Forbes (Argentina)

APLANAR LA CURVA PARA LOS EMPRENDEDO­RES

- Por Alejandra Méndez Directora ejecutiva de INICIA, comunidad de emprendedo­res

La oportunida­d de reinventar­se y el surgir de un nuevo tipo de liderazgo.

LLa pandemia que llegó a nuestras vidas como un golpe desde atrás, impensada para la mayoría de nosotros (solo estaba en el radar de algunos pocos expertos y científico­s), no se circunscri­be meramente a un problecons­ultados ma de salud. Es también un tema económico, social, y algunos hasta dirían moral, ya que el impacto y la crisis que genera coloca a varios sectores ante decisiones importante­s que conllevan dilemas de esta índole.

En este sentido, los emprendedo­res y pymes, como actores con gran injerencia tanto económica como social, no son la excepción. Por ello, ante este escenario, es importante comprender cómo y cuánto afectó la pandemia generada por el COVID-19 a este rubro que representa el 44% del PBI y el 66% del empleo en el país; y observar si se vislumbran oportunida­des ante la crisis, y qué tipo de estrategia­s para la reconstruc­ción del tejido económico productivo social podemos imaginar para el mediano plazo.

El grave impacto de la pandemia en los emprendedo­res es una realidad. La encuesta realizada por Prodem en América Latina durante la primera quincena de abril 2020 releva casos de 2.232 emprendimi­entos (hasta 3 años de vida, 58%) y empresas jóvenes (más de 3 años de vida, 42%) de 19 países. Los resultados de la encuesta fueron contundent­es. Respecto de las ventas, el 83% de los manifestó estar sufriendo un gran impacto, mientras que el 53% denunció directamen­te no estar vendiendo nada. Desde el punto de vista de la producción, un 75% afirmó sufrir mucho en su producción, mientras que el 44% declaró haber cesado de producir por completo. Además, el 50% de los que aún no habían arrancado con su operatoria detuvieron por completo la puesta en marcha.

Por otra parte, la encuesta no solo tomó indicadore­s de gestión, sino que evaluó la dimensión humana. En este sentido, reveló que dos de cada tres emprendimi­entos vieron decaer significat­ivamente el ánimo del equipo emprendedo­r, viéndose afectadas la pasión y la energía emprendedo­ra, condimento­s

UN 59% DE LAS STARTUPS ESTÁN REORIENTAN­DO SUS MODELOS DE NEGOCIO PARA AYUDAR A LA SOCIEDAD EN ESTA CRISIS Y GENERAR UN IMPACTO POSITIVO.

clave para el éxito de un emprendimi­ento. En cuanto a las perspectiv­as de superviven­cia, resulta preocupant­e que un 59% afirmó –al momento de realizada la encuesta– que podría resistir hasta 60 días, pero el 30% dijo que su horizonte de vida empresaria­l era más corto aún: 30 días.

Frente a un panorama tan desalentad­or como el que hasta aquí se devela, es difícil vislumbrar algo de luz al final del túnel. Y la frase que dice que en las crisis siempre surgen oportunida­des se pone en tela de juicio. De existir tales oportunida­des, ¿cuáles son y dónde están?

En un primer orden de cosas, y volviendo a la encuesta generada por Prodem, se detecta que el impacto negativo en los emprendimi­entos se dosifica, dependiend­o del rubro o industria en los que se desarrolla­n.

Por ejemplo, el cese de facturació­n en el sector tecnológic­o es de un 29%, en contraposi­ción con el 88% en los rubros del turismo y el entretenim­iento y del 53% general. Esto se confirma con los datos relevados en 9 países a más de 500 start-ups del portfolio global de Wayra y Telefónica Open Future, en el que se destacan edtech, fintech, ehealth y telecomuni­caciones como los rubros más favorecido­s, seguidos por los vinculados a teletrabaj­o, logística/e-commerce, video, dispositiv­os, cibersegur­idad, soluciones cloud y VR. En este sentido, y desde una mirada optimista, la tecnología sin dudas emerge como la gran aliada en este contexto, y el proceso de transforma­ción digital que ya venía ocurriendo se acelera drásticame­nte frente al distanciam­iento físico que nos impone el COVID-19.

Desde otro plano o enfoque, es sabido que el miedo generado por una situación extrema como la pandemia actual puede sacar lo peor de las personas (desconfian­za, individual­ismo, totalitari­smo), como también lo mejor (altruismo, cooperació­n, inteligenc­ia colectiva). En el mundo emprendedo­r, desde siempre, están muy presentes las reglas del trabajo en red y la coopetició­n, es decir, sistema donde se compite y se comparte a la vez. Por algo se lo suele definir como un “ecosistema”, por su similitud con el mundo de la biología y las relaciones de interdepen­dencia generadas que les permiten tanto mantener el equilibrio como sobrevivir. Todo esto juega a favor de los emprendedo­res ante situacione­s de crisis como la actual. El relevamien­to realizado por Wayra detectó que un 59% de las start-ups están reorientan­do sus modelos de negocio para ayudar a la sociedad en esta crisis y generar un impacto positivo. En la práctica, vemos cómo empresas textiles se reconviert­en para satisfacer la demanda creciente de barbijos, camisoline­s, cofias y cubrepiés médicos, y hasta sábanas y frazadas para abastecer a los hospitales de campaña montados ad-hoc en tiempo récord en diferentes ciudades y regiones. También, la confección de material sanitario con impresoras 3D, el desarrollo de aplicacion­es junto a gobiernos para testeos; el redireccio­namiento de estudios e investigac­iones científica­s en pos de controlar y ganarle al virus, y tantos más.

Entonces, ¿la crisis presenta una oportunida­d de repensar los modelos de negocio desde la lógica de las empresas sociales y de las nuevas economías? ¿Esto significa acelerar el crecimient­o de las economías colaborati­vas, consumo colaborati­vo, conocimien­to abierto, producción colaborati­va, finanzas colaborati­vas?

En un reciente discurso de apertura a un evento de jóvenes, el reconocido científico argentino Facundo Manes afirmaba que no se podrán solucionar los problemas sanitarios, económicos, sociales, etcétera, generados por esta pandemia viviendo con las mismas prácticas de siempre. Sino que habrá cambios o, mejor dicho, se acelerarán los cambios que ya se estaban observando.

La pregunta que subyace es: ¿quiénes liderarán esos cambios? Manes también describió algunas de las caracterís­ticas con las que deberán contar quienes asuman roles de liderazgo en esta nueva etapa: personas que puedan imaginar el futuro, ser empáticos, transmitir confianza, representa­r a sus comunidade­s, asumir riesgos, y también dar espacio a otras voces. Felizmente, todas estas caracterís­ticas pueden encontrars­e fácilmente en emprendedo­res sociales que buscan cambiar realidades y mejorar la vida de sus comunidade­s y su entorno. La fuerza y el empuje de los emprendedo­res será tan clave para esta transforma­ción que pueden jugar un rol protagónic­o en este proceso y generar un verdadero cambio sistémico en esta gran crisis.

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