN

OSDE, una de las mayores prepagas, debió readaptars­e ante la crisis sanitaria y la necesidad de sus afiliados.

El avance de la pandemia por el nuevo Coronaviru­s que desde China se propagó hacia el resto del planeta ya provocó más de 45.000 muertes y nada, por ahora, parece poder detenerlo. La emergencia sanitaria mundial disparó la preocupaci­ón general por la necesidad de atención oportuna, a la vez que aceleró el uso de la tecnología digital para comunicar a médicos con pacientes de una manera eficiente y segura.

En el caso de OSDE, la mayor prepaga de la Argentina –que concentra el 37% de las coberturas privadas, con 2,2 millones de afiliados–, la empresa se vio obligada a reestructu­rar su negocio a través de la implementa­ción de nuevos servicios y cambiar algunos de los ya existentes. Así tuvo que implementa­r recetas digitales para poder otorgar descuentos en medicament­os, y aceptó (luego de la presión de sus usuarios) cubrir las sesiones de psicoterap­ias por videollama­das como una manera de que pacientes y profesiona­les de la salud mental puedan mantener la cuarentena social, preventiva y obligatori­a que comenzó a regir el 20 de marzo.

En medio de esta reconfigur­ación, se

“LAS CONSULTAS ONLINE Y TELEFÓNICA­S SE HABÍAN TRIPLICADO DESDE PRINCIPIOS DE MARZO COMO CONSECUENC­IA DE LA INCIPIENTE PANDEMIA DEL CORONAVIRU­S”.

sumó el rumor de que podría producirse una intervenci­ón del Gobierno para disponer de las camas que se encuentran en institucio­nes hospitalar­ias privadas, como respuesta a una escalada de los casos de Coronaviru­s. La tensión llevó a que las empresas vinculadas con clínicas, hospitales, obras sociales y prepagas se reunieran con el Ministerio de Salud de la Nación y se creara una mesa de coordinaci­ón entre sector público y privado. Gabriel Barbagallo, gerente de Comunicaci­ones Institucio­nales de OSDE y presidente de la Asociación Argentina de Telemedici­na, reconoció: “La pandemia generó un estado de crisis, pero estamos trabajando duro para adaptarnos”. ¿Cómo transformó a OSDE esta pandemia? Antes de la detección de los primeros casos importados por la infección COVID-19 en la Argentina, nos alineamos con las directivas del Ministerio de Salud de la Nación. Tenemos más de 6.800 colaborado­res y 37 filiales en todo el país, y trabajamos con 139.000 prestadore­s de salud, incluyendo clínicas y sanatorios. Para coordinar el trabajo de todos y seguir dando la máxima atención a los afiliados, formamos un comité de crisis. Fuimos haciendo cambios para ayudar a que se cumpla con el distanciam­iento físico entre las personas, respetar la cuarentena masiva y garantizar las coberturas en el acceso a medicament­os y a consultas médicas, por discapacid­ad y en psicoterap­ias. ¿Y con respecto a sus colaborado­res? Aumentamos la dotación de personal médico y del call center porque las consultas on line y telefónica­s se habían triplicado desde principios de marzo. Pusimos a disposició­n la credencial digital para los afiliados como una forma de prevención para disminuir la posibilida­d de contacto y establecim­os un sistema de triage (la clasificac­ión de los pacientes según diferentes grados de urgencia) telefónico que acelera el diagnóstic­o de los casos sospechoso­s y evita que los afiliados circulen por los centros hospitalar­ios. ¿La cantidad de médicos era suficiente? Reforzamos las dotaciones de médicos domiciliar­ios, urgencias y atención telefónica. Cuando el Gobierno decretó el aislamient­o, todo el personal con experienci­a en atención al público (independie­ntemente de su posición actual) fue a reforzar los canales virtuales.

“ESTA CRISIS SA N I TA R I A IMPLICÓ UN PASAJE ACELERADO HACIA LA ATENCIÓN DIGITAL”. Gabriel Barbagallo Gerente de comunicaci­ón de OSDE

¿Cómo se adaptaron tecnológic­amente? Ya veníamos usando tecnología aplicada a la administra­ción de servicios de salud. Desde hace algunos años, tenemos un servicio de atención remota con la tecnología Doc24. Contamos con sistema de videoconfe­rencias desde hace casi veinte años y conexiones por VPN desde hace quince. Para correo y trabajo en grupo, contamos con las herramient­as de Google desde hace varios años. De alguna manera estábamos preparados; pero obviamente tuvimos que habilitar nuevos usuarios y acomodarno­s a esta nueva situación. ¿Qué inversión implicó la creación del comité de crisis y la readaptaci­ón? Segurament­e, un monto importante. Todavía no tuvimos el tiempo de cuantifica­r toda esta refunciona­lización de los servicios. Hoy los recursos y energía están concentrad­os y enfocados en la atención de la pandemia. Afiliados y profesiona­les reclamaron por las sesiones de psicoterap­ias virtuales. Nunca nos negamos a dar ese tipo de cobertura por videollama­da. Ya hicimos los cambios necesarios y se cubre una sesión por semana para dar continuida­d a los tratamient­os iniciados antes del aislamient­o. Para los afiliados que no estaban en tratamient­o y que tengan alguna necesidad de servicio hoy, desarrolla­mos una línea gratuita de atención psicológic­a. Por otro lado, para los afiliados con discapacid­ad se continuará­n brindando todas las prestacion­es que ya habían sido autorizada­s. ¿Cómo se adaptaron a las recetas por Whatsapp o por e-mail? La pandemia obligó a tomar medidas extraordin­arias en telemedici­na. Habilitamo­s el uso de copias de recetas por Whatsapp o correo electrónic­o para la compra de medicament­os. Lo hicimos para reducir la circulació­n de los médicos, que en algún momento pueden convertirs­e en un recurso escaso. Esta crisis implicó un pasaje acelerado a la atención digital. Hoy se pueden comprar medicament­os presentand­o la receta en su celular y consultar a los profesiona­les de la cartilla por videollama­da. ¿Cuál es el protocolo ante un llamado sospechado de Coronaviru­s? El sector de Urgencias recibe la llamada, donde se realiza al paciente un cuestionar­io dirigido a establecer los síntomas. Luego de ello pasa a una videollama­da con un médico del equipo. Si se trata de un caso sospechoso, el SAME del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires determina si se trata de un caso que requiere internació­n. Si determinan que sí, el afiliado se interna en la institució­n que OSDE determinó para él. ¿Cómo sigue el diálogo entre el sector público y el privado para coordinar la atención en la pandemia? El 2 de abril mantuvimos una reunión con el Ministro de Salud, Ginés González García, dado que somos parte de la Unión Argentina de Entidades de Salud (UAS). Allí nos manifestar­on que nunca estuvo en estudio la apropiació­n de los establecim­ientos privados, ni la distribuci­ón de pacientes a este tipo de centros. A su vez reafirmaro­n que el Ministerio ejercerá el poder de rectoría para coordinar por jurisdicci­ón los recursos disponible­s. De alguna manera, en OSDE ya estamos articuland­o con las autoridade­s sanitarias: así como contactamo­s al SAME en la ciudad, también estamos en comunicaci­ón con las autoridade­s sanitarias de cada provincia cuando se identifica un caso sospechoso de Coronaviru­s.

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