La lupa recaudadora
Una empresa
de la que poco se había escuchado hablar antes se convirtió en una de las más utilizadas en el 2020 signado por la pandemia del COVID-19. Zoom, la firma de software de videoconferencia, vio multiplicar por seis su valor al convertirse en una herramienta indispensable para el trabajo remoto, la educación a distancia y la socialización virtual en un contexto de múltiples cuarentenas.
Con una capitalización de mercado de más de US$ 120.000 millones, el ascenso de la compañía fundada por Eric Yuan superó a IBM y Boeing, entre otras grandes compañías. Y, aunque de cara a fin de año algunos países están volviendo a implementar cuarentenas porque enfrentan una segunda ola de infectados, los anuncios de compañías como Pfizer y Moderna de que están cerca de aprobar sus vacunas sacudieron su cotización. Así, por ejemplo, en el mercado estiman que la facturación de Zoom podría frenarse y crecer hasta 30% el próximo año fiscal, comparado con el 300% de este. De hecho, a principios de noviembre, cuando Pfizer anunció los buenos resultados de la prueba de su vacuna, el papel de Zoom retrocedió 20% en un par de horas; aunque el terreno ganado en los meses anteriores, de un crecimiento del 600%, le deja un saldo más que positivo.
Los expertos del mercado igual coinciden en que, aunque se empiece con un plan de vacunación a principios del año que viene en ciertos países, transcurrirán meses, si no años, hasta volver a la normalidad prepandemia; y, lo que es más, muchos de los hábitos creados no volverán atrás. Por ejemplo, el reemplazo de determinadas reuniones personales por su versión virtual en un contexto mundial de recorte de costos.
Por otra parte, si bien Zoom se convirtió en la herramienta elegida por múltiples organizaciones y usuarios, sus competidores en el ámbito corporativo (Microsoft con Teams y Google con Meet, además de Cisco con Webex) también se pusieron al día y lanzaron numerosas actualizaciones de sus herramientas de videoconferencia, en general con mejor integración hacia sus otros productos. La competencia también hizo especial hincapié en la seguridad, uno de los puntos débiles de Zoom sobre todo al principio de su explosión de usuarios, cuando se sucedían “Zoom bombings” –trolls que hackeaban reuniones y se metían para insultar–. La compañía respondió a estos ataques asegurando que iba a invertir más en su seguridad para que esto no siguiera pasando.
Los últimos números de Zoom, igualmente, son sólidos. Para los primeros 9 meses de 2020, informó una facturación de US$ 1.768 millones (en 2019 habían sido US$ 434 millones) y ganancias por US$ 411 millones. Si bien no revela cuántos usuarios tiene, asegura que los clientes pagos son cada vez más: posee 433.700 suscriptores con más de 10 empleados, comparado con 370.200 el trimestre pasado, y 1.300 clientes que representan más de US$ 100.000 de facturación.
Yuan, su fundador, está en el top 5 de los hombres más ricos del mundo también con un meteórico ascenso: cuando apareció en el listado de Forbes en abril, tenía US$ 5.500 millones; para julio, sumaba US$ 11.000 millones. Y después del último tambaleo, en noviembre, estaba en US$ 17.700 millones.
Yuan pasó de una fortuna de US$ 5.500 M en abril a US$ 17.700 M hoy.