Elegancia profunda
La nueva generación de Oyster Perpetual Submariner y Oyster Perpetual Submariner Date da cuenta de la importancia que Rolex continúa otorgándole al mundo del submarinismo y lo lleva a tierra firme.
La exploración de las profundidades de los mares y los océanos, allá a principios de los 40, fascinó al mundo entero. Rolex no fue ajeno a esta aventura y desempeñó un rol protagónico en esa travesía con la creación de relojes de pulsera con cronómetros herméticos.
Con el paso del tiempo, Oyster Perpetual Submariner conquistó también tierra firme y llegó a las muñecas de artistas de Hollywood, músicos y leyendas del deporte, entre muchos otros, convirtiéndose en un verdadero objeto de deseo.
Este año los nuevos Oyster Perpetual Submariner y Oyster Perpetual Submariner Date renuevan la gama con cambios milimétricos y cronometrados para crear un nuevo hito en materia de elegancia, lujo y precisión.
Los flamantes modelos tienen un tamaño de caja ligeramente más grande de 41 mm (la anterior era de 40 mm) y un brazalete Oyster con un eslabón central más ancho.
El calibre 3230 impulsa al nuevo Submariner sin fecha, y el Submariner Date cuenta con el calibre 3235, siendo la primera vez que este se incorpora a Submariner.
Como sus antecesores, este modelo se presenta en Oystersteel (entre otras versiones), de negro su esfera y bisel giratorio con disco Cerachrom. La modalidad en versión Rolesor amarillo (combinación de acero Oystersteel y oro amarillo de 18 quilates) del Submariner Date combina una esfera azul real y un bisel giratorio con disco Cerachrom azul.
El Submariner Date posee dos modalidades, una en acero Oystersteel y la otra en oro blanco de 18 quilates. La esfera y el bisel giratorio con disco Cerachrom lucen colores diferentes, combinando la esfera negra con un bisel verde, y otro con bisel azul.
Las manecillas y los marcadores de hora están recubiertos con Chromalight y emiten un brillo azul duradero en la oscuridad, gracias a este innovador material desarrollado por la casa relojera.